viernes, noviembre 26, 2010

Michel Foucault: Retórica


(…) puede decirse que la retórica, tal y como se la definía y practicaba en la Antigüedad, es en el fondo una técnica que incumbe a la manera de decir las cosas, pero no determina en modo alguno las relaciones entre quien habla y lo que dice. La retórica es un arte, una técnica, un conjunto de procedimientos que permiten al hablante decir algo que tal vez no sea en absoluto lo que piensa, pero que va a tener por efecto producir en aquel a quien se dirige una serie de convicciones, que va a inducir una serie de conductas, que va a establecer una serie de creencias. En otras palabras, la retórica no implica ningún lazo del orden de la creencia entre quien habla y lo que éste enuncia. El buen retórico, el buen rétor, es el hombre que puede perfectamente y es capaz de decir muy otra cosa que lo que piensa, pero de decirlo de tal manera que, en resumidas cuentas, lo que diga –que no es ni que lo que cree, ni lo que piensa ni lo que sabe- será, llegará a ser lo que creen y creen saber aquellos a quienes él se ha dirigido. En la retórica se deshace el lazo entre el que habla y lo que dice, pero su efecto consiste en establecer una relación vinculante entre la cosa dicha y aquel o aquellos a quienes este se dirige.

*Michel Foucault. El coraje de la verdad. Fondo de Cultura, Buenos Aires, 2010

1 comentario:

Marta Ortiz dijo...

inquietante, el pensamiento de Foucault que dejaste en tu blog. Un recorte para atesorar. Pienso en el discurso de los políticos, en el discurso de la ficción, en las estrategias de ventas, en la publicidad, en fin, la palabra, cuántas caras!!! Abrazo,