miércoles, septiembre 13, 2006

LO QUE SE SOSTIENE EN EL BORDE - "BLUES DEL AMASIJO Y OTROS POEMAS" Por Beatriz Vignoli


Somos un caos irisado. Con estas palabras definía Paul Cézanne, a principios de siglo, su relación con un cuadro en el momento de pintarlo. Y leer un poema de María del Carmen Colombo -Buenos Aires, 1950- hace pensar en aquella poética del caos organizado (el caosmos) que imprimió su vitalidad al arte moderno. Ya desde el título, su libro Blues del amasijo y otros poemas evoca un género musical tan rigurosamente pautado como rico en pasión. En él Colombo logra mantener, verso a verso, grados extremos de tensión narrativa y de tensión lírica que amenazan todo el tiempo con desorganizar y hasta desintegrar no sólo el mundo representado, sino también la racionalidad y la sintaxis. Este naufragio está siempre a punto de suceder, pero nunca sucede del todo. El poema se sostiene así en el borde, en lo que parece un umbral de lo inteligible y de lo soportable, en una especie de tempestuosa zapada, donde fragmentos de imágenes emergen como golpes de swing. Enseguida surge el recuerdo de Juan Gelman en los años sesenta, y sus Poemas de Sydney West, donde la palabra extranjera irrumpía como un puro color sonoro en la trama de una lengua materna exiliada de sí mediante ficticios efectos de traducción. O el de César Vallejo vanguardista en Trilce; o del Indio Solari, de Los Redonditos de Ricota, para el caso. Blues del amasijo fue publicado por primera vez en 1985 y, desde entonces, ha obtenido un logro poco común para un libro de poesía: una segunda edición en 1992, y una tercera que acaba de salir en la Colección Boulevard Octavo de Alicia Gallegos Editora. La primera parte del libro se abre con tres poemas que llevan un título en inglés: "To see I", II y III. La segunda, Bailanta, desarrolla ideas musicales. To see, que significa "ver", alude a la imagen recurrente del espejo, pero también a la relación entre exhibicionista y voyeur en el rito del strip-tease. Los poemas sugieren más de lo que muestran: es posible leer en ellos la escena del camarín de la diva (decadente o no, marginal o no; ¿acaso importa?), y leerla en la clave de una estética queer, donde coinciden ciertas fantasías femeninas con las de cierta región más o menos infernal del imaginario transgénero. Allí -suponiendo la improbable existencia de un aparato de representación queer--, la protagonista es casi siempre "ella", un desdoblamiento del "yo" que está puesto en escena y extrañado de sí, para que ese otro en el que el yo se ha convertido mientras tanto se dedique a mirarla desde el otro lado del espejo. "En cámara" ella puede decir de sí "yo", pero en pasado, y siempre desplazándose a través de sus nombres con minúscula: maría-márilin..., pero el que la nombre es él, y el sí es otro. En Blues del amasijo la metonimia es constitutiva de la anécdota misma del poema. El complejo juego de espejos descripto, más una exquisita dislocación temporal, fusionan el yo y el mundo, el relato y el acontecimiento, lo real y la fantasía. "To see II : del espejo/ a su cuerpo/ los ojos caen como frutos/ dormidos/ en su cuna de sangre no verán/ dónde arroja la piedra/ en qué tiempo penetra su imagen/ o quién/ (por favor quién)/ la llama desde un pozo". Colombo gusta de puntuar la intensa musicalidad de estos poemas con imágenes de gran síntesis que tienen la belleza de lo feo, el encanto nostálgico de lo triste; la vida, en suma, de los pobres: " La voladora Hotel: paisajes/ hay que ver/ como la virgen pudre/ naranjas/ en el techo pintado/ de trapo japonés/ el ojo donde/ dios se desvirgue/ frente al reino/ animal/ a horas un querubín/ / empapelado té por/ margaritas de plástico/ resbale y no/ la orgía de zapatos o/ tules que nunca/ detendrán amarillos/ bajando en/ escalera/ alguna/ luz escasa para gitano/ tornasol que toque/ chamamé se emborrache/ de miedo/ llame a vieja/ medalla con rodete/ peinarse mientras pasan/ serpientes de orín/ por su pelambre".

* Comentario publicado originalmente en Rosario/12, domingo 26 de julio, 1998.

viernes, septiembre 08, 2006

"LA MONTAÑA" Y "ESPERGESÍA", DOS POEMAS CON TRADUCCIÓN AL CATALÁN DE PERE BESSÓ



I- La Muntanya

Si fos segura
com una muntanya --les coses
clares, la paraula
precisa--. Si fos calma, una
pedra de quietud, la meua tresquera
culminaria --segurament--
al cimall de seny
i així omplerta miraria
des d´enllà
un ull de vertigen, l´altre
abís.

María del Carmen Colombo


II- Aspergèsia

vull l´aigua
del paradís, diu, alba
blanca, pura llum mirant el
reflector diu plena
lluna sense culpes
el poal de la meua ànima
fins el curull
com qui beu del gallet
celestial actriu fingeix
la gota terrenal quan
eixuga amb la punta
del mantell una set de rosada: ella
creu en l´eficàcia
del buit i representa
l´escena pensada per déu
per a salvar-nos.

María del Carmen Colombo

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I- La Montaña

Si fuera segura
como una montaña --las cosas
claras, la palabra
precisa--. Si fuera calma, una
piedra de quietud, mi derrotero
culminaría --seguramente--
en la cima de cordura
y así colmada miraría
desde allí
un ojo de vértigo, el otro
abismo.

María del Carmen Colombo


II- Espergesia

quiero el agua
del paraíso, dice, alba
blanca, pura luz mirando el
reflector dice llena
luna sin culpas
el balde de mi alma
hasta el colmo
como quien toma del gollete
celestial actriz finge
la gota terrenal cuando
enjuga con la punta
del manto una sed de rocío: ella
cree en la eficacia
del vacío y representa
la escena pensada por dios
para salvarnos.

María del Carmen Colombo

"CARTA A PAPÁ" : POEMA CON TRADUCCIÓN AL CATALÁN Y COMENTARIO DE PERE BESSÓ


LLETRA A PAPÀ
miserable estratagema
para tindre't: assemblar-me
a tu

ser en emmirallada llunyania
allò que lluu per absència
una estrella

Ho sabies? Absència és aqueix quelcom
de no-res que fa falta
al mar

com els morts
en cor sensible

no em crides il·lusa, no em mires
amb cara de víctima
nerviosa, estic a dalt
regna del no-res
ardent en les meues ferides

sóc el teu petit miratge
quin pitjor lligam
ah, si volguesses arribar fins acíi
entrasses en aquesta llum buida
en tot cas, si així fos, estimat meu
la llum fereix, la llum és realitat.

María del Carmen Colombo
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CARTA A PAPÁ
miserable estratagema
para tenerte: parecerme
a vos

ser en espejada lejanía
lo que brilla por ausencia
una estrella

¿sabías? ausencia es ese algo
de nada que hace falta
en el mar

como los muertos
en corazón sensible

no me llames ilusa, no me mires
con cara de víctima
nerviosa, estoy arriba
reina de la nada
ardiendo en mis heridas

soy tu pequeño espejismo
qué peor atadura
ah, si quisieras llegar hasta aquí
y entraras en esta luz vacía
en todo caso, si así fuera, querido mío
la luz hiere, la luz es realidad

María del Carmen Colombo
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Comentario :

La literatura clásica nos enseña que las cartas a los parientes, singularmente a la madre, mostraban el lado sensible, sentimental, afectivo de la cuestión. Sin perder ese referente, la literatura contemporánea, desde las vanguardias (acudamos al expresionismo germánico y piénsese en Kafka; Trakl, empero, es otra cosa, pues la madre se continuó en la hermana: pero no los únicos [Van Gogh se resarciría del padre en el hermano omnipresente, Théo]. Nos queda, a la otra orilla, Robert Musil...) coincide en tono con la época de crisis y descreimiento en un ajuste de cuentas, en donde las heridas son de otro tenor, pero no menos sangrantes. En vuestro caso, amiga, el deseo de permanencia del padre, aunque sólo sea como atadura, no es excepción a las diversas muestras de amor/odio literarias, en todo su contexto de paradojas que psicólogos y antisiquiatras han pretendido desvelar incluso con los famosos knots de Jill & Jack (R.D.Laing). Me recordáis aquellos versos que en sus Last Poems escribió David Herbert Lawrence en el breve poema Rainbow (Arco iris): aquél en donde el maestro nos enseñaba que, aunque la lluvia está hecha de relucientes átomos, no, nosotros no podemos posar en él nuestra mano, mucho menos el pensamiento. Vos lo decís, a vuestro modo: ser en espejada lejanía/ lo que brilla por ausencia/una estrella... Y si osáramos hablar de querencia(s), también el mecanismo de des/posesión [la entrada en la forma vacía], el aserto poético está servido: soy tu pequeño espejismo/qué peor atadura...

Pere Bessó

"LA FAMILIA CHINA" DOS POEMAS CON TRADUCCIÓN AL CATALÁN Y COMENTARIO DE PERE BESSÓ


De "La família xinesa"

Totes les nits, la mare xinesa posa la seua ment adins d´una copeta quieta. L´ompli amb els seus menuts pensaments d´agulla de cap. És de jade, la copeta, i sembla una parpella buidada per la punta d´una vara de bambú. Pot ser també un ocell mut que se sosté en una sola pota de gall. La ment maternal imita el salt dels equilibristes, aqueixos que tiren l´ànima per l´aire i cau, feta un bollet, a les aigües seques del buit.Al dematí, la ment xinesa ix lívida de la parpella, com un peix o un ànima que ha vagat pels viaranys de la llimba.

María del Carmen Colombo

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De "La familia China"

Todas las noches, la madre china pone su mente adentro de una copita quieta. La llena con sus diminutos pensamientos de alfiler. Es de jade, la copita, y parece un párpado vaciado por la punta de una vara de bambú. Puede ser también un pájaro mudo que se sostiene en una sola pata de gallo. La mente maternal imita el salto de los equilibristas, esos que tiran el alma por el aire y cae, hecha un bollito, en las aguas secas del vacío.A la mañana, la mente china sale lívida del párpado, como un pez o un ánima que ha vagado por los vericuetos del limbo.

María del Carmen Colombo

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De "La familia China"

V

Quan les tres noies s´acosten, el pare plega el ventall dels seus sentimients, tot d´una. Té por el pare xinés que la calor de les seues filles desplanxe les ratlletes de la seua ànima, prisades amb suma paciència pels seus avantpassats.
La por el fa xiular d´un broquet allongat fins al límit. Xucla del xiulet l´home, i de la seua boca evaporada pel fum es desprenen pensaments finits com el perfil d´una rajada.
És l´opi dels pobles amb què carrega el seu broquet que el fa desxifrar els seus pensaments en veu alta. "Aqueixes tintoreres –diu de les seues filles— calfen la paona i en acabant després jo isc fet una planície. Què saben elles, tan minyones, del treball que costà als meus avantpassats imitar el fosc ventall de les ones, escata rere escata, durant mil·lenaris, fins fer de la meua ànima aquest paravent musical que només els hòmens xinesos saben desplegar amb dignitat."
En escoltar-lo, la més xinesa de les tres noies desenrotlla el caragol de la seua capçana en senyal de rebel·lió. Cau ondulat el bandonió del seu monyo, i el pare recorda el colp, sec, de una ombrel·la en tancar-se.

María del Carmen Colombo

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De "La Familia China"

V

Cuando las tres chicas se acercan, el padre cierra el abanico de sus sentimientos, de golpe. Tiene miedo el padre chino de que el calor de sus hijas desplanche las rayitas de su alma, plisadas con suma paciencia por sus antepasados.
El miedo le hace pitar de una boquilla elongada hasta el límite. Chupa del pico el hombre, y de su boca evaporada por el humo se desprenden pensamientos finitos como el perfil de un pez raya.
Es el opio de los pueblos con que carga su boquilla el que lo hace descifrar sus pensamientos en voz alta. "Esas tintoreras --dice de sus hijas-- calientan la pava y después yo salgo hecho una planicie. Qué saben ellas, tan chiquitas, del trabajo que costó a mis antepasados imitar el oscuro abanico de las olas, escama por escama, durante milenios, hasta hacer de mi alma este biombo musical que sólo los hombres chinos saben desplegar con dignidad."
Al escucharlo, la más china de las tres chicas desenrolla el caracol de su rodete en señal de rebelión. Cae ondulado el bandoneón de su pelo, y el padre recuerda el golpe, seco, de una sombrilla al cerrarse.

María del Carmen Colombo

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Comentario :

Qué maravilla la revisión oriental del tema de la poesía del amor cortés de las tres hermanas -les tres sorors- cantado por los trovadores hasta la saciedad y que el mismísimo Marqués de Santillana tuvo a bien imitar. Y, más aún, cómo del paradigma tradicional del sometimiento de la mujer china al varón, primero, padre o hermano; más tarde, esposo; finalmente, primogénito... se pasa, desde el propio poema, a la percepción lectora guiada por vuestra maestría a la rebelión. A la toma de conciencia de género a través de la relectura los símbolos, tales que el abanico, el mandoleón del cabello desafiando como trasposición metafórica del oleaje... Y es así que la autoridad paterna y los pre-juicios androcéntricos [ellas son tintoreras*] se enfrentan a la caída del cabello largo, al desmelenamiento, ondulamiento, furia, desbordamiento y marea de quien se suelta definitivamente el pelo. Exactamente la más china de las tres chinas, que en la estrategia poética de les canzons coincide siempre con la hermana mayor, la que ya tiene experiencia de amigo, aquella que no sólo ha pelado ya la pava -en este caso convendría decir el pavo- y lo ha festejado, sino que tras la fiesta del bosc o ramage lo sigue conservando solícito e inflamado de amores...
Finalmente, una razón de peso: la actitud paternal hacia las hijas que considera tintoreras es, en clave ideológica, la revisión del opio de los pueblos...Sin duda, acabo, es éste un poema que merecería estudio comparativo con lo mejor de dos tradiciones que se cruzan en vuestro hermoso, delicado y sugerente texto. Y que las féminas/femeninas/feministas argentinas deberían de conocer, leer, estimar.
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*Independientemente de que en la mal llamada canción española, y por extensión, incluso un toro pueda salir tintorero o tinturero, o el hecho objetivo de que a la esposa de quien tiene por oficio tintar o teñir telas, paños y ropas se le llame tintorera, acá, cerca de Valencia, en la comarca de Liria, y en el pueblo de mi abuela paterna, Pedralba, la que se conocía como la tía Concha la Molinera, hay una variedad de cepa de uva que da una alta graduación, más de 13 grados, y se utiliza para tintar o dar color a otros vinos de mejor textura y paladar exigente.

Pere Bessó