lunes, marzo 04, 2019

Alfonsina Storni: Poemas de su libro Mascarilla y trébol.





RÍO DE LA PLATA EN ARENA PÁLIDO

¿De qué desierto antiguo eres memoria
que tienes sed y en agua te consumes
y alzas el cuerpo muerto hacia el espacio
como si tu agua fuera la del cielo?

Porque quieres volar y más se agitan
las olas de las nubes que tu suave
yacer tejiendo vagos cuerpos de humo
que se repiten hasta hacerse azules.

Por llanura de arena viene a veces
sin hacer ruido un carro trasmarino
y te abre el pecho que se entrega blando.

Jamás lo escupes de tu dócil boca;
llamas al cielo y su lunada lluvia
cubre de paz la huella ya cerrada.


  
LA SIRENA

Llévate el torbellino de las horas
y el cobalto del cielo y el ropaje
de mi árbol de septiembre y la mirada
del que abría soles en el pecho.

Apágame las rosas de la cara
y espántame la risa de los labios
y mezquíname el pan entre los dientes,
vida; y el ramo de mis versos, niega.

Mas déjame la máquina de azules
que suelta sus poleas en la frente
y un pensamiento vivo entre las ruinas;

Lo haré alentar como sirena en campo
de mutilados y las rotas nubes
por él se harán al cielo, vela en alto.


PLANOS DE UN CREPÚSCULO

Primero había una gran tela azúrea
de rosados dragones claveteada:
muy alta y desde lejos avanzando,
pero recién nacida y pudorosa.

Y más abajo grises continentes
de nubes separaban los azules;
y más abajo pájaros oscuros
bañábanse en los mares intermedios.

Y más abajo aún, ceñudo el bosque
de milenarios pinos susurraba
una canción primera de raíces.

Y estaban, más abajo todavía,
prendidos a la tierra los humanos
rechinando los dientes y herrumbrosos.


EL SUEÑO

Máscara tibia de otra más helada
sobre tu cara cae y si te borra
naces para un paisaje de neblina
en que tus muertos crecen, la flor corre.

Allí el mito despliega sus arañas;
y enflora la sospecha; y se deshace
la cólera de ayer y el iris luce;
y alguien que ya no es más besa tu boca;

Que un no ser, que es un más ser, doblado,
prendido estás aquí y estás ausente
por praderas de magias y de olvido.

¿Qué alentador sagaz, tras el reposo,
creó este renacer de la mañana
que es juventud del día volvedora?


MAR DE PANTALLA

I
Se viene el mar y vence las paredes
y en la pantalla suelta sus oleajes
y avanza hacia tu asiento y el milagro
de acero y luna toca tus sentidos;

Respiran sal tus fauces despertadas
y pelea tu cuerpo contra el viento,
y están casi tus plantas en el agua
y el goce de gritar ya ensaya voces.

Las máquinas lunares en el lienzo
giran cristales de ilusión tan vivos
que el salto das ahora a zambullirte:

Se escapa el mar que el celuloide arrolla
y en los dedos te queda, fulgurante,
una mítica flor, técnica y fría.


DIBUJOS ANIMADOS
II

Una mística flor, técnica y fría,
que el pomo de colores, semillero
de seres planos que el dibujo alienta,
si bien terrestre, de un trasmundo viene.

Hace millares de años que la garra
audaz del hombre, por desentrañarlo,
pintó paredes y mordió las piedras
hasta lograr un árbol que camina.

Mira el pequeño ser en blanco y negro
que te calca, tú que eres otro calco
de un modelo mayor e indefinido:

Un alma tiene que es la tuya misma,
la pobre tuya misma persiguiendo
trenes de viento y puerto de papeles.

*Poemas extractados del libro Mascarilla y trébol (1938).

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