viernes, marzo 29, 2019
Taller de lectura de Poesía, abril 2019
Mes de Abril 2019
Frecuencia: cuatro reuniones, una vez por semana, (jueves), dos horas
jueves, marzo 28, 2019
Alfonsina Storni: :Balada arrítmica para un viajero
Yo
tenía un amor,
un
amor pequeñito,
y mi
amor se ha ido.
Feliz
viaje, mi amor, feliz viaje!
No era
muy grande mi amor:
no era
muy alto;
nunca
lo vi en traje de baño;
pero
debía tener un cuerpo
parecido
al de Suárez.
Mejor
dicho, al de Dempsey.
Tampoco
era un genio;
se
reía siempre, eso sí;
le
gustaban los árboles;
acariciaba
al pasar
a los
niños.
Yo le
hubiera regalado
un
arco
para
que volteara estrellas...
Pero
tuve miedo
que
alguna
te
cayera en la cabeza, lector:
son
tan grandes!
Anoche
mismo se fue;
tomó
un vapor
que
medía una cuadra:
demasiado
extenso para él;
no es
un gigante.
Ahora
lo veo pequeño al buque,
muy
pequeño;
me
parece, solamente,
una
lanzadera
de
máquina de coser
temblando
en el filo
de una
montaña movible.
Senor
camarero,
señor
camarero del vapor:
hágale
usted una gran reverencia
cuando
lo vea pasar,
estírele
bien las sábanas de la cama,
despiértelo
con suavidad.
Señorita
viajera:
usted,
la más hermosa del barco:
mírelo
a los ojos con ternura;
dígale
con ellos cualquier cosa:
—Me
casaría con usted ahora mismo.
O si
no —Vamos a tomar
juntos
el té.
Y usted,
señor Río,
no sea
imprudente;
pórtese
como un caballero
con un
hombre que sueña;
necesita
cunas,
aun
cuando sean de agua.
No he
visto nunca
en el Río de la Plata
peces
voladores.
Si hay
alguno que no vuele:
no le
gustan los peces,
y
menos si tienen alas.
Mañana
llegará a un puerto,
junto
al muelle se parará el vapor:
Oh
señor Buque; oh estuche
en que
mi pequeño amor
hace
de diamante:
no
trepide mucho al atracar,
no dé
brincos!
Él
bajará la escalerilla
cantando
un foxtrot.
Siempre
canta un foxtrot.
Llevará
un traje gris
y un
sobretodo azul marino.
No se
los manche, usted, por Dios,
Señor
Buque:
mi
amor es pobre...
lunes, marzo 25, 2019
domingo, marzo 24, 2019
miércoles, marzo 20, 2019
lunes, marzo 11, 2019
Alfonsina Storni:: MASCARILLA Y TRÉBOL Círculos imantados Antisonetos
He aquí que te cacé por el pescuezo
a la orilla del mar; mientras movías
las flechas de tu aljaba para herirme
y vi en el suelo tu floreal corona.
Como a un muñeco destripé tu vientre
y examiné tus ruedas engañosas
y muy envuelta en sus poleas de oro
hallé una trampa que decía: sexo.
Sobre la playa, ya un guiñapo triste,
te mostré al sol, buscón de tus hazañas,
ante un corro asustado de sirenas.
Iba subiendo por la cuesta albina
tu madrina de engaños Doña Luna,
y te arrojé a la boca de las olas.
RÍO DE LA PLATA EN ARENA PÁLIDO
¿De qué desierto antiguo eres memoria
que tienes sed y en agua te consumes
y alzas el cuerpo muerto hacia el espacio
como si tu agua fuera la del cielo?
Porque quieres volar y más se agitan
las olas de las nubes que tu suave
yacer tejiendo vagos cuerpos de humo
que se repiten hasta hacerse azules.
Por llanura de arena viene a veces
sin hacer ruido un carro trasmarino
y te abre el pecho que se entrega blando.
Jamás lo escupes de tu dócil boca;
llamas al cielo y su lunada lluvia
cubre de paz la huella ya cerrada.
AUTORRETRATO BARROCO
Una máscara griega, enmohecida
en las romanas catacumbas, vino
cortando espacio a mi calzante cara.
El cráneo un viejo mármol carcajeante.
El Nuevo Continente sopló rachas
de trópico y de sud y abrió sus soles
sobre la testa que cambió su acanto
en acerados bucles combativos.
En un cuerpo de luna, tan ligero
que acunaban las rosas tropicales,
un órgano, tremendo de ternura,
me dobló el pecho. Mas ¿por qué sus sones
contra el cráneo se helaban y expandían
por la burlesca boca acartonada?
FUERZAS
Esa espada del mar en los confines...
Tiendas de luna y sol; un viejo nido
de palabras que avanzan por las olas
a clavarse llameantes en tu pecho.
Allá está el puño que semillas suelta
hacia tu tierra y hace agricultura
de flor de fuego en tus arenas frías;
allá en el abra, junto al mar, de cielo.
Máquinas de trastorno allá gobierna
y en sus aspas de jade soy volteada.
¿Qué me quieres oh tú palabra grave?
Nadie contesta pero ordena todo;
y el rubio alfanje de la luna nueva
el vientre me penetra y lo florece.
SUGESTIÓN DE UNA CUNA VACÍA
Un pájaro de luna hasta la tierra
la trajo. Inhabitada. Pero un nimbo…
Y se veía alzar desde su fondo
una ranilla humana al rosa abriendo.
Con los párpados bajos del ocaso
los barrotes doblaban sus rigores
y se agitaba la ranilla rosa
en cárcel presa ya y aún no nacida.
A luz de noche, franjas estelares
le dibujaban triángulos y cruces
de sombras y fulgor en nudo triste.
Y se acunaba sola, dulcemente,
como si arriba una celeste mano
le diera viento mecedor de flores.
DIBUJOS ANIMADOS II
Una mística flor, técnica y fría,
que el pomo de colores, semillero
de seres planos que el dibujo alienta,
si bien terrestre, de un trasmundo viene.
Hace millares de años que la garra
audaz del hombre, por desentrañarlo,
pintó paredes y mordió las piedras
hasta lograr un árbol que camina.
Mira el pequeño ser en blanco y negro
que te calca, tú que eres otro calco
de un modelo mayor e indefinido:
Un alma tiene que es la tuya misma,
la pobre tuya misma persiguiendo
trenes de viento y puerto de papeles.
ALEGORÍA DE LA PRIMAVERA
La tierra gira y gira y va a buscarla
a un prado rosa donde está yemando,
y viene a saltos y se trepa al lomo
del mundo y latiguea el viejo musgo.
Se hacen trompos los árboles y zumban,
y la piedra cojín y canto el agua;
y aprieta el pomo de las golondrinas
y desata las cajas de las flores.
Desgremia el cielo sus torzones lila
y cuelgan de ciudades y montañas,
y un tibio, verde viento los ondula.
La mano al hombre en la cintura pone
y aguas de vida súbensele al pecho
y alza el Ensueño largas sus trompetas.
PLANOS DE UN CREPÚSCULO
Primero había una gran tela azúrea
de rosados dragones claveteada;
muy alta y desde lejos avanzando,
pero recién nacida y pudorosa.
Y más abajo grises continentes
de nubes separaban los azules;
y más abajo pájaros oscuros
bañábanse en los mares intermedios.
Y más abajo aún, ceñudo el bloque
de milenarios pinos susurraba
una canción primera de raíces.
Y estaban, más abajo todavía,
prendidos a la tierra los humanos
rechinando los dientes y herrumbrosos.
*Mascarilla y trébol (1938).
miércoles, marzo 06, 2019
Alfonsina Storni: A Eros
A Eros
He aquí que te cacé por el pescuezo
a la orilla del mar; mientras movías
las flechas de tu aljaba para herirme
y vi en el suelo tu floreal corona.
Como a un muñeco destripé tu vientre
y examiné tus ruedas engañosas
y muy envuelta en sus poleas de oro
hallé una trampa que decía: sexo.
Sobre la playa, ya un guiñapo triste,
te mostré al sol, buscón de tus hazañas,
ante un corro asustado de sirenas.
Iba subiendo por la cuesta albina
tu madrina de engaños Doña Luna,
y te arrojé a la boca de las olas.
Del libro Mascarilla y trébol (1938)
lunes, marzo 04, 2019
Alfonsina Storni: Poemas de su libro Mascarilla y trébol.
RÍO DE
LA PLATA EN ARENA PÁLIDO
¿De
qué desierto antiguo eres memoria
que
tienes sed y en agua te consumes
y
alzas el cuerpo muerto hacia el espacio
como
si tu agua fuera la del cielo?
Porque
quieres volar y más se agitan
las
olas de las nubes que tu suave
yacer
tejiendo vagos cuerpos de humo
que se
repiten hasta hacerse azules.
Por
llanura de arena viene a veces
sin
hacer ruido un carro trasmarino
y te
abre el pecho que se entrega blando.
Jamás
lo escupes de tu dócil boca;
llamas
al cielo y su lunada lluvia
cubre
de paz la huella ya cerrada.
LA SIRENA
Llévate
el torbellino de las horas
y el
cobalto del cielo y el ropaje
de mi
árbol de septiembre y la mirada
del
que abría soles en el pecho.
Apágame
las rosas de la cara
y
espántame la risa de los labios
y mezquíname
el pan entre los dientes,
vida;
y el ramo de mis versos, niega.
Mas
déjame la máquina de azules
que
suelta sus poleas en la frente
y un
pensamiento vivo entre las ruinas;
Lo
haré alentar como sirena en campo
de
mutilados y las rotas nubes
por él
se harán al cielo, vela en alto.
PLANOS
DE UN CREPÚSCULO
Primero
había una gran tela azúrea
de
rosados dragones claveteada:
muy
alta y desde lejos avanzando,
pero
recién nacida y pudorosa.
Y más
abajo grises continentes
de
nubes separaban los azules;
y más
abajo pájaros oscuros
bañábanse
en los mares intermedios.
Y más
abajo aún, ceñudo el bosque
de
milenarios pinos susurraba
una
canción primera de raíces.
Y
estaban, más abajo todavía,
prendidos
a la tierra los humanos
rechinando
los dientes y herrumbrosos.
EL
SUEÑO
Máscara
tibia de otra más helada
sobre
tu cara cae y si te borra
naces
para un paisaje de neblina
en que
tus muertos crecen, la flor corre.
Allí
el mito despliega sus arañas;
y
enflora la sospecha; y se deshace
la
cólera de ayer y el iris luce;
y
alguien que ya no es más besa tu boca;
Que un
no ser, que es un más ser, doblado,
prendido
estás aquí y estás ausente
por
praderas de magias y de olvido.
¿Qué
alentador sagaz, tras el reposo,
creó
este renacer de la mañana
que es
juventud del día volvedora?
MAR DE
PANTALLA
I
Se
viene el mar y vence las paredes
y en
la pantalla suelta sus oleajes
y
avanza hacia tu asiento y el milagro
de
acero y luna toca tus sentidos;
Respiran
sal tus fauces despertadas
y
pelea tu cuerpo contra el viento,
y
están casi tus plantas en el agua
y el
goce de gritar ya ensaya voces.
Las
máquinas lunares en el lienzo
giran
cristales de ilusión tan vivos
que el
salto das ahora a zambullirte:
Se
escapa el mar que el celuloide arrolla
y en
los dedos te queda, fulgurante,
una
mítica flor, técnica y fría.
DIBUJOS
ANIMADOS
II
Una mística
flor, técnica y fría,
que el
pomo de colores, semillero
de
seres planos que el dibujo alienta,
si
bien terrestre, de un trasmundo viene.
Hace
millares de años que la garra
audaz
del hombre, por desentrañarlo,
pintó
paredes y mordió las piedras
hasta
lograr un árbol que camina.
Mira
el pequeño ser en blanco y negro
que te
calca, tú que eres otro calco
de un
modelo mayor e indefinido:
Un
alma tiene que es la tuya misma,
la
pobre tuya misma persiguiendo
trenes
de viento y puerto de papeles.
*Poemas extractados del libro Mascarilla y trébol (1938).
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