lunes, mayo 31, 2010

Stéphane Mallarmé: La ceniza es decadencia/ del claro beso de fuego


El cigarro

Toda el alma resumida
cuando lenta la consumo
entre cada rueda de humo
en otra rueda abolida.
El cigarro dice luego
por poco que arda a conciencia:
la ceniza es decadencia
del claro beso de fuego.
Tal el coro de leyendas
hasta tu labio aletea.
Si has de empezar suelta en prendas
lo vil por real que sea.
Lo muy preciso tritura
tu vaga literatura.

...
Toute l’âme resume
Quand lente nous l’expirons
Dans plusieurs ronds de fume
Abolis en autres ronds
Atteste quelque cigare
Brûlant savamment pour peu
Que la cendre se sépare
De son clair baiser de feu
Ainsi le chœur des romances
À la lèvre vole-t-il
Exclus-en si tu comiences
Le réel parce que vil
Le sens trop précis rapture
Ta vague littérature.
*La imagen es de Diego Rivera.

sábado, mayo 29, 2010

Derek Walcott: Brindarás por tu vida...


El amor después del amor
Llegará el tiempo
cuando, con júbilo
te encontrarás llegando
a tu propia puerta, a tu propio
espejo
y cada cual sonreirá al dar la
bienvenida al otro,
y dirá, siéntate aquí. Come.
Amarás otra vez al extraño que
alguna vez fuiste.
Le darás vino. Pan. Le
devolverás tu corazón
al mismo corazón, al extraño
que te ha amado

toda tu vida, al que ignoraste
por otro, al que te conoce de
memoria.
Sacarás las cartas de amor del
estante,

las fotos, las notas
desesperadas,
despegarás tu propia imagen
del espejo.
Te sentarás. Brindarás por
tu vida.

Estrella
Si, a la luz de las cosas, te desvaneces
de verdad, aunque pálidamente retirada
a una determinada y conveniente
distancia, como la luna suspendida
toda la noche entre las hojas, podrías
alborozar esta casa sin ser vista;
ah, estrella, doblemente compasiva, que vino
demasiado pronto para el crepúsculo, muy tarde
para la alborada, tu lumbre pálida
encauce lo peor de nosotros
hacia el caos
con la pasión
de un simple día.

*Versiones en castellano extractadas del portal informático de Casa de las Americas: http: laventana.casacult.cub

Desenlace
Yo vivo solo
al borde del agua sin esposa ni hijos.
He girado en torno a muchas posibilidades
para llegar a lo siguiente:

una pequeña casa a la orilla de un agua gris,
con las ventanas siempre abiertas
hacia el mar añejo. No elegimos estas cosas.

Mas somos lo que hemos hecho.
Sufrimos, los años pasan,
dejamos caer el peso pero no nuestra necesidad

de cargar con algo. El amor es una piedra
que se asentó en el fondo del mar
bajo el agua gris. Ahora, ya no le pido nada a

la poesía sino buenos sentimientos,
ni misericordia, ni fama, ni Curación. Mujer silenciosa,
podemos sentarnos a mirar las aguas grises,
y en una vida inmaculada
por la mediocridad y la basura
vivir al modo de las rocas.
Voy a olvidar la sensibilidad,
olvidaré mi talento. Eso será más grande
y más difícil que lo que pasa por ser la vida.


Fama
Esto es la fama: domingos,
una sensación de vacío
como en Balthus,

callejuelas empedradas,
iluminadas por el sol, resplandecientes,
una pared, una torre marrón

al final de una calle,
un azul sin campanas,
como un lienzo muerto

en su blanco
marco, y flores:
gladiolos, gladiolos

marchitos, pétalos de piedra
en un jarrón. Las alabanzas elevadas
al cielo por el coro

interrumpidas. Un libro
de grabados que pasa él mismo
las hojas. El repiqueteo

de tacones altos en una acera.
Un reloj que arrastra las horas.
Un ansia de trabajo.
*Versiones en castellano de Vicente Araguas.

**Derek Walcott (Castries, Isla de Santa Lucía, 1930). Poeta y dramaturgo. Autor de una vasta obra poética representada en gran parte por Colección de poemas 1948-1984, Testamento de Arkansas, 1987, y Omeros, 1990. Premio Nobel de Literatura 1992.

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Agenda poética mes de junio

Martes 1 de junio, 18.30.
Presentación libro Siempre tu palabra cerca
de Joaquín Areta, poeta detenido-desaparecido.
Libros de la talita dorada.
Sala “José Luis Cabezas”, Cámara de Diputados de la Nación.

Jueves 3 de junio, a las 20
Bon Bon Pland: lectura de Poesía.
Leerán: Mercedes Araujo, Irene Gruss, Alberto Szpunberg.
Bonpland 1660.

Domingo 6 de junio, a las 19.30
Roxana Palacios presentará su nuevo libro de poemas,
Saquemos a mamá del cielo.
La cita es en El Emergente Bar, Gallo 333.
Conducen: Laura Zapavigna, Analía Pinto y Karina Sacerdote.
Jueves 10 de junio, por el Día del Escritor, a las 19.30
Festejo en la SEA.
Bartolomé Mitre 2815, 2do. piso, oficinas 225 a 230.


Lunes 14 de junio, a las 20
En un nuevo aniversario de la desaparición forzada de Roberto Santoro, leerán los poetas Carlos Patiño, Rafael Vasquez y Marcos Silber, integrantes del grupo Barrilete.
Rivadavia esq. Sarmiento, Casa de la Cultura de Quilmes.

Jorge Monteleone: La poesía atravesó todos los hechos de nuestra historia...

Agradecemos a la poeta Mónica Sifrim quien nos informó a través de facebook de esta excelente entrevista, publicada en http://www.politicargentina.com/


“¡Oíd, mortales!, el grito sagrado:
¡Libertad!, ¡Libertad!, ¡Libertad!
Oíd el ruido de rotas cadenas,
ved en trono a la noble igualdad.


¿Puede un poema de unos pocos versos contarnos una parte de la historia argentina? ¿Puede que un dolor o una alegría volcada en letras hablen más de nuestra cultura que cientos de manuales? Jorge Monteleone, escritor, crítico literario y traductor, acaba de publicar la antología “200 años de poesía argentina” (Alfaguara)*, y no lo duda:
“La poesía argentina recorre las cuestiones de civilización y barbarie, las guerras civiles, la proyección de una nación para el desierto argentino, los conflictos raciales, políticos y económicos, los fenómenos inmigratorios, de las minorías, de los pueblos originarios, de la exclusión social, la dictadura, el exilio, la guerra de Malvinas, la crisis institucional del 2001 y hasta los piqueteros”.
En el medio de los festejos del Bicentenario, este libro traza el vasto itinerario de doscientos años de poesía argentina.

-¿Qué autores se incluyen en la antología?
-La antología 200 años de poesía argentina, que celebra el bicentenario, incluye poetas argentinos a partir de 1810, es decir, no incluye los poetas coloniales. En tal sentido se inicia, simbólicamente, con la “Marcha patriótica” del poeta neoclásico Vicente López y Planes, que fue adoptada por la Asamblea del año XIII como el Himno Nacional, y continúa con los grandes poetas románticos y gauchescos del siglo XIX (Hidalgo, Echeverría, Mármol, Guido y Spano, José Hernández, Ascasubi, del Campo, Gutiérrez, Andrade, Obligado y Almafuerte). El siglo XX se inicia con Lugones y continúa con los poetas modernistas y vanguardistas (de Carriego y Baldomero Fernández Moreno, hasta Girondo y Borges) y luego se expande a todas las corrientes de la poesía de este siglo.

-¿Y la poesía popular es parte del proyecto?
-Sí, incluye también poesía popular, como a ocho grandes poetas del tango: a Yupanqui, Jaime Dávalos o María Elena Walsh. El orden es cronológico, por año de nacimiento de los poetas y la antología llega hasta los nacidos en 1959. Los poetas nacidos a partir de 1960 pertenecen a dos nuevas generaciones. La llamada poesía del 90, a pesar de ser de mucha importancia y desarrollo, hubiese implicado sumar, incluyendo a los poetas de las provincias, una cantidad enorme de poetas, no menos de cuarenta. Y la antología ya era muy vasta y por razones de espacio fue limitada allí: ya incluye 218 poetas, más de 800 poemas distribuidos en mil páginas. Cada poeta tiene breve un pero completa ficha bibliográfica donde se indica lugar de nacimiento y muerte y la lista de todos sus libros de poemas publicados hasta ahora, dos índices además de un estudio preliminar con algunas líneas de lectura.

-¿Qué importancia tiene en la historia de la literatura argentina?
-La poesía argentina tiene un lugar completamente central ya que, sin ir más lejos, el libro más importante de la poesía argentina, el Martín Fierro, es asimismo el libro más emblemático de la literatura nacional y uno de los símbolos de la cultura argentina. Por lo demás, muchos articuladores culturales de nuestra nación también fueron poetas. La poesía argentina es por completo dinámica y exploratoria, tiene una gran variedad y riqueza y en ella se atraviesan las cuestiones más acuciantes de nuestra cultura. Todavía, creo, es en parte secreta para los lectores, y aun para los lectores especializados e interesados en nuestra vida intelectual. Espero que este libro permita un mayor acercamiento, como un indicio a esa enorme memoria cultural.


-¿Crees que parte de la historia de nuestro país está contada en poesías?
-Sin ninguna duda, y lo digo enfáticamente, incluso por mi propia experiencia de lector y editor de este trabajo, donde lo comprobé con creces. En el estudio preliminar a la antología 200 años de poesía argentina señalo que desde su inicio –el ejemplo eminente es el Himno Nacional– nuestra poesía ha atravesado por todos los hechos relevantes de la historia argentina e incluso de los conflictos que se manifiestan en diversos poetas de ideologías opuestas. Puede hacerse un recorrido por toda la historia a través de lo que manifiestan los poemas allí incluidos, desde el antirrosismo de Mármol hasta la impronta nacionalista de Lugones en su “Dedicatoria a los antepasados”, el sesgo antinacionalista del “Poema conjetural” de Borges, que es un poema político, o la relectura del peronismo que realiza desde la reescritura Leónidas Lamborghini. La poesía argentina recorre las cuestiones de civilización y barbarie, las guerras civiles, la proyección de una nación para el desierto argentino, los conflictos raciales, políticos y económicos, los fenómenos inmigratorios, de las minorías, de los pueblos originarios, de la exclusión social, la dictadura, el exilio, la guerra de Malvinas, la crisis institucional del 2001 y hasta los piqueteros. Podría encontrar un ejemplo para cada uno. Es notable, pero al componer esta antología comprobé que en su conjunto la poesía argentina ha dado respuestas inmediatas a todos los hechos históricos de importancia.

*El libro contó con el apoyo de Julia Saltzmann y el soporte de un equipo coordinado por Gabriela Franco.

viernes, mayo 28, 2010

Nelly Sachs: Sueño y morir no tienen atributos

Estamos tan heridos

Estamos tan heridos
que creemos morir
cuando la calle nos lanza una mala palabra.
La calle no lo sabe,
pero no soporta semejante carga;
no está acostumbrada a soportar un Vesubio de dolores.
Han sido devastados los recuerdos de los tiempos antiguos,
desde entonces la luz es artificial
y los ángeles ya sólo juegan con pájaros y flores
o sonríen en el sueño de un niño.


Lenguas saladas del mar

Lenguas saladas del mar
lamen las perlas de nuestra enfermedad-
La rosa en el horizonte,
no del polvo,
sino de la noche,
se hunde en tu nacimiento-
Aquí en la arena
tu negra cifra
recubierta de tiempo
crece como cabello
todavía en la muerte-

¿Quién llama?

¿Quién llama?
¡La propia voz!
¿Quién responde?
¡Muerte!
¿Se hunde la amistad
en el campamento del sueño?
¡Sí!
¿Por qué no canta ningún gallo?
¡Está esperando que el beso del romero
nade en el agua ¿!

¿Qué es eso?

¡El instante de abandono
del cual el tiempo se suprime
asesinado de eternidad!

¿Qué es eso?

Sueño y morir no tienen atributos.

Esa noche

Esa noche
torcí una oscura calle adyacente
por la esquina.
Se extendió entonces la sombra
en mi brazo.
Esta prenda cansada
quería ser llevada/
y el color Nada se dirigió a mí:
¡Tú estás más allá!

Mi amor fluyó en tu martirio

Mi amor fluyó en tu martirio
se abrió paso a través de la muerte.
Vivimos en la resurrección-

Tras la puerta

Tras la puerta
pulsas la cuerda de la ansiedad
hasta que llegan las lágrimas.
En esa fuente te reflejas-

Tu nombre se te ha perdido

Tu nombre se te ha perdido
pero el mundo acude
y te ofrece bella variedad.
Agitas la cabeza y niegas
pero tu amado
encontró una vez la aguja en tu pajar.
Escuchas: él ya te llama-


Perdonad vosotras mis hermanas

Perdonad vosotras mis hermanas
he tomado vuestro callar en mi corazón
él vive ahí y sufre las perlas de vuestro sufrimiento
dolor de corazón golpea
tan fuerte tan estridentemente desgarrado.
Cabalga una leona sobre las olas
una leona del dolor
que hace tiempo dio sus lágrimas al mar-


*Versionesde Javier Tubía

**Nelly Sachs (Berlín, Alemania, 1891). Publicó, entre otros, los siguientes libros: En las moradas de la muerte (1947), Eclipse de la estrella (1949), Eli o la pasión de Israel (1951), También el Sol es apátrida (1957), Elegías a la muerte de mi madre (1957), Huida y transformación (1959) y Poesías tardías ( 1964).
Recibió el Premio de Literatura de la Asociación de Líricos Suecos en 1957, el Premio Droste en 1960, el Premio de la Paz de la Industria Editorial Alemana en 1965. En el año 1966 compartió el Premio Nobel de Literatura con Shmuel Iosef Agnón, escritor israelí. Falleció en Estocolmo en 1970.

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Incertezas, de la poeta Jimena Néspolo*

Mi dedo infame señala siempre
la nuez podrida

Qué ingrato es mi dedo:
atraviesa mi ombligo
acusa mi entraña
castiga mi hebra


Quisiera clausurar mi ombligo
amputar mi dedo.
______________________________________

Niña que duerme en mi pelo
sacude la sal de su lengua
se aposenta tímida sobre mis uñas esculpidas
Invita, tras preliminar acto de apatía, a racontar sus infamias

A festejo propenso: bailemos aquí amores los de todos -dice

No acusa error la niña
que vagan por su sangre
las olas perpetra en tierra

Rascando la higuera que aún no ha parido higos
traza un periplo de maldades

Niña, sofoca los caminos
hasta el ahogo abrazaste la tierra
pampa muerta detenida en monobloc de enfrente

Qué vienes aquí...
derrochando el licor de todos los hombres

Como un geómetra trasnochado
Niña
invita a reanudar tus miserias
para adorar a todos los dioses que han besado
una y otra vez
tus más tristes resabios
_______________________________________

Mi cigarro niño

Un cigarro arranca la mano que lo toma
en la cama mil mesetas acuestan sus sueños
como acantilados o brotes sin nombre

Es mi niño el que llora el día
a esta hora oculta
en mis brazos que no abrazan
los ojos se mira y el iris sabe tanto más
que cualquier párpado pretérito
en la efímera luz de un inconcluso mañana

Y aquella línea de pupilas cien veces cantada
recuerda la piel o la arena viscosa del tiempo
y es más fácil morir que rasguñar su llanto

Mi niño sabe tanto más del latir de este mundo
las negras nieves de la muerte
de la seda inmunda de mentiras
los ojos rasgados de hambre
sabe más sabe más sabe más

Mi niño no tiene edad y recuerda a cada lustro
que la edad nos engaña de a pasos
manchas mejillas besos
de a cigarros niños a mi mano
prendidos de sí mismos
gastando aire en un humo que al fin evapora

Sabe más más sabe sabe más
de mí de sí de la existencia

y quema los días fumándose el amor
_______________________________________

Alguien en el niño dormido
me come y me bebe todas las mañanas


Presiento en las hojas de hierba
una certeza que soñaré en mi futuro:
Hasta el más breve retoño recuerda
que en verdad la muerte no existe.


Pálida cal viva
mi germen madre nodriza
Rancia sabia me da de beber
de su propia medicina

se me ha pesadilleado el presente
resoñaré mi futuro
_______________________________________

¿Guardas más dulzor para mañana?


si la música arrullara
desistirían las palabras

cuidado con herir la cuadrícula
surge a borbotones la regla

la noche es una vieja cancerbera cansada

nadie teme herir al viento
no sangra barruntos de melancolía

nunca más de una pregunta

se bate a duelo
el sirviente de sí mismo

muere a manos vacías
ahogado en el rocío
solitario de una risa

cuidado con herir al viento

crisálidas
retoños
en botones de venganza
hasta el invierno

guardas
no hay dulzor para mañana
________________________________________
*Jimena Néspolo (Buenos Aires, 1973). Es doctora en Letras (UBA). Poeta, narradora y ensayista. Dirige la revista de artes y literatura gráficas Boca de Sapo.
Publicó, entre otros libros: Incertezas (1999), Papeles cautivos (Simurg, 2002), Ejercicios de pudor (ensayo). Colabora con críticas literarias en diversos medios periodísticos y revistas especializadas.
** Véase:
http://www.zapatosrojos.com.ar/Biblioteca/Jimena%20Nespolo.htm

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La orilla inalterable en la ciudad de Córdoba

Ediciones del Cíclope presentará el libro La orilla inalterable de la poeta Mónica Madrid.
La cita es el viernes 4 de junio a las 19, en el Museo de San Alberto – Caseros 124 (Córdoba)
Presenta: Livia Hidalgo.
La entrada es libre.

jueves, mayo 27, 2010

VII Concurso Nacional Macedonio Fernández de Narrativa Breve y Poesía

Bases generales
Podrán participar todas las personas mayores de 18 años residentes en Argentina con un libro inédito de poesía o narrativa breve escrito en castellano, de tema libre, que no haya obtenido premios o menciones, ni haya sido finalista en otros concursos.
Sólo se podrá participar en un género.
Se tomará como válida la fecha del sello postal.
No se entregará recibo alguno por la recepción de las obras.
Ningún material será devuelto por la institución durante el concurso ni después de establecido el fallo del jurado ni se mantendrá correspondencia sobre el mismo con los participantes.
Los autores ganadores conservarán los derechos totales de su autoría.
La participación en este concurso es gratuita.
La sola recepción del material determina la inscripción.
No podrán participar personas relacionadas directamente con el CMLZ.
Los autores premiados serán notificados en los primeros días del mes de noviembre.
La participación en este concurso implica la aceptación completa de sus bases.

Los envíos serán recibidos desde el 3 de mayo hasta el 3o de julio de 2010 por correo postal o personalmente en Colombres 420, (1832) Lomas de Zamora, Buenos Aires, Argentina.

Premio único e indivisible para cada género: $ 3.000 más la edición del libro ganador.

Bases Poesía: un libro inédito de poemas, de temática libre, con un mínimo de 400 líneas y un máximo de 700, en hoja tamaño A4, anillado y firmado con seudónimo, en letra Times New Roman o similar, en cuerpo 12, a doble espacio por una sola cara del papel. No podrán superarse las 70 páginas.
Sistema de plicas: los libros deberán ir acompañados de un sobre cerrado conteniendo los datos personales del autor (nombre y apellido, número de documento, domicilio, teléfono y correo electrónico) y en cuyo frente figurarán el seudónimo y el título de la obra. Cantidad de copias: tres.

Jurado Poesía: María del Carmen Colombo, Jorge Boccanera y Javier Adúriz.

Bases Narrativa: un libro inédito de cuentos breves, de temática libre, con un mínimo de 50 y un máximo de 70 páginas, en hoja tamaño A4, anillado y firmado con seudónimo, en letra Times New Roman o similar, en cuerpo 12, a dos espacios, por una sola cara del papel.
Sistema de plicas: los libros deberán ir acompañados de un sobre cerrado conteniendo los datos personales del autor (nombre y apellido, número de documento, domicilio, teléfonos y correo electrónico) y en cuyo frente figurarán el seudónimo y el título de la obra. Cantidad de copias: tres.

Jurado Narrativa: Silvia Camerotto, Carlos Pereiro y Roberto Ferro.
Coordinación general: Roxana Palacios Loray

Taller de poesía 2010

Está abierta la inscripción para los talleres de poesía, individual o en grupos, del segundo período de este año 2010, coordinados por María del Carmen Colombo.
Si te interesa, podés solicitar una entrevista al 15-60255595 o escribir a la siguiente dirección: cotocolombo@gmail.com.ar

PLAN DE TRABAJO
Metodología
. Lectura y análisis de los textos de los participantes.
. La palabra del otro como generadora de textos: práctica intensiva de la escritura.
. Voces y resonancias. Propuestas estéticas: lectura de la obra de otros autores:
Baudelaire - Rimbaud - Mallarmé - Valery - Eliot - Lezama Lima –
Discépolo – Pizarnik- Bayley - Orozco - Ortiz - Lamborghini – Gruss- Bellessi y otros.
Objetivos
. Perfeccionar la artesanía propia del oficio.
. Ahondar en aquellos temas y motivos que se manifiesten en la producción grupal e individual.
. Reconocer en los textos filiaciones y parentescos literarios.
. Adquirir una mayor conciencia del proceso creativo.

-Actividad complementaria: Evaluación grupal del conjunto de los textos presentados por cada uno de los integrantes.


*María del Carmen Colombo nació en 1950 en Buenos Aires. Ha publicado: La edad necesaria (1979); Blues del amasijo (1985); Blues del amasijo y otros poemas (1992, reedit. 1998); La muda encarnación (1993), La familia china (2000) y Los sueños del agua (poemas para chicos, 2010); además publicó Santo y Seña (publicación conjunta, 1984) y Folletín (Plaquetas del Herrero, 1998). Tiene un libro inédito: Bestiario sentimental. Ha recibido, en otros, el Primer Gran Premio de Poesía V Centenario (1992) y Mención Especial del Premio Nacional de Poesía, Producción 1996-1999 (2005). Integra antologías de poetas argentinos editadas en el país y en el extranjero -la más reciente Puentes/Pontes (Fondo de Cultura Económica, 2003)-. Colabora en diarios y revistas. Desde 1980 coordina talleres literarios.

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martes, mayo 25, 2010

María del Carmen Colombo: La tradición es un delirio, antiguo

al Grupo El Ladrillo

La herencia se impone, la tradición se elige, se fabula entre mate y mate, ante la mirada absorta --ausente-- de tatitas juidos al misterio del desierto por cuestiones de la ley.

Pocas pero ineludibles las huellas que dejaron esos caballos fantasmales en la llanura lisa de papel, nos han servido, sin embargo, para que en la soledad huérfana pudiéramos ensayar nuestra elección, intentarla por lo menos.

Metiéndonos por los intersticios de esas ausencias, nuestros ojos neblinosos, casi ciegos por la orfandad, por la falta de alimento, escucharon el susurro, la mudez de sus huellas, de sus textos.

En el presente de la llanura, en la orfandad pelada de la pampa de papel, robamos para comer, digerimos estrategias de supervivencia, ahondamos las huellas dejadas como al boleo ---bebimos de ellas-- hasta borrarlas, hasta olvidar, hasta escribirlas. Y en esos menesteres nos dimos cuenta de que --sin querer-- repetíamos los gestos de aquellos padres, también abandonados por los suyos. Casi atontados por la bebida, brebaje de huellas, en el pasado de la huida creímos ver un baile de borrachos, de mareados pañuelos que al compás de un pericón nos saludaban: eran los padres nuestros rezados de rodillas, el porqué, el por qué me has abandonado. Herencia de orfandad, de abandono en la pampa, como un desamparar que se hizo tango de nuestra propia suerte. Como un destino la herencia que se impone: la condena de hablar en una lengua falta, falta de todo padre. Hambre, hambre voraz había de inventarnos alguno.

Qué tarde era la hoja cuando lo descubrimos, una tarde casi crepuscular, esas que se asemejan al futuro cuando cae en picada, cuando el futuro cae como un descubrimiento fugaz. Otros más avispados tenían sus familias constituidas, como ecos repetían a los vientos: "a no llorar, la falta es lo que sobra", y tapaban los huecos de los platos, la boca de los mates las cerraban --horror vacui--, se enyenaban el buche y rellenaban colchones con los verdes vocablos de una herencia, y había que dormir para escucharlos recitar.


Cuando nos dimos cuenta --distraídos--, nos encontramos adentro de un espejismo de cristal, nuestro laboratorio refulgía, éramos alquimistas haciendo los conjuros contra la musa de la mala malaria. El movimiento del futuro anterior, como alguien dijo, "nos hacía comer de nuestra propia carne y vomitar otra distinta", trasmutar, trasmudábamos, mudábamos de forma: de la nada de fierro a la transformación en oro, oro aurora del nuevo día. Tradición de inventores de medias transparentes, argentinos, poetas: hacer nuevo lo viejo, como el sol, hacerlo cada día, pero siempre después, en el pasado de un presente futuro. Es decir: como perlas parir antepasados.


Notas halladas al pie de las estrofas de un pericón (antiguo)

A) Cuando los bailarines comienzan a girar, para atrás y adelante, debe leerse --léase-- en esta figura de la coreografía el régimen cronológico de nuestra tradición: el futuro anterior. En el sentido de que sólo instalados en el cuerpo de baile acontecido pueden recrearse las condiciones de producción de este acontecimiento, el baile, y entre ellas la así llamada tradición.

B) Cuando los bailarines se desplazan y ocupan el lugar de otro debe leerse, léase, a la tradición, a través de esta figura mínima. Acuérdese, lector, como dice la rima, la tradición es construcción política, en el sentido literario, claro. Porque todo texto ocupa su lugar por el desplazamiento de otros (textos), y por lo tanto la tradición permitirá la mejor producción de este desplazamiento.

C) Cuando los bailarines sacan los pañuelos debe leerse --léase--: la tradición es una apropiación, que se da bajo la forma o modalidad de cierta convocatoria a fantasmas emblemáticos, a ciertas voces que hablarán en los intersticios de la voz propia. En fin, ¿un inocente padrinazgo?

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viernes, mayo 21, 2010

José Ángel Valente: Las condiciones del pájaro solitario


"La forma se cumple sólo en el descondicionamiento radical de la palabra. La experiencia de la escritura es, en realidad, la experiencia de ese descondicionamiento y en ella ha de operarse ya la disolución de toda referencia o de toda predeterminación. Tal es la vía única que en la escritura lleva a lo poético, a la forma como repentina y libre manifestación.
Quedan a un lado, por supuesto, los condicionamientos del lenguaje de la comunicación y los elementos censores que, de toda necesidad, el lenguaje utilitario aloja. Por eso, la escritura (o lo que acaso cabría llamar estado de escritura) se ha podido sentir en lo moderno (así lo siente explícitamente Flaubert) como un estado de suspensión de la vida, al que por lo demás nunca lo poético ha sido ajeno (1). No es otro, en efecto, el estado de suspensión que en la galera del romance del conde Arnaldos aloja la aparición de lo poético:

Marinero que la manda diciendo viene un cantar
que la mar facía en calma, los vientos hace amainar,
los peces que andan n’el hondo arriba los hac andar,
las aves que andan volando n’el mástel las faz posar.

He ahí la soledad en que, como ruptura de lo sólito, la obra o la forma aparecen, si realmente se constituyen como tales, es decir, cuando son sólo espacio la epifanía o libre manifestación de la palabra. La obra o la forma tiene (en tal sentido ha de entenderse) entidad o naturaleza autónomas, son (y siempre en tal sentido) asemióticas, lo que las distinguiría del signo lingüístico en su funcionamiento ordinario, si aceptásemos, retomando una conocida distinción de Henri Focillon, que el signo significa y la forma se significa. En tal significarse de la forma las nociones de forma contenido se unifican, como en la forma se unen los contrarios. No otra cosa entendió acaso Nietzsche al decir que para ser artista ha de sentirse como contenido lo que el habla ordinaria llama forma.
En el punto de unificación de la forma, la referencia al hombre o al autor –¿quién es el autor?- está ya de antemano disuelta. La experiencia personal ingresa en el movimiento natural del universo, en el Ursatz, en el movimiento primario que, a la vez, precede y la sucede. La obra es así anónima, como la poesía está, en verdad, hecha por todos.
Soledad o libertad esencial de la obra, cuya definición mejor acaso fuese predicar de ella las cinco condiciones del pájaro solitario, según las declaró Juan de la Cruz, que deberían aprender los niños de memoria –cantando– en las escuelas: La primera, que se va a lo más alto; la segunda, que no sufre compañía, aunque sea de su naturaleza; la tercera, que pone el pico al aire; la cuarta, que no tiene determinado color; la quinta, que canta suavemente."
--------------------------------------------------------
(1) Thomas Bernhard da, en lo inmediato, otra penetrante aproximación a este estado: “la escritura le advenía como a otros advienen los sueños, y como los sueños era frágil” (“Kulterer”, en An der Baumgrenze, 1969).

*José Ángel Valente: Variaciones sobre el pájaro y la red. Precedido por "La piedra y el centro". Ed. Tusquets. Barcelona, 2000.

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Libros: recomendados


Una canción de cuna arregla todo, así se llama el libro que reúne 23 poemas del poeta norteamericano John Ashbery, bellamente traducidos por los poetas Arturo Carrera y Daniel Kantorowicz. El prólogo a la edición de Carrera es imperdible. Una verdadera joya editada por la editorial El niño Stanton /Colección Traducciones.

Pedido de la Fundación Pibes



El poeta Esteban Charpentier, presidente de la Fundación P.I.B.E.S, nos ha hecho llegar este mensaje que queremos compartir con todos ustedes:

"Estimados amigos: Hasta el 2 de junio vamos a hacer una colecta de útiles escolares para la Escuelita 1031 de Chaco, la que ven en las fotos. Resulta que desde que les dieron la asignación por hijo, las autoridades retiraron el envío de útiles y libros para los chicos. Así que vamos a hacer un envío de útiles y una mochila para cada uno. Son 93. Podés colaborar con plata o con algún útil. Nosotros ya nos encargamos de las mochilas. Gracias a los que puedan.

Uruguay 634, Piso 6º K , Tel. : 4371-0414 o 154411-6331."

Blanca Wiethüchter, en el blog de la poeta Irene Gruss

No te pierdas los poemas de Blanca Wiethüchter (La Paz, Bolivia, 1947-2004), están en el blog de la poeta Irene Gruss, entrá en esta dirección:

http://elmundoincompleto.blogspot.com

jueves, mayo 20, 2010

Recomendaciones: Jimena Néspolo: Manual de instrucciones egocidas


"Manual Arandela, Sergio Bianchi. Morón, Macedonia ediciones, 2009. 125 págs.
Escorzos. Catálogo japonés de imágenes a mano alzada, Facundo Ruiz / Irene Sola. Buenos Aires, Huesos de Jibia, 2009. 63 págs.

Frente al desove de palabras innecesarias, cualquier poeta twittérico sabe hacer jugar a su favor la economía y el silencio..."

Así comienza el excelente artículo de Jimena Néspolo --poeta, narradora y ensayista--, que podés seguir leyendo entrando aquí:

http://agendabds.blogspot.com/2010/05/manual-de-instrucciones-egocidas-por.html#comment-form

Ya salió la Nueva Antología de Poesía, publicada por Ed. Alfaguara



Nueva antología, con selección y prólogo de Jorge Monteleone:



Desde la “Marcha Patriótica” de López y Planes –nuestro Himno Nacional– y los cielitos sobre la revolución de mayo de 1810 hasta los poemas del veloz tiempo actual que escriben nuestros poetas del presente, este libro traza el vasto itinerario de doscientos años de poesía argentina. Aunque forma parte de una tradición de antologías –como la que Juan de la C. Puig realizó en el Centenario o Raúl Gustavo Aguirre publicó en los setenta–, este volumen es único en su tipo, dado el amplio arco temporal que abarca y el exhaustivo conjunto de estéticas y de autores que ofrece.200 años de poesía argentina es una antología en la que el lector hallará en un solo tomo a nuestros poetas: los grandes precursores del siglo XIX, como José Hernández, los maestros del siglo XX y el numeroso grupo que conforma el nuevo canon que se prolonga en el siglo XXI. Una selección abarcadora, donde no faltan los poemas clásicos y más divulgados o aquellos ocultos tesoros por descubrir, que proyecta una visión renovada y abarcadora sobre la poesía escrita en nuestro país a lo largo de toda su historia.

miércoles, mayo 19, 2010

Juan Fernando García: Morón*


I. Los días con Morón

Es el río que vuelve

Así como el otoño se anuncia
en los colores
en las sombras del pino
en la ventana
y el flamear de hojas que mañana caerán
nuestro recuerdo del río vuelve
con otras luces
otras temporadas,
en las huellas que el perro deja
como marca
por las que volverá:
un pictograma de la mente.

Ensueño interrumpido
por un avión que pasa
rasga el cielo, desaparece por detrás
del ligustro que da a la nada.

Los distintos momentos
del azul y del naranja
en el atardecer
imprimen –en esa insistencia aguada–
melancólicas briznas
sobre frutos estallados en el césped:
danza entre velos de telarañas
fragancia desmayada del pinar.

Una desesperada manera de desear el regreso
como el otoño, agazapado
detrás de los duraznos y la higuera.


Paseo. Día 1

En medio de la tarde,
cuando ya nada
del recorrido por la casa
queda
viene Morón con su felicidad a cuestas,
me ve teclear,
leer en la pantalla,
hojear los libros que en la mesita
de la derecha esperan
y posa sus patas en la silla
para acercarse a un brazo
extiende su cuello
y quiere darme besos.
Puede que esa postura erguida
la mantenga varios segundos.
Después se arroja al piso
aguardando mi mano
confirmando que es hora
de una nueva salida.


Paseo. Día 2

Será por ese movimiento de derecha a izquierda
en la insistencia izquierda, derecha
de su cola, que seguirlo da alegría.

Dina pregunta desde el norte:
“¿cómo está el perrito que mira a los ojos?”

también, los facultativos insisten
en reconocer en su expresión
la inteligencia.

Pasamos las estaciones en casa. Felices juntos
atravesamos este verano
echados, con un ventilador en el rostro,
sonriendo.


Escena de la vida doméstica


De aquí, la limadura de oro impresa en la ventana;
se escuchan gritos en el fondo,
cacarea una vecina

y es lo que no se ve, lo que no se oye
una muralla que la imaginación pondera.

Bajamos las persianas
para ser un poco más íntimos,
no descubrirnos en ese cruce de miradas
que nos delatarían.
Juegos impertinentes
y el desconcierto en forma de pantera
salta a vibrar y armarse de coraje.

Aliento a después. Una hoja cae,
siempre caen hojas y del pasado a esta hora:
el mundo atravesado por tu nombre.


Los placeres y los días


Este mediodía de agosto trae
–en el reverso mental
que dejan las clases, las teorías
sobre la escritura–
aromas de una lluvia que niega
su aparición tan anunciada.

Dejo lo que estoy leyendo,
apunto en fotologs familiares
comentarios sobre flores y comidas;
un artista de mi generación alaba
al capitalismo:
esa es su postal desde Miami.

Todo se desvanece en esa bruma:
las razones en el centro
de lo que aquel poema devolviera en sorna.

Un pájaro rompe con su piar lejano
la monocorde insistencia de la maza
sobre la medianera.

¿Se puede entrar en trance, olvidar el martillazo
interminable?, me pregunto, alejado ya
de toda filosofía.

Avanzan las nubes,
la vuelta al trabajo.
En el balcón sentados, Morón y yo
reconcentrados en nuestros pequeños universos
de estos placeres y estos mediodías.

Paseo. Día 6


De antiguas formas, aún guarda secretos el perro:
todo territorio urbano una planicie.
Ni calles ni veredas ni árboles que rechazar.
Avanza, mira a su paso a niños y ancianos
que le devuelven con gentileza una sonrisa.
Sociable, íntegro en estas geografías.
La casa también es la morada perfecta.

Algunas noches, pide un lugar en la cama estrecha.


* Juan Fernando García (Necochea, 1969). Libros publicados: La arenita (2000), Todo (2004), Ramos generales (2006).
** Los poemas que se transcriben pertenecen a Morón, libro inédito del autor.

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Delfina Goldaracena*: Tiempo efímero...


Me arranco las sombras
me arranco lo que fui
me arranco el pecho y con él se va el alma
saco la tierra
mi cara se cubre de polvo
mi mano se desvanece como la sangre
mis pies se queman como la arena
pierdo la mirada
y con ella el olfato y mi gracia
mi sed se va por los caminos desnudos
me arranco el lápiz
y con el va mi vida

*Delfina Goldaracena (Argentina, 1990-2006). Sus poemas fueron incluidos en la antología Poesía en el subte (Ed. De la Flor), en la antología de la Casa de la Poesía del Gobierno de la Ciudad y en la revista de poesía La Guillotina. Recibió diversos premios y realizó lecturas en diversos espacios poéticos.
**El poema que se transcribe pertenece a su libro Tiempo efímero, declarado de interés cultural por el gobierno municipal de San Isidro.

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Dúo Los Mileo

El domingo 23 de mayo, a las 19.30, en el Centro Nacional de la Música y la Danza, México 564, San Telmo, van a actuar los hermanos Mileo, no te los pierdas! Pero, además, estarán Claudio Calmens, Marcelo Ferrari y Federico Barabino. Y, también, todo lo que sigue:

Musica experimental
A partir de Dziga Vertov
Obra: Introducción y Toccata para piano a Dziga Vertov Música: Luis Mihovilcevic Piano: Luis Mihovilcevic

El Otro Tango
Bandoneón y guitarra: Eliseo Tapia Piano: Adriana de los Santos Composiciones: Eliseo Tapia.

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SEA: Pedido solidario

Nos informa la Sea (Sociedad de Escritoras y Escritoros de la Argentina) que se necesitan dadores de sangre, de cualquier grupo y factor para el escritor Jorge Ariel Madrazo, quien será operado mañana.
COMUNICARSE CON CECILIA MADRAZO: 4957 0744 (después de las 19). Se agradece la colaboración y difusión.

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martes, mayo 18, 2010

Homenaje a Diana Bellessi

Hoy, martes 18, a las 19, con Gabriela Franco, Paula Jiménez, Osvaldo Bossi y Jorge Aulicino, se realizará un Homenaje a la poeta Diana Bellessi.
La cita es en Librería Eterna Cadencia, Honduras 5582. Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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Sara Gallardo: Las treinta y tres mujeres del Emperador Piedra Azul

I
Detrás del gran rey cuelga un cuero pintado. Puede agitarse, es el viento. O no agitarse: la reina está escuchando. Los muertos por su orden cuento en mí. Tontas las que lloran su juventud pasada: ignoran los secretos de la fermentación. Vean las borracheras bajo las estrellas: si el agua es para el día, para el dominio es el alcohol.
Alcohol es la vejez. Perdí los dientes, mi alimento es influir. Trenzo mis canas, ¿qué se trenza sin mí?
Tengo un anhelo sin embargo. Haría matar a esa muchacha. Y a su niño en sus brazos.

IV
Las torturé. Sigo con sed. Las vi morir, nombrando a desconocidos en otras lenguas. No me sacié. Si cada pasto fuera sujeto de humillación y cada estrella un ojo que cegar seguirían mis ansias.

VIII
Pasar, sin pisadas. Hormiga. Aire. Nada.


XXIII
Esperé diez años. Y me vio.
Llegaba de la guerra. Sangre negra le chorreaba el pecho. Vi sus hijos, sus nietos. Las plumas de sus lanzas también negras, locas de victoria. Mujeres, viejos, perros, chicos eran un solo aullido. Y las cautivas color muerte.
Yo le sostuve la mirada. Su caballo rayó junto a mis pies. Mi abuela me pegó.
Celebraron durante muchos días. Los guerreros dormían, vomitaban. Esperé. El rey caminó entre las tiendas. Vi abrir el cuero de mi casa.
Nunca lo nombré. Nunca me nombró. Yo fui rey, él muchacha. Aprendí a gobernar, él a reír. Suelen hablar. Poco saben de amor.

XXXI
Llovía. Y llovía mi llanto. Es triste ser mujer del viejo rey. Era de noche, debajo de la manta. En otoño las cosas son así.
Entró en la oscuridad el hijo de mi esposo. Había bebido. Tal vez se equivocó.
Aquello fue salir al resplandor en un caballo de batalla. Fue correr. Fue vencer.

XXXII
Su padre le dijo el día del primer combate:
-Que ninguna mujer te importe más que la guerra.
Su padre le dijo el día del primer banquete:
-Ninguna mujer lleva más lejos que el alcohol.
Su padre le dijo el día del primer sacrificio:
-Atarse a una mujer es apartarse del misterio.
Conoció el combate, el alcohol, el misterio. Me dice:
son tres sombras junto a falda roja.

*De "Las treinta y tres mujeres del Emperador Piedra Azul". El país del humo. Alción, 2003.
------------------
La América de aquí es el territorio de casi todas mis historias: esa pampa salvaje, un poco expresionista, imposible de catequizar. Un país en que el humo cubre todo y lo vuelve fantástico o fantasmagórico. Un mundo de monstruos. Y a la vez tan fascinante.
Aprecio la hipersensibilidad. La literatura escrita por mujeres necesita de un vigor viril. Ese rigor debe estar al servicio de la hipersensibilidad, como lo está por ejemplo en Virginia Woolf, una autora exenta de afectación. Me gusta crear personajes masculinos. Por otra parte, ya de chica tenía un estilo de juego que no se avenía al tradicional de las mujercitas. Por supuesto, tenía muñecas, pero me atraía mucho más jugar a los pieles rojas, a los árabes, imaginar que las bicicletas eran las carpas en el desierto. Además, me encanta todo lo salvaje. Los caballos me apasionan. No me pierdo los desfiles y me emociono cuando pasan los granaderos. Me gusta lo épico en la vida y la literatura. Demás está decir que una de mis lecturas preferidas es
La Ilíada."
Sara Gallardo frente a Sara Gallardo. Revista La Nación, 11 de septiembre de 1977.

**Sara Gallardo (Buenos Aires,1931- 1988). Narradora y periodista. Hija del historiador Guillermo Gallardo, nieta del naturalista Ángel Gallardo y tataranieta de Bartolomé Mitre, Publicó Enero (1958/1962), Pantalones Azules (1963), Los galgos, los galgos (1968/Tusquets, 1997) Primer Premio Municipal y Premio Ciudad de Necochea Eisejuaz (1971), El país del humo (1977/ 2003), l Páginas de Sara Gallardo por Sara Gallardo (1987) Páginas de Sara Gallardo (1990) y Narrativa breve completa (2004), La rosa en el viento (1979). Trabajó en las revistas Confirmado y Primera Plana y luego para La Nación, de la que fue corresponsal en Europa. Publicó en Editorial Estrada sus relatos infantiles: Los dos amigos y Teo y la TV, (1974), Las siete puertas (1975) y ¡Adelante, la isla! (1982). Cuando murió estaba comenzando una biografía de Edith Stein, intelectual judía que ingresó en el Carmelo y murió en Auschwitz.

Información extractada de: http://narradorasargentinas.blogspot.com/2009/10/la-rosa-en-el-viento-sara-gallardo.html

lunes, mayo 17, 2010

Ley del Escritor

El Espacio Literario Juan L. Ortiz invita al debate sobre la Ley del Escritor que se realizará en el marco del Ciclo Intervenciones Críticas.
Participan: Miguel Gaya, Miguel Espejo, Vicente Battista, Mario Goloboff, Susana Swarc, Susana Aguad, Marta Goldín, el secretario general de la SADE -Ernesto Fernández Núñez- y un representante de la SEA.
Presenta: Juano Villafañe.
Coordina: Dolores Espeja.
Luines 31 de mayo, 19 hs, Sala Meyer Dubrovsky (3º piso).
Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Av. Corrientes 1543.

Marcelo Carnero: Tratado de cuerpo*

Tratado de cuerpo

La falta de memoria
me produce terror

como el frío

hay algo a lo que no
me acostumbro

porque aquí hubo un nombre
y ya no hay nada.


El extraño

Por la boca
que no tengo
habla

silencio
en el silencio
en el silencio.


Oficio de lo rígido

El dolor sabe hacer

Como una leche fría
se me entrega lo oculto

Vientre sin madurar
me anticipo al silencio

Se me cae la boca
pero no digo nada

Ahora que lo sé
pena por cuerpo el otro.


Arte de guerra

Hay una razón en este ejercicio
incompleto de decir

mi pequeño quirófano nocturno

la mutilación del lenguaje
y estos cuerpos que no mueren
pero se pudren.

Refugio de los que hablan

Como si en el pequeño
corazón de este mundo
fuéramos encontrados
besándonos los ojos

Un día estaremos solos
no vendrá la mañana.

Oficio de lo rígido

Camino
golpeo algo con mis manos
y ante el agite de moscas grito:
de este cuerpo comemos todos.

*Marcelo Carnero (Buenos Aires, 1978). Los poemas que se transcriben están incluidos en su libro Tratado de cuerpo (Ediciones La Carta de Oliver, 2008).

sábado, mayo 15, 2010

Odiseo Elytis: para ti traiga el amor

El trébol de los mares

Por una vez en mil años
los duendecillos del mar
entre las oscuras algas
y las verdes piedrecillas
lo plantan y luego brota
antes que el sol se levante
lo encantan y luego brota
el trébole de los mares

Y quien lo encuentre no muere
y quien lo encuentre no muere

Por una vez en mil años
distinto trinan las aves
no ríen ni se lamentan
sólo dicen sólo dicen
--Por una vez en mil años
se vuelve el amor eterno
que tengas suerte que tengas
que suerte te entregue el año
desde los lados del cielo
para ti traiga el amor

El trébole de los mares
quién será quien me lo envíe
quién será quien me lo envíe
el trébole de los mares

Nota del traductor Miguel Castillo Didier: Para conservar cierto ritmo en estas canciones ( y no poemas, según afirmación de Elytis), utilizamos la forma arcaica "trébole", que, por otra parte, se conserva en canciones castellanas.

La ciclista

La senda junto al mar anduve
que hacía la ciclista cada día

Hallé las frutas que llevaba su canasto
y el anillo caído de su mano

Hallé la campanita y su chamanto
las ruedas el manubrio y el pedal

Hallé su cinturón y en una orilla
una piedra translúcida parecida a una lágrima

Una a una guardé todas las cosas
y dónde ha de estar la ciclista me decía

La vi pasar arriba de las olas
al otro día encima de las tumbas

Perdí sus huellas la tercera noche
en los cielos prendiéronse las lámparas.

*Poeta griego, nacido en Creta, en 1911. Premio Nobel de Literatura 1979.
**Los textos que se transcriben están incluidos en la Antología fundamental, editada por Pomaire en 1981.

viernes, mayo 14, 2010

Marianela Riera: El anzuelo...



II
en tu mano brilla el anzuelo

la noche en su oscuridad confunde
e ingenua acepta
esa pequeña estrella

¿será por eso que estoy
anclada en ese lucero
sin sueños, presa
en los ojos de la noche?


III
fui luz de su mirada
contorno del mundo
huella y sendero

despojo del brillo
soy, en su cadena

lumbre que me alumbre
desearía de sus ojos
pero de un tajo su mirada
abre la noche y
ofrece una senda
tan plateada que me abisma

*Marianela Riera: Es poeta y actriz (Capital Federal, 1967). Publicó: Al borde de la noche (2009). Los poemas que se transcriben pertenecen a un libro inédito y, junto con otros textos, recibieron el segundo premio del Concurso de Poesía 2009, organizado por la Fundación Victoria Ocampo (véase Antología editada por la mencionada Fundación -2010-).

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miércoles, mayo 12, 2010

Angelus Novus: Benjamin-Klee



“Hay un cuadro de Klee (1920) que se titula Angelus Novus. Se ve en él a un Ángel al parecer en el momento de alejarse de algo sobre lo cual clava su mirada. Tiene los ojos desencajados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel de la Historia debe tener ese aspecto. Su cara está vuelta hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tormenta desciende del Paraíso y se arremolina en sus alas y es tan fuerte que el ángel no puede plegarlas… Esta tempestad lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas mientras el cúmulo de ruinas sube ante él hacia el cielo. Tal tempestad es lo que llamamos progreso."
(Walter Benjamin).

Nota:
W. Benjamin compró la acuarela de Paul Klee Angelus Novus en 1921, la cual permanece por unos meses en Münich en casa de su amigo G. Scholem y luego es llevada a Berlín. Benjamin pensó en suicidarse y dejar de herencia la pintura a su amigo; en 1935, cuando emigra a París, lleva la pintura con él. En 1940, antes de partir a los Pirineos para intentar escapar de los nazis, deja la acuarela a resguardo de Bataille, en la Biblioteca Nacional de París. Al terminar la Segunda Guerra, la pintura llega a Estados Unidos, en donde queda en manos de Theodor Adorno, quien, a su vez, se la lleva a Frankfurt. En la actualidad la acuarela está en el Museo de Israel, en Jerusalén. Fue legada por la viuda de Scholem.

información extractada de http://aquileana.wordpress.com/2008/06/28/walter-benjamin-a-proposito-del-angelus-novus-de-paul-klee/

Paul Klee: El árbol

"(...) Déjenme emplear un símil, el símil del árbol. El artista ha penetrado en este nuestro mundo multiforme y --vamos a suponerlo así-- se ha orientado en él más o menos... calladamente... La orientación en las cosas de la naturaleza y de la vida, ese orden ramificado, de muchas ramas, lo quisiera comparar con las raíces del árbol.
De allí le afluyen al artista las savias que pasan a través de él y de sus ojos.
Él está, pues, donde está el tronco. Asediado y conmovido por el poder de ese fluir, transmite en la obra lo que ha visto.
Como en la copa del árbol, que en el tiempo y en el espacio se despliega visiblemente hacia todos los lados, se despliega también la obra.
A nadie se le ocurriría pedirle al árbol que forme la copa exactamente como la ráíz. Todos comprenderán que entre abajo y arriba no puede haber una relación de espejo y objeto reflejado. Es natural que las distintas funciones de distintos ámbitos elementales den lugar a grandes diferencias.
Pero precisamente al artista en muchos casos se le quiere prohibir esas diferencias con respecto a los modelos naturales, necesarias, si no por otras razones por las exigencias de la creación plástica. Hasta se ha ido tan lejos como para reprocharle impotencia e imputarle un falseamiento intencional.
Pero él, en el lugar del tronco, lugar que le está asignado, no hace más que recoger lo que brota de las profundidades y transmitirlo. Lo que hace no es servir ni dominar; es simplemente transmitir.
Ocupa, pues, una posición auténticamente humilde. Y la belleza de la copa no es suya, sólo ha pasado a través de él."
*Fragmento de la conferencia de Klee Sobre el arte moderno, extractado del libro Mundo y vida de grandes artistas (III), Westheim Paul. Fondo de Cultura Económica, 1984.

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martes, mayo 11, 2010

Silvina Ocampo: El pecado mortal


Los símbolos de la pureza y del misticismo son a veces más afrodisíacos que las fotografías o los cuentos pornográficos, por eso ¡oh sacrílega! los días próximos a tu primera comunión, con la promesa del vestido blanco, lleno de entredoses, de los guantes de hilo y del rosario de perlitas, fueron tal vez los verdaderamente impuros de tu vida. Dios me lo perdone, pues fui en cierto modo tu cómplice y tu esclava.

Con una flor roja llamada plumerito, que traías del campo los domingos, con el libro de misa de tapas blancas (un cáliz estampado en el centro de la primera página y listas de pecados en otra), conociste en aquel tiempo el placer –diré- del amor, por no mencionarlo con su nombre técnico; tampoco tú podrías darle un nombre técnico, pues ni siquiera sabías dónde colocarlo en la lista de pecados que tan aplicadamente estudiabas. Ni siquiera en el catecismo estaba todo previsto y aclarado.

Al ver tu rostro inocente y melancólico, nadie sospechaba que la perversidad o más bien el vicio te apresaba ya en su tela pegajosa y compleja.

Cuando alguna amiga llegaba para jugar contigo, le relatabas primero, le demostrabas después, la secreta relación que existía entre la flor del plumerito, el libro de misa y tu goce inexplicable. Ninguna amiga lo comprendía, ni intentaba participar de él, pero todas fingían lo contrario, para contentarte, y sembraban en tu corazón esa pánica soledad (mayor que tú) de saberte engañada por el prójimo.


En la enorme casa donde vivías (de cuyas ventanas se divisaba más de una iglesia, más de un almacén, el río con barcos, a veces procesiones de tranvías o de victorias de plaza y el reloj de los ingleses), el último piso estaba destinado a la pureza y a la esclavitud: a la infancia y a la servidumbre. (A ti te parecía que la esclavitud existía también en los otros pisos y la pureza en ninguno.)

Oíste decir en un sermón: “Más grande es el lujo, más grande es la corrupción”; quisiste andar descalza, como el niño Jesús, dormir en un lecho rodeada de animales, comer miguitas de pan, recogidas del suelo, como los pájaros, pero no te fue dada esa dicha: para consolarte de no andar descalza, te pusieron un vestido de tafetas tornasolado y zapatos de cuero mordoré; para consolarte de no dormir en un lecho de paja, rodeada de animales, te llevaron al teatro Colón, el teatro más grande del mundo; para consolarte de no comer miguitas recogidas del suelo, te regalaron una casa lujosa con puntillas de papel plateado, llena de bombones que apenas cabían en tu boca.

Rara vez las señoras, con tocados de plumas y de pieles, durante el invierno se aventuraban por ese último piso de la casa, cuya superioridad (indiscutible para ti) las atraía en verano, con vestidos ligeros y anteojos de larga vista, en busca de una azotea, de donde mirar aeroplanos, un eclipse o simplemente la aparición de Venus; acariciaban tu cabeza al pasar, y exclamaban con voz de falsete: “¡Qué lindo pelo!”. “¡Pero qué lindo pelo!”

Contiguo al cuarto de juguetes, que era a la vez el cuarto de estudio, estaban las letrinas de los hombres, letrinas que nunca viste sino de lejos, a través de la puerta entreabierta. El primer visitante, Chango, el hombre de confianza de la casa, que te había puesto de apodo Muñeca, se demoraba más que sus compañeros en el recinto. Lo advertiste porque a menudo cruzabas por el corredor, para ir al cuarto donde planchaban la ropa, lugar atrayente para ti. Desde allí, no sólo se divisaba la entrada vergonzosa: se oía el ruido intestinal de las cañerías que bajaban a los innumerables dormitorios y salas de la casa, donde había vitrinas, un altarcito con vírgenes, y una puesta de sol en un cielo raso.

En el ascensor, cuando la niñera te llevaba al cuarto de juguetes, repetidas veces viste a Chango que entraba en el recinto vedado, con mirada ladina, el cigarrillo entre los bigotes, pero más veces aún lo viste solo, enajenado, deslumbrado, en distintos lugares de la casa, de pie arrimándose incesantemente a la punta de cualquier mesa, lujosa o modesta (salvo a la de mármol de la cocina, o a la de hierro con lirios de bronce del patio). “¿Qué hará Chango, que no viene?” Se oían voces agudas, llamándolo. Él tardaba en separarse del mueble. Después, cuando acudía, naturalmente nadie recordaba para qué lo llamaban.

Tú lo espiabas, pero él también terminó por espiarte: lo descubriste el día en que desapareció de tu pupitre la flor del plumerito, que adornó más tarde el ojal de su chaqueta de lustrina.

Pocas veces las mujeres de la casa te dejaban sola, pero cuando había fiestas o muertes (se parecían mucho) te encomendaban a Chango. Fiestas y muertes consolidaron esta costumbre, que al parecer agradaba a tus padres. “Chango es serio. Chango es bueno, mejor que una niñera” decían a coro. “Es claro, se entretiene con ella” agregaban. Pero yo sé que una lengua de víbora, de las que nunca faltan, dijo: “Un hombre es un hombre, pero nada le importa a los señores, con tal de hacer economías”. “¡Qué injusticia!”, musitaban las ruidosas tías. “Los padres de la niñita son generosos, tan generosos que pagan un sueldo de institutriz a Chango.”

Alguien murió, no recuerdo quién. Subía por el hueco del ascensor ese apasionado olor a flores, que gasta el aire y las desacredita. La muerte, con numerosos aparatos, llenaba los pisos bajos, subía y bajaba por los ascensores, con creces, cofres, coronas, palmas y atriles. En el piso alto, bajo la vigilancia de Chango, comías chocolates que él te regaló, jugabas con el pizarrón, con el almacén, con el tren y con la casa de muñecas. Fugaz como el sueño de un relámpago, te visitó tu madre y preguntó a Chango si hacía falta invitar a alguna niñita para jugar contigo. Chango contestó que no convenía, porque entre las dos harían bulla. Un color violeta pasó por sus mejillas. Tu madre te dio un beso y partió; sonreía, mostrando sus preciosos dientes, feliz por un instante de verte juiciosa, en compañía de Chango.

Aquel día la cara de Chango estaba más borrosa que de costumbre: en la calle no lo hubiéramos conocido ni tú ni yo, aunque tantas veces me lo describiste. De soslayo lo espiabas: él, habitualmente tan erguido, arqueándose como signos de paréntesis; ahora se arrimaba a la punta de la mesa y te miraba. Vigilaba de vez en cuando los movimientos del ascensor, que dejaba ver a través de la armazón de hierro negro, el paso de cables como serpientes. Jugabas con resignada inquietud. Presentías que algo insólito había sucedido o iba a suceder en la casa. Como un perro, husmeabas el horrible olor de las flores. La puerta estaba abierta: era tan alta, que su abertura equivalía a la de tres puertas de un edificio actual, pero eso no facilitaría tu huida; además no tenías la menor intención de huir. Un ratón o una rana no huyen de la serpiente que los quiere, no huyen de animales más grandes. Chango, arrastrando los pies, se alejó de la mesa por fin, se inclinó sobre la balaustrada de la escalera para mirar hacia abajo. Una voz de mujer, aguda, fría, retumbó desde el sótano:

-¿La Muñeca se porta bien?

El eco, seductor cuando le decías algo, repitió sin encanto la frase.

- Muy bien- respondió Chango, que oyó sonar sus palabras en los fondos oscuros del sótano.

- A las cinco le llevaré la leche.

La respuesta de Chango: - No hace falta, se la prepararé yo -, se mezcló con un –gracias- femenino, que se perdió en los mosaicos de los pisos bajos.

Chango volvió a entrar en el cuarto y te ordenó: - Mirarás por la cerradura cuando yo esté en el cuartito de al lado. Voy a mostrarte algo muy lindo.

Se agachó junto a la puerta y arrimó el ojo a la cerradura, para enseñarte cómo había que hacer. Salió del cuarto y te dejó sola. Seguiste jugando como si Dios te mirara, por compromiso, con esa aplicación engañosa que a veces ponen en su juego los niños. Luego, sin vacilar, te acercaste a la puerta. No tuviste que agacharte, la cerradura se encontraba a la altura de tus ojos. ¿Qué mujeres degolladas descubrirías? El agujero de la cerradura obra como un lente sobre la imagen vista: los mosaicos relumbraron, un rincón de la pared blanca se iluminó intensamente. Nada más. Un exiguo chiflón hizo volar tu pelo suelto y cerrar tus párpados. Te alejaste de la cerradura, pero la voz de Chango resonó con imperiosa y dulce obscenidad: “Muñeca, mira, mira”. Volviste a mirar. Un aliento de animal se filtró por la puerta, no era ya el aire de una ventana abierta en el cuarto contiguo. Qué pena siento al pensar que lo horrible imita lo hermoso. Como tú y Chango a través de esa puerta, Píramo y Tisbe se hablaban amorosamente a través de un muro.

Te alejaste de nuevo de la puerta y reanudaste tus juegos mecánicamente. Chango volvió al cuarto y te preguntó: “Viste?”. Sacudiste la cabeza y tu pelo lacio giró desesperadamente. “¿Te gustó?”, insistió Chango, sabiendo que mentías. No contestabas. Arrancaste con un peine la peluca de tu muñeca, pero de nuevo Chango estaba arrimado a la punta de la mesa, donde tratabas de jugar. Con su mirada turbia recorría los centímetros que te separaban de él y ya imperceptiblemente se deslizaba a tu encuentro. Te echaste al suelo, con la cinta de la muñeca en la mano. No te moviste. Baños consecutivos de rubor cubrieron tu rostro, como esos baños de oro que cubren las joyas falsas. Recordaste a Chango hurgando en la ropa blanca de los roperos de tu madre, cuando reemplazaba en sus tareas a las mujeres de la casa. Las venas de sus manos se hincharon, como de tinta azul. En la punta de los dedos viste que tenía moretones. Involuntariamente recorriste con la mirada los detalles de su chaqueta de lustrina, tan áspera sobre tus rodillas. Desde entonces verías para siempre las tragedias de tu vida adornadas con detalles minuciosos. No te defendiste. Añorabas la pulcra flor del plumerito, tu morbosidad incomprendida, pero sentías que aquella arcana representación, impuesta por circunstancias imprevisibles, tenía que alcanzar su meta: la imposible violación de tu soledad. Como dos criminales paralelos, tú y Chango estaban unidos por objetos distintos, pero solicitados para idénticos fines.

Durante noches de insomnio compusiste mentirosos informes, que servirían para confesar tu culpa. Tu primera comunión llegó. No hallaste fórmula pudorosa ni clara ni concisa de confesarte. Tuviste que comulgar en estado de pecado mortal. Estaban en los reclinatorios no sólo tu familia, que era numerosa, estaban Chango y Camila Figueroa, Valeria Ramos, Celina Eysaguirre y Romagnoli, cura de otra parroquia. Con dolor de parricida, de condenada a muerte por traición, entraste en la iglesia helada, mordiendo la punta de tu libro de misa. Te veo pálica, ya no ruborizada frente al altar mayor, con los guantes de hilo puestos y un ramito de flores artificiales, como de novia, en tu cintura. Te buscaría por el mundo entero a pie como los misioneros para salvarte si tuvieras la suerte, que no tienes,de ser mi contemporánea. Yo sé que durante mucho tiempo oíste en la oscuridad de tu cuarto, con esa insistencia que el silencio desata en los labios crueles de las furias que se dedican a martirizar a los niños, voces inhumanas, unidas a la tuya, que decían: es un pecado mortal, Dios mio, es un pecado mortal. ¿Cómo hiciste para sobrevivir? Sólo un milagro lo explica: el milagro de la misericordia.
* (Buenos Aires, 1903-1994). Publicó, entre otros, los siguientes libros: Viaje olvidado (cuentos), 1937; Espacios métricos (poesía), 1942; Enumeración de la patria (poesía), 1942; Los sonetos del jardín (poesía), 1946; Autobiografía de Irene (cuentos), 1948; Poemas de amor desesperado (poesía),1949; Los nombres (poesía), 1953; Pequeña antología, 1954; El pecado mortal (antología de relatos), 1966; Informe del cielo y del infierno (antología de relatos), 1970; La furia (cuentos), 1959; Las invitadas (cuentos), 1961; Lo amargo por dulce (poesía), 1962; Los días de la noche (cuentos), 1970; Amarillo celeste (poesía), 1972; El cofre volante (cuentos infantiles), 1974; El tobogán (cuentos infantiles), 1975; El caballo alado (cuentos infantiles), 1976; La naranja maravillosa (cuentos infantiles), 1977; Canto escolar (cuentos infantiles),1979; Árboles de Buenos Aires (poesía), 1979; La continuación y otras páginas, 1981; Y así sucesivamente (cuentos), 1987; Cornelia frente al espejo, 1988; Los que aman, odian, Buenos Aires, 1946; Los traidores (pieza teatral en verso), 1956.

lunes, mayo 10, 2010

Alfredo Rosenbaum: Teatro de palabras

El miércoles 12 de mayo, a las 19, en la Casa de la Lectura, Lavalleja 924, se presentará Teatro de palabras, el nuevo libro del poeta y dramaturgo Alfredo Rosenbaum. La presentación estará a cargo de Cristina Feijoó. La edición, por su parte, pertenece al sello Ediciones Borromeo.

sábado, mayo 08, 2010

Pedido urgente: se necesitan dadores de sangre

Nos informa nuestro amigo Ramón Fanelli que el poeta Eduardo Borracchia (Dalter) necesita en forma urgente dadores de sangre para una intervención quirúrgica cardiovascular, que se le va a realizar la semana próxima.
El lugar donde se encuentra internado y donde debe realizarse la donación es el Hospital Argerich (barrio de La Boca). La habitación donde se encuentra internado es la Nº 1118, 3º piso.
Gracias a todos aquellos que puedan colaborar.

María Cristina Santiago: Siempreviva*

4
Este es un cajón
donde cabe de todo.
Cuatrocientos kilos de piedras
le pusieron
para que no se moviera.
Veinte millones de cuerpos
hay adentro.
Veinte
y sus almitas
viajan a la intemperie.
A los tumbos
los barquitos pintados
llevándose a la muerta
como si el barco
ondeara
un carrito de cartones.


7
Era una sola
sombra larga y eran
doscientas las coronas,
aunque ahora que lo pienso
tal vez más de doscientas.
Tenían naranjas y en las manos
jarras de mate cocicdo.
Eran sombras de pelo desgreñado
el murmullo y los pañuelos
rezaban como si nunca
hubieran visto la noche
que se volvía mortal
a las veinte y veinticinco.
Esa noche
noche larga.


10
Ahora sólo soy espíritu
por fin pude arrojarme
al aire liberada
y soy también magnífica
energía que se desprende
del cadáver que besan
con unción, tocarlo quieren
y otros despedazarlo
para imprimir en cada miembro
las letras
de la palabra patria.

*María Cristina Santiago (Buenos Aires). Publicó: Soy el lugar de las apariciones (1984), Duera del Serrallo (1991), Vidrieras de Ámsterdam (1996), Lucía, por mirar de reojo (nouvelle, 2003), El libro de las aguas (2003), Siempreviva (2010).
**Los poemas que se reanscriben están incluidos en su último libro.

viernes, mayo 07, 2010

Lectura de poemas


La cita es el lunes que viene, 10 de mayo, a las 20, en Casa de la Cultura de Quilmes --Rivadavia esquina Sarmiento). Leerán los poetas: Fernando Delgado y Miguel Angel Morelli. Entrada libre y gratuita. Organizan: Araca la Poesía y El ojo de la ballena.

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Miguel Ángel Morelli: cuando ya nada puede ser dicho...

...
y me pregunto qué va a ser de mí / con esta lluvia
con tanta agua corriendo calle abajo / y esos despojos
que van a la deriva/ si hoy el mundo es una boca de tormenta

hay que llegar/ me digo / a la otra orilla
mientras trato de recordar cómo era que rezaba
aquel hombre que no salía de su casa sin paraguas
...

mi madre creía en dios y hablaba con él en voz alta
mientras lavaba la ropa y la colgaba de la soga

sentado en un rincón del patio / después de la escuela
yo la escuchaba hablar sola y pensaba que mi madre estaba loca

¿cómo no iba a pensarlo? / yo tenía apenas doce años
la edad del mundo / la edad de todas las verdades de este mundo

pero un día llegué y ella no estaba
y fue como volver a nacer / aunque del lado de la desesperanza

eso pasó hace mucho tiempo, es cierto, pero de tarde en tarde
cuando el olvido me acorrala / me siento en el rincón de pensarla

y vuelvo a ser entonces ese niño al que la muerte le mordía los labios
...

la armonía entre pensamiento y realidad,
como todo lo metafísico,
hay que buscarla en la gramática del lenguaje
ludwig wittgenstein, tractatus logico-philosophicus

cuando ya nada puede ser dicho y el silencio impone su agonía
¿calla el decir o el pensamiento?
si calla el decir, son las palabras las que nos han abandonado
en el límite exacto de nuestro propio lenguaje /
si calla el pensamiento / en cambio
es el lenguaje el que nos roba cualquier promesa de mundo

silencio sobre silencio / cuando todo es intemperie
lo inexplicable que emerge del poema
nos devuelve del vacío y da consuelo /

... pero esa luz ya no es nuestra

* Miguel Angel Morelli (Coronel Suárez, Pcrov. de Buenos Aires, 1955). Publicó: Piedra blanca sobre piedra negra (1980), Los signos del fuego (1989), Fragmentos de un cielo impenetrable (1998), Humanos, casi humanos (2008), Despojos (2009).
** Los poemas que se transcriben pertenecen a su último libro.

jueves, mayo 06, 2010

Los sueños del agua en Página/12

Entrando en esta dirección, podés leer la nota de Silvina Friera, aparecida en Página/12, en la cual, justo al final, hay una mención para el libro Los sueños del agua (de María del Carmen Colombo y Cristian Turdera):

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/2-17816-2010-05-04.html

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Horacio Castillo: Hasta aquí llegó la vida...

Arte Poética

Soltar la lengua, de manera que no trabe el producto
que viene desde adentro, impulsado
por una fuerza superior
y el hábil juego de riñón y diafragma;
insistir presionando los músculos
como para expulsar
un caballo o un cíclope;
repetir el procedimiento
provocándolo inclusive con los dedos
o una materia acre,
hasta quedar vacío, sólo reseca piel,
odre para colgar del primer árbol,
extenuada matriz de lo volátil, acaso de la luz.

Hice un hoyo

Hice un hoyo en la tierra
y lloré dentro de él; lloré de bruces,
hasta que el llanto llegó al fondo,
hasta que todo se anegó,
hasta que brotó de la profundidad
un tallo que nadie hubo tocado.

Para ser recitado en la barca de Caronte

El paisaje es más hermoso de lo que habíamos imaginado:
estas murallas que caen a pico sobre nosotros,
aquel sol negro descendiendo sobre la laguna,
allá, a estribor, un arco iris que refracta la niebla.
Pero esta moneda de hierro entre los dientes,
este óbolo que debemos morder hasta el término del viaje,
cierra la boca que desea cantar.
Cantar para estas almas tristes sentadas en el banco,
mientras el cómitre marca con el látigo el compás,
mientras ordena remar sin interrupción,
cada vez más fuerte, cada vez más rápido, más lejos de la luz.

Tuerto rey

Esta mosca que desova en el pantano
y vuela de mejilla en mejilla, de párpado en párpado,
ha traído la peste a nuestros ojos: ya no vemos
las nubes sobre los techos de la aldea,
la sombra de la garza remontando la corriente.
Pero al atardecer, cuando bajamos a la orilla del río
y el tuerto coronado de oro repite su relato,
descubrimos a través de su boca grandes señales en el cielo,
sangre de su ojo que sueña por la tribu.

Croar del alma

Cuando mi alma, como una rana, salte a la nada,
la oirán croar, croar toda la noche,
croar arriba y abajo, al este y al oeste,
hasta que el ojo monótono de la luna llore en los pantanos,
hasta que cese el espanto y empiece la eternidad.

Excavaciones

Hasta aquí llegó la vida, dices, y tu dedo toca el muro.
Hasta aquí llegó la muerte, dices, y señalas el dintel.
Pero si pones el pie donde estaba el umbral,
si te acercas con la rama de albahaca y un gallo en los brazos,
las sombras vendrán rápidamente a tu encuentro.
Pero si te sientas donde estuvo el umbral,
si cantas con el gallo -con el gallo de la memoria-
todavía puedes recordar, privilegio de los vivos,
todavía puedes olvidar, privilegio de los muertos.
Hasta aquí llegó la vida, dices, y señalas el dintel.
Y ya no sabes si estás del lado de la sombra o del lado de la luz.
Alguien viene a beber sol: extiendes la mano.
Alguien viene a beber sombra: extiendes la mano.
Y cuando el desconocido te pregunta quién eres, no sabes contestar,
cuando le preguntas quién es, no puede contestar.
Canta -pides- pero él no cantará.
Sueña -responde- y tú no entenderás.
Hasta aquí llegó la vida, dices, y tu dedo toca el muro.
Hasta aquí llegó la muerte, dices, y señalas el dintel.
Y cercas la zona con una cuerda de sol, la cercas con fuego.
¿Qué buscas en la zona de sombra? El perro se ahogó,
las gallinas se ahogaron, se ahogaron los gatos y los dioses.
¿Quién te busca en la zona de sombra? El pasto creció,
creció el viento que viene del olvido.
El aire tragó las tímidas palomas.
Y aquellos esbeltos caballos lustrosos.
Recuerda: lo que ahora no recuerdes nunca volverá.
Olvida: lo que ahora no olvides nunca lo olvidarás.
Y pasas de la zona de sombra a la zona de sol.
¿Qué buscas en la zona de sol? No sabes qué buscas,
mirando las ropas tendidas detrás del tiempo,
subiendo escalinatas que sólo llevan al vacío,
abriendo y cerrando puertas que no existen.
Hasta aquí llegó la vida, dices, y tu dedo toca el muro.
Hasta aquí llegó la muerte, dices, y señalas el dintel.
Y sentándote nuevamente donde estuvo el umbral
cierras los brazos, encoges las piernas, te duermes
en la gran matriz del llanto, si todo no fue un sueño.

*Horacio Castillo (1934, Ensenada). Poeta, traductor del griego moderno, ensayista. Vive en la ciudad de La Plata. Publicó: Descripción (1971), Materia acre (1974), Tuerto rey (1982), Alaska (1993), Los gatos de la acrópolis (1998), La casa del ahorcado / Obra poética 1974-1999 (1999), Cendra (2000), Música de la víctima (2003), Mandala (2005) y Por un poco más de luz / Obra poética 1974-2005 (2005). Traducciones del griego: Epigramas de Calímaco (1999), Poemas, de Odysseas Elytis (1982), María la nube, de Odysseas Elytis, en colaboración con Nina Anghelidis (1986), Romiosini y otros poemas, de Yanis Ritsos (1988) y Seis poetas griegos: Kavafis, Seferis, Ritsos, Elytis, Vretakos, Vartvitsiotis (2000). Ensayo: Páginas de Alberto Girri seleccionadas por el autor (1983) y Sarmiento poeta (2007). También es miembro de número de la Academia Argentina de Letras y correspondiente de la Real Academia Española .

*Podés leer un reportaje al autor de los poemas, entrando en esta dirección: http://www.revista-atmosfera.com.ar/atmosfera3/dossier/castillo/reportaje.html

Concurso Nacional Macedonio Fernández

La Fundación Médica de Lomas de Zamora a través de la CODIC, comisión de docencia, investigación y cultura, y el Taller Macedonio Fernández de lectura y escritura creativa invitan a poetas y narradores a participar delVII CONCURSO NACIONAL MACEDONIO FERNÁNDEZ-DE NARRATIVA BREVE Y POESÍA
Bases generales:
Podrán participar todas las personas mayores de 18 años residentes en Argentina con un libro inédito de poesía o narrativa breve escrito en castellano, de tema libre, que no haya obtenido premios o menciones, ni haya sido finalista en otros concursos.
Sólo se podrá participar en un género. Se tomará como válida la fecha del sello postal.
No se entregará recibo alguno por la recepción de las obras. Ningún material será devuelto por la institución durante el concurso ni después de establecido el fallo del jurado ni se mantendrá correspondencia sobre el mismo con los participantes.
Los autores ganadores conservarán los derechos totales de su autoría.
La participación en este concurso es gratuita.
La sola recepción del material determina la inscripción.
No podrán participar personas relacionadas directamente con el CMLZ.
Los autores premiados serán notificados en los primeros días del mes de noviembre.
La participación en este concurso implica la aceptación completa de sus bases. Los envíos serán recibidos desde el 3 de mayo hasta el 3o de julio de 2010 por correo postal o personalmente en Colombres 420, (1832) Lomas de Zamora, Buenos Aires, Argentina.
Premio único e indivisible para cada género: $ 3.000 más la edición del libro ganador.
Bases Narrativa: un libro inédito de cuentos breves, de temática libre, con un mínimo de 50 y un máximo de 70 páginas, en hoja tamaño A4, anillado y firmado con seudónimo, en letra Times New Roman o similar, en cuerpo 12, a dos espacios, por una sola cara del papel. Sistema de plicas: los libros deberán ir acompañados de un sobre cerrado conteniendo los datos personales del autor (nombre y apellido, número de documento, domicilio, teléfonos y correo electrónico) y en cuyo frente figurarán el seudónimo y el título de la obra. Cantidad de copias: tres.
Jurado Narrativa: Silvia Camerotto, Carlos Pereiro y Roberto Ferro.
Bases Poesía: un libro inédito de poemas, de temática libre, con un mínimo de 400 líneas y un máximo de 700, en hoja tamaño A4, anillado y firmado con seudónimo, en letra Times New Roman o similar, en cuerpo 12, a doble espacio por una sola cara del papel. No podrán superarse las 70 páginas.
Sistema de plicas: los libros deberán ir acompañados de un sobre cerrado conteniendo los datos personales del autor (nombre y apellido, número de documento, domicilio, teléfono y correo electrónico) y en cuyo frente figurarán el seudónimo y el título de la obra. Cantidad de copias: tres.
Jurado Poesía: María del Carmen Colombo, Jorge Boccanera y Javier Adúriz.Coordinación general: Roxana Palacios LorayTaller Macedonio Fernández-CMLZ de lectura y escritura creativa. Colombres 420, Lomas de Zamora. Teléfono: 156 782 4551macedonianos@gmail.com / http://tallermacedoniofernandez2010.blogspot.com

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Algo nuevo por decir...

Hoy, jueves 6 de mayo de 2010, a las 18.30, en La Feria del Libro (La Rural, Plaza Italia), tendrá lugar la mesa “Algo nuevo por decir. Las escritoras del momento”. Participarán: Gabriela Cabezón Cámara, Patricia Kolesnicov, Laura Meradi y Romina Paula. Coordina: Gabriela Saidon.

martes, mayo 04, 2010

I Retrospectiva Editorial Libros de Tierra Firme (1983-2008): Homenaje vivo a la obra del editor José Luis Mangieri

El martes 11 de mayo, a partir de las 20 horas, se inaugurará la Ia Retrospectiva Editorial de Libros de Tierra Firme (1983–2008) y de Ediciones de la Rosa Blindada (1963), sellos editoriales que pertenecieron al maestro editor José Luis Mangieri, declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en 2007 y muerto el 1º de noviembre de 2008. Este evento se realizará todos los martes en Profondo Rosso, bar ubicado en Humahuaca 3853 (esq. Salguero), Abasto.

En cada jornada semanal se dará espacio a los autores, así como a amigos y conocidos de José Luis, para que diserten, vuelvan a presentar sus libros, cuenten anécdotas, se emocionen y revivan parte de la historia de estas editoriales que supieron albergar, desarrollar y cuidar el arte de tanta gente. También se proyectarán videos, entrevistas y documentales y se exhibirá el fondo editorial completo con libre acceso y venta al público, tal vez siendo ésta la última oportunidad del lector interesado o el coleccionista para conseguir estos títulos ya casi extintos.

Esta iniciativa surge del encuentro entre Distribuidora Cinco Pantalones (5p), encargada de la recuperación y el cuidado de este fondo editorial, y Nulú Bonsai Editora de Arte, quien realiza la curadoría editorial y la producción del evento. Compuesto por más de 5 mil ejemplares correspondientes a más de 350 títulos distintos de poesía, literatura, ensayo, teoría del arte, filosofía, historia y política, este volumen de libros se encuentra hoy distribuido equitativamente en el bar Profondo Rosso y La Libre, librería especializada y galería de arte ubicada en Bolívar 646, San Telmo.

Queremos agradecer en especial a Biblioteca Los Nadies por colaborar en la curaduría y manejo de los libros, tanto como en la producción y organización de todo lo que compete a este evento de características tan especiales.

Atte., Poetas, Editores, Distribuidores, Libreros y Bibliotecarios unidos en este homenaje.
Síntesis:

Iª Retrospectiva Editorial de Libros de Tierra Firme
Todos los martes desde las 20 horas
en Profondo Rosso — Humahuaca 3853
Entrada gratuita, salón para fumadores


Contacto:
Nulú Bonsai Editora de Arte
nulu.bonsai@gmail.com
Distribuidora Cinco Pantalones
cincopantalones@gmail.com
La Libre, arte y libros
Bolívar 646 — (011) 4343 5328
Biblioteca Los Nadies
Espacio Cultural Bonpland — Bonpland 1660, Palermo