sábado, noviembre 28, 2020

Marcelo Padilla*: Metafísica

 


Gracias Christian Kupchik por acercarnos este poema


metafísica

de por qué no somos suecos ni noruegos y simplemente argentinos

de por qué el muerto manda y ningún dirigente funcionarie podía parar la marea

de por qué al pueblo no se lo soporta en sus dimensiones devocionales

de por qué no nos hemos dado cuenta que se terminó el siglo XX ayer en la despedida del ultimo héroe trágico clásico de la novela post latinoamericana

de por qué un sentimiento puede tomar la casa rosada solo para darle el ultimo adiós al ultimo villero que no se olvidó de su origen

de por qué ayer vivimos la anticipación de la ficción mas desopilante que puede vivir un país donde todo era incontrolable porque a veces el pueblo es incontrolable

de por qué se suspendió todo sentido de la nueva normalidad y tuvimos en un solo día concentrado el espejo de los días donde no muchxs quieren mirarse para decir: sí, esto somos, y qué...

de por qué el mundo se asombra de nuestra vitalidad fatídica en el goce y en el exceso

de por qué reafirmamos la identidad en la negación de lo que no queremos ser (léase suecos o noruegos, holandeses)

de por qué el pueblo es peregrinante y crea sus símbolos pagánicos en medio de la intemperie y el desencanto

de por qué maradona (palabra maldita y maldecida) paraliza y produce un estado emocional casi padeciente mental y reactualiza debates de choque que luego decantarán en posturas políticas que antes eran puras e inmaculadas como la virgen que se sacó la ropa y se sumó en una apostática actitud de rebelión profánica.

de por qué ayer el caos en la vida de una persona le fue entregado al pueblo por mandato metafísico.

* Sociólogo y escritor mendocino Marcelo Padilla.

 

viernes, noviembre 27, 2020

Mariano Dubin: Aquiles, Maradona y los cuerpos insepultos: tres tesis para tiempos apocalípticos

 



1. Es la historia de Aquiles y Héctor. Es el origen de toda cultura: darle un rito a la muerte. Inclusive al enemigo. Al más odiado. Al muerto en venganza. Aquiles pierde la gracia divina por ultrajar el cuerpo de Héctor y arrastrarlo por los alrededores de Troya, como perro, en venganza personal, durante días. Héctor había matado a su amigo más amado y Aquiles, ganado por su ira, fuera de todo control, luego de asesinarlo, lo ultraja públicamente. Los dioses están indignados por la ausencia de respeto a los muertos. Zeus exige la restitución del cuerpo y, finalmente, Aquiles lo devuelve a su padre, Príamo. El poema de Homero comienza con una guerra y termina en un mandato fúnebre. Una guerra que no es otra cosa que la aventura imperialista de Agamenón tiene un orden superior: el rito de los muertos.

No es que en las Antigüedades no hubiera expolio (las tesis aristotélicas sobre la esclavitud como hecho natural o la sumisión de los pueblos bárbaros al Incario según el Inca Garcilaso nos dicen lo contrario), sino que en el triunfo global del imperialismo –ese corazón de las tinieblas que sólo no para de crecer-- se cifra una verdad (científica y universal): los cuerpos son sólo cuerpos y los muertos son sólo muertos. Ningún orden superior va a detener el saqueo imperial. O dicho de otro modo: el saqueo imperial no sólo exigió matar a Dios sino, principalmente, la humanidad de los humanos. Y el cuerpo de Héctor no vuelve al padre. Y el cuerpo del negro no es esperado por Fierro para ser enterrado. Y el cuerpo tuyo, hermano, si hay que tirarlo a campo abierto se tirará. Ya los caranchos harán su trabajo. Porque ya lo dijo Kilgore: I love the smell of napalm in the morning.

2. αορνος en griego significa “sin pájaros”. Los antiguos griegos encontraron esa imagen para definir al infierno. El Averno. Hace algunos meses fui a visitar a un amigo que tenía un ranchito y unos animales en un campo montaraz pero, ahora, vive a las orillas de Concordia en la peor pobreza. Regresamos a donde vivía. Donde hubo monte hay hoy un charco interminable de soja. No había animal alguno. Cuando volvíamos, mientras la tarde caía como quemando la soja insondable, mi amigo dijo: "¿Viste che? Ni un pájaro. Con los químicos que tiran hasta los pájaros rajaron".

Otra vez, el desierto

La muerte de Maradona da otra seña en este infierno y (tal vez) en este apocalipsis. No mirar este signo cosmológico es ciego: en un año de muerte y encierro murió la persona que más amamos en las últimas décadas. Quien más nos prestó su cuero para llorar, para abrazar, para reír. En un mundo que se está agotando muere la épica y la lírica. Muere el héroe. Los signos no son etéreos ni azarosos: son históricos. Ese signo, sin duda, es muy pesado para una dirigencia política a la altura del rosqueo mediático y poco del averno de la soja, el calentamiento mundial, la pérdida de recursos, la devastación de selvas y mares, la multiplicación del hambre y la desocupación.

Maradona hizo una última gambeta mágica pero nadie quiso estar a la altura de ese movimiento.

Miento: el pueblo sí. Y por eso salió a despedirlo con su épica y su lírica.

La dirigencia mezquina y oportunista no pudo más que repetir sus movimientos mecánicos y abúlicos.

3. El velorio trunco de Maradona repite la historia del cuerpo insepulto en la historia argentina. De sus líderes: Eva Perón, Juan Calfucurá, Mariano Moreno, Juan Domingo Perón, el Chacho Peñaloza, el Che Guevara. Hay dos claves. Una política: el poder sabe que el duelo es un momento de conciencia popular. De afirmación de la memoria histórica donde una generación se abriga en el ropaje de siglos de ponchos de hambres y rebeliones. Sin ese poncho el cuerpo de uno queda en el desierto a picotazos limpios de las aves de rapiña. Esa energía no se pierde, sin embargo. Vuelve a proliferar en el cotidiano popular pero sin síntesis políticas. En diálogos de esquina, en altanerías criollas contra la fuerza policial, en el consejo clasista, en la lucha sectorial. Pero se acaba de perder un momento de emergencia de la memoria histórica, de síntesis de luchas plebeyas, de cueros indios y criollos otra vez arrojados al margen de la historia.

El velorio es trunco porque quisieron, otra vez, al pueblo de espectador. Y en los velorios los deudos son los actores. Y el deudo, como siempre con los héroes nacionales, es el pueblo.

Gustavo Caso Rosendi: 25 de noviembre de 2020

 

Maradona Casa Villa Fiorito. Clarín


No es que llore, sólo tengo un "Pelusa" en el ojo.

Ídolo con pies de barrio.

Eterno botín jamás colonizado.

Patada en la redondez de los glúteos del mismísimo poder.

Tobillo inflado como el globo terráqueo.

Ganas de que alguien me bese, como a una camiseta.

Todos alguna vez le hicimos trampa al más tramposo.

Y luego (de manera formidablemente leal), para

que no queden dudas: un cuadro pintado por Da Fiorito.

Luces y sombras de un país siempre en gambeta.

Rebelde y obstinado; tripa y corazón.

Puteando a lo querido porque le han herido al himno.

Hijo del viento y de la luz.

Conexión neuronal superlativa.

Tartamudeo producido por una blancura extrema.

Nariz de cueva de Altamira.

Ahí lo está viendo al "Pájaro", sabe muy bien dónde ponerla.

Jueguitos con una chapita de gaseosa.

Era como una foca en el circo, pero más triste.

De una tristeza que daba alegría.

Ahora Diego está armando un "picado" en el cielo.


*Poeta argentino.



Eduardo Mileo*: Potrero

 


Potrero

 

Tu ética fue una estética

de campo sembrado,

no sólo porque allí floreció el fútbol

sino porque lo cultivaste doblemente:

allí también crecieron las semillas nuevas

que dieron y darán el brillo de sus frutos.

Es cierto: la pelota no se mancha.

El gol a los ingleses fue tu sello político.


*Poeta argentino.

Liliana Campazzo*: Yo me robaría el cajón de Maradona...

 


 

Yo me robaría el cajón de Maradona.

Saldría en un carro de botellero

como los que había en mi barrio

cuando chica.

O mejor en el carro de Pascualito

que pasaba por el frente

de la casa de mi nona.

Me robaría al Diego

para pasearlo por todos los barrios

de pibes pobres

por todos los bordes

de los bordes.

Dejaría que lo tocaran

le tiraran flores, camisetas,

pelotas de trapo, besos.

Lo peregrinaría a Luján,

o hasta el mismo límite

en Ushuaia.

Lo pasearía con una orquesta

que tocara cumbias, tarantelas

el ji ji ji de los redondos.

Todas sus mujeres bailarían atrás

y habría diez cuadras con sus hijos

caminando.

Dos caballos oscuros

arrastrarían ese carro.

Un recorrido eterno

dando vueltas

aviones dibujando con humo

10 en el cielo.

Vendedores de gorras

remeras

pelotas

salvarían este año de miseria

Choripanes pochoclos

tipos vendiendo pelotas con su cara

banderitas.

Me robaría el cajón

con las flores

y lo sostendría en este viaje

hasta que el sol la lluvia

la tierra el viento

lo volviera cenizas

que volaran

por todo el territorio

de la Patria.

*Poeta argentina.

miércoles, noviembre 18, 2020

Unión Escritoras y Escritores

Compañeros: 


El martes 24 de noviembre a las 12, la Unión de Escritoras y Escritores realizará una movilización para que se discuta y se apruebe el proyecto de ley de jubilación para nuestra actividad y la de traductorxs. La cita es frente al Congreso de la Nación. 

Demás está decir que es fundamental la presencia de todos nosotros para luchar por esta sentida reivindicación y por una Ley del Libro que contemple nuestros intereses.