miércoles, febrero 09, 2022

Carmen Iriondo*: poemas

 

Textos extractados de aliciagallegospoetablogspot. com: Octavo B0ulevard

 


Labores

Una brizna de hilo, eso soy cuando tiemblo,

me sorprende mi voz. Hilillo que se enhebra

en pasados remotos y cose el dobladillo con

puntadas en cruz. No sé pedirle al paño que

ignore mis pinchazos, o a tus pestañas frágiles

que barran cada punto y limpien el error.

Ama de llaves, pido, no utilices tus dientes

para cortar el largo bordado del adiós.

 

Labores II

Como si fuésemos telas a cortar,

géneros, denigrando el vacío

que sólo nosotras podemos atender

con la danza nocturna.

Ambrosía, macedonia, comamos

las palabras para fundir el miedo

a las creencias,

que tengo

que sufro

que me caen

¿que no me cuestan nada?

Se olvidaron de esa bolsa de género

estropeada, rápida y prematura

suelta de puntos justo en el borde.

 

 

 Labores III

Teje la salida con saliva nueva

teje la red de tela con ceniza no del muerto

más bien del fuego vivo, el de la lana gris

chamuscada sin querer en la cocina.

Los puntos que se sueltan se escapan

se deshacen se roban el tejido. Bolsa

o vida, dicen y disparan a enlazar los

fantasmas con hebras de trencitas,

de ochos convertidos en tiras de zigzag

Hay que tejer mujeres.

Crochet, arroz, elástico. A dos y cuatro

agujas. En redondo para abrigarte el pie

con esas medias a medias como son las

verdades y abrigar de bufandas los espectros.

 

Alergenos

Me pican las espigas de tu trigo, áspero,

amarillo. Asomaron blandísimos ayer

llorisqueando los pastos de tu infancia.

Una fila de hierba tierna, eterna, mansa

marcha de soldados infinitos muy lejos

se chocan en los surcos de terrones revueltos.

Parecen los alumnos de la escuela hace siglos

dormidos de pie cantando a la bandera blanca.

¿Se morirán de sed antes de empujar la tierra

tus brotes de frágil resistencia?

La luna sin lobo llama a la lluvia aullando

apenas penas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

*Carmen Iriondo nació en Buenos Aires. Es licenciada en Psicología por la Universidad Nacional de Mar del Plata. Publicó: Casa propia (1988), Rara vez (1995), La niña pandereta (1997), Por el miedo te digo (2000), Egle y Suertes Virgilianas (2002), Syl  & Ted (2003, Animalitos del Cielo y del Infierno (2004). Prosas de dormida (2005). Vuelo de fiebre (2007), Llamando al picaflor por el nombre de pila (2009), Seamos nieve (2010), El rock de los limbos (2011), Syl & Ted edición bilingüe traducción de Rolando Costa Picazo Tilinga (2012), Animalitos del Cielo del Infierno y del Mar (2014), El carro de las letras (2015)

 

jueves, febrero 03, 2022

Raquel Jaduszliwer* : Poemas

 


I. de El árbol de las especies.

                                       A publicar en el otoño del 2022 por Ed. Barnacle:

 

Por las puertas abiertas de la noche entreabierta

se oyen caer palabras.

Nadie hay, sin embargo, alguien habla.

 

Es en la hora de las destilaciones

y éste es el lugar de los ecos.

 

Y es como si todo mundo fuera toda mi casa:

un final un principio, un final un principio

y así hasta el final.

 

                     **************

 

Suponemos que la ventana a tu espalda sigue allí,

es un pacto que hicimos con las cosas:

perseveran.

 

La forma material que se nos adelanta

atrapa la mirada con su puño de hierro,

pero todo aquello que dejamos atrás

–ventana, piedra, aljibe, rosa-

guarda consigo el don de la memoria,

la fórmula secreta de fabricar recuerdos.

 

               ************

 

No hay mayor resonancia que la que provoca

el ramaje en el viento. Arranca desde donde se ocultan

tantos seres furtivos, por especie o espíritu,

por vocación de fuga. Ves cómo se prolonga el temblor

entre una idea y otra, se aleja hacia las puntas sensitivas,

yemas que soñaron alguna vez un cielo

un poco más profundo, diferente a este otro

que está por desplomarse. Quién sabe de esta forma

se cometa un crimen, un asesinato por aplastamiento.

Mientras tanto hay un brillo, como si se tratara de otro cielo

todavía inocente

sin pecado ni culpa, de los que ya no existen.

 

                          **************

 

 

 II. de Angel de la enunciación. Ed. Barnacle, 2020:

 

Veo los espacios dejados por las cosas,

se lo cuento

a alguien que no está, le hablo a su hueco.

 

Desconocida voz para los días como éste.

Revelación y enigma,

algo trasluce.

 

        ************

 

Y el viento dice, el viento nos hace decir:

acepta las virtudes de la duración,

por ellas, todo lo que debería retirarse así lo hará,

también tus pertenencias, la manera en que eras,

todo lo que la corriente lleva; acéptalo.

Así llorarás menos,

así tendrás más fuerza,

cierra tus cuentas, actúa como si todo ya hubiera concluido.

Busca el fondo del pozo,

en su espejo de agua y en el mayor silencio

verás que hay un suceso extraordinario

aún por consumarse.

                

                           **********     

 

III. De En el bosque. Ed Modesto Rimba, 2018:

 

Envuelta criatura nacida del interior de un bosque,

blanca entre los terrones tan pálida en la marcha,

así será tu alba,

sombra creciente pequeña luz en los peligros del follaje.

 

Envuelta criatura qué será de tu huella

qué será de tus pasos avanzando sobre la oscuridad.

 

Envoltorio y follaje sombra larga criatura,

a tu camino van a dar nuestros caminos incansables,

nuestros buenos deseos todas nuestras plegarias.

 

Allá vamos antiguos peregrinos,

una cuerda nos ata a la esperanza,

salimos a buscarte criatura perdida,

perdido talismán piedra preciosa.

 

Reflejo del tesoro ausente.

Pozo en el medio del gran claro del bosque.

 

                                 ********

 

A lo largo y lo ancho todo es.

Temblorosa en la fronda, criatura del mundo,

miniatura,

los ojos apegados a la huella,

no ves cómo se mueve el tiempo.

 

Pasan luces y sombras, pasan sombras,

pero no ves el hilo que las une

ni el plan que las dispone.

 

Perdida entre fragmentos y tan huérfana,

cada cosa te toma por sorpresa.

 

Criatura del mundo,

desorientada miniatura.

 

                      ***************

 

IV. De Las razones del tiempo. Ed Lisboa, 1018:

 

La orilla sigue lejos

en el camino bebió y se alimentó de aquello que le dieron.

Casi no habló, oyó palabras sueltas.

 

Pasó una caravana,

su recorrido le hacía pensar en el dibujo del destino,

una línea simplísima entre un punto inmediato y un punto más allá.

 

Eso ocurrió hace un tiempo,

¿cuándo fue que pasó la caravana?

¿qué era aquello, lo que se dispersaba,

qué era aquello, lo que dejaba atrás?

 

por adelante hay viento, arena, soledades,

luces hipnóticas y un mar perturbador.

 

Ahora ya lo sabe

el estruendo es rompiente que viene de lo alto.

 

Lo demás,

lo demás es un fondo de silencio. 

 

           *************

 

Así dice su letra:

Todavía algo de nieve en el camino de regreso.

Esas pocas palabras se fijan como puntos cardinales,

amarraderos para una vida entera.

Norte

Sur

Este

Oeste.

En todas direcciones hace su camino el tiempo.

En todas partes el corazón se expande sin hallar medida.


Raquel Jaduszliwer, nació en San Fernando, Pcia de Buenos Aires. Reside en CABA. Libros publicados: Los panes y los peces (Bs. As. 2012, Primer Premio Ed. De Los Cuatro Vientos); La noche con su lámpara (Bs. As. 2014, Primer Premio Fundación Victoria Ocampo); Persistencia de lo imposible (Bs. As. 2015 Premio Edición Ed. Ruinas Circulares); Las razones del tiempo (Bs. As. 2018 Ed. Lisboa); En el bosque (Bs. As. 2018, Ed. Modesto Rimba). Ángel de la enunciación (Bs. As. Ed. Barnacle 2020). Es autora además de una novela corta: La venganza del clan de las banderas de acero (Bs. As. 2018 Ed. Modesto Rimba).

En los primeros meses de este año saldrá publicado por la editorial Barnacle su nuevo poemario, El árbol de las especies. 

martes, febrero 01, 2022

Alejandra Pizarnik: Fragmento de "Aproximaciones"

 

Fragmento de “Aproximaciones”

 

Por qué escribo

Por qué sollozo en madrugada

Por qué de pronto este sabor a canto de cisne

esta espuma verde acumulada en la garganta

 

Mi corazón es absurdo como una máscara en la lluvia

El espanto lo asemeja al mar

Mi cuerpo es una invasión de tambores en el silencio de la noche

 

Por qué estas noches como un oasis para brujas

Por qué esta conjuración de ausencias

este secuestro de la hija del viento

 

Me rodea en la noche una logia exterminadora

te llamo y no vienes

te amo y no vienes

 

Por qué viniste como el relámpago

y me dejaste sola en lo devastado

 

Si escucharas mi rumor a celda minúscula

poblada de agonizantes

mi jadeo de asfixiada

 

Si de pronto me vieras en la orilla del despertar,

cantante enmudecida en la cima de su asombro

Si me vieras atada a tu rostro

Hilda Doolittle: No caen las murallas

 En su libro Trilogía, Hilda Doolittle (H.D.), siguiendo la cosmovisión esbozada ya en su novela Palimpsest, y mediante la técnica de las imágenes yuxtapuestas, identifica Londres y Karnak. El libro está dividido en tres movimientos, constituidos por series de dísticos agrupados en sucesiones de diferentes series. Según aclara Louis L. Martz  en el prólogo del libro H.D. Selected Poems (Edited by Martz), la primera parte, "No caen las murallas", escrita en 1942, es preparatoria y exploratoria, una afirmación de la creencia; parte de una inmersión en lo oscuro, pero también se sostiene la creencia de que "la eternidad existe". El Londres de la guerra es como Troya después de su incendio, también como Pompeya después de la erupción del Vesubio, pero siempre hay algo que se salva y que nos hace sacar provecho de la desgracia.

El descubrimiento del secreto de Isis viene en la segunda parte, "Tributo a los ángeles", que comienza bajo la dirección del mítico Hermes Trimegisto, el padre de la lengua y fundador de la antigua cultura egipcia. Este movimiento se inicia con elementos tomados del capítulo 21 del Apocalipsis y del Corpus Hermeticum.

"El florecimiento de la vara", tercera parte,  trata de la redención: cuenta cómo María Magdalena ha obtenido de Gaspar, uno de los Magos, la jarra con la que ungió los pies de Cristo. Se trata de un relato de sanación dirigido no sólo a Londres sino a todas las "ciudades humeantes" de Europa, durante la Segunda Guerra. Las fuentes que la poeta menciona son la Carta a los Hebreos 9,4 e Isaías 11,1. Las versiones en español de los poemas que transcribimos corresponden a diversos traductores.

 

De la primera parte “No caen las murallas” (The Walls Do Not Fall):

 

1

 Un incidente aquí y allá,

y rieles desaparecidos (por armas)

de la vieja plaza de tu ciudad (y la mía):

 

neblina y gris niebla, ningún color,

todavía  la abeja de Luxor, pollo y liebre

persiguen inalterables un propósito

 

en verde, rojo rosado, lapislázuli;

continúan profetizando

de papiros de piedra:

 

allá, como aquí, la ruina abre

la tumba, el templo; entra,

allá como aquí, no hay puertas:

 

el santuario abierto al cielo,

la lluvia cae, aquí, allá

la arena se amontona; la eternidad perdura:

 

ruina en todas partes, así como el techo caído

deja la habitación sellada

al aire libre,

 

entonces, por medio de nuestra desolación,

los pensamientos se agitan, la inspiración nos

acecha a través de la penumbra:

 

ignorante, el Espíritu anuncia la Presencia;

nos sobreviene un escalofrío,

como antaño, Samuel:

 

temblando en una esquina familiar,

no sabemos ni somos sabidos;

la Pitia se pronuncia —pasamos

 

a otra bóveda, a otro muro hecho pedazos

donde los utensilios se ven

como raros objetos en un museo;

 

Pompeya no tiene nada que enseñarnos,

sabemos de la grieta de la fisura volcánica,

el flujo lento de la lava,

 

presión en corazón, pulmones, el cerebro

a punto de reventar su frágil caja

(¡cuánto soporta el cráneo!):

 

sobre nosotros, Apócrifo fuego,

debajo de nosotros, la oscilación terrestre, hundimiento del suelo,

inclinación del pavimento

 

donde los hombres oscilan, ebrios

con un desconcierto nuevo,

brujería, tormento:

 

la armadura de hueso no fue hecha para

semejante shock tejido por el terror,

y aún así el esqueleto le hace frente:

 

¿la carne? derretida,

el corazón quemado, brasa muerta,

tendones, músculos destrozados, caparazón exterior desmembrada

 

y sin embargo la estructura resistió:

sobrevivimos al  fuego: nos preguntamos

¿qué nos salvó? ¿para qué?

 

I

An incident here and there,

and rails gone (for guns)

from your (and my) old town square:

 

mist and mist-grey, no colour,

still the Luxor bee, chick and hare

pursue unalterable purpose

 

in green, rose-red, lapis;

they continue to prophesy

from the stone papyrus:

 

there, as here, ruin opens

the tomb, the temple; enter,

there as here, there are no doors:

 

the shrine lies open to the sky,

the rain falls, here, there

sand drifts; eternity endures:

 

ruin everywhere, yet as the fallen roof

leaves the sealed room

open to the air,

 

so, through our desolation,

thoughts stir, inspiration stalks us

through gloom:

 

unaware, Spirit announces the Presence;

shivering overtakes us,

as of old, Samuel:

 

trembling at a known street-corner,

we know not nor are known;

the Pythian pronounces —we pass on

 

to another cellar, to another sliced wall

where poor utensils show

like rare objects in a museum;

 

Pompei has nothing to teach us,

we know crack of volcanic fissure,

slow flow of terrible lava,

 

pressure on heart, lungs, the brain

about to burst its brittle case

(what the skull can endure!):

 

over us, Apocryphal fire,

under us, the earth sway, dip of a floor,

slope of a pavement

 

where men roll, drunk

with a new bewilderment,

sorcery, bedevilment:

 

the bone-frame was made for

no such shock knit within terror,

yet the skeleton stood up to it:

 

the flesh? it was melted away,

the heart burnt out, dead ember,

tendons, muscles shattered, outer husk dismembered

 

yet the frame held:

we passed the flame: we wonder

what saved us? what for?

 

2.

 

El Mal estaba activo en la tierra,

el Bien empobrecido y triste;

 

el Mal prometía aventura,

el Bien era obeso y presumido;

 

el Diablo nos perseguía,

disfrazado de Jehová;

 

el Bien era una vaina sin sabor,

arrancado de semillas de maná, lentejas, legumbres:

 

ellos estaban furiosos mientras nosotros estábamos hambrientos

del alimento, Dios;

 

nos quitaron nuestros amuletos,

los talismanes no son, dijeron, la gracia;

 

pero los dioses siempre nos muestran dos caminos,

así que busquemos las viejas carreteras

 

hacia las runas verdaderas, el hechizo correcto,

recuperemos nuestros viejos valores;

 

no escuchemos si ellos gritan,

tu belleza Isis, Ast o Astarté,

 

es una ramera; eres retrógrada,

idólatra, deseas viejas ollas de carne;

 

tu corazón, además,

es una gangrena mortal,

 

ellos prosiguen, y

su ritmo es el himno del diablo,

 

tu pluma es sumergida en sublimado corrosivo,

¿cómo puedes borrar

 

tinta indeleble del palimpsesto

la pasada desventura?

 

2.

Evil was active in the land,

Good was impoverished and sad;

 

Ill promised adventure,

Good was smug and fat;

 

Dev-ill was after us,

tricked up like Jehovah;

 

Good was the tasteless pod,

Stripped from the manna-beans, pulse, lentils:

 

they were angry when we were hungry

for the nourishment, God;

 

they snatched off our amulets,

charms are not, they said, grace;

 

but gods always face two-ways,

so let us search the old highways

 

for the true-rune, the right-spell,

recover old values;

 

nor listen if they shout out,

your beauty, Isis, Aset or Astarte,

 

is a harlot; you are retrogressive,

zealot, hankering after old flesh-pots;

 

your heart, moreover,

is a dead canker,

 

they continue, and

your rhythm is the devil’s hymn,

 

your stylus is dipped in corrosive sublimate,

how can you scratch out

 

indelible ink of the palimpsest

of past misadventure?

 

8

 

Entonces revelamos nuestro estado

con dos cuernos, disco, serpiente erguida,

 

aunque estos, o la doble pluma o el loto

son, nos dicen ahora, frívolos adornos

 

adornos intelectuales;

los poetas no sirven para nada,

 

y más que eso,

nosotros, verdaderas reliquias,

 

portadores de la sabiduría oculta,

vestigios vivos

 

del sector interno

de los santuarios de los iniciados,

 

no solo somos ‘no-utilitarios’.

somos ‘patéticos’:

 

esta es la nueva herejía;

si ni siquiera entienden lo que dicen las palabras,

 

¿cómo pueden juzgar

lo que las palabras ocultan?

 

sin embargo las antiguas rúbricas revelan que

volvemos al principio:

 

hay mucho que andar,

caminen con cuidado, diríjanse con cortesía

 

a quienes han cumplido con su ciclo de gusano,

porque los dioses fueron aplastados antes

 

y los ídolos, y su secreto está guardado

en el discurso mismo del hombre,

 

en lo trivial o

en el sueño verdadero; insignia

 

en la cresta de la garza,

el lomo del áspid;

 

enigmas, rúbricas que prometen como antes,

protección al escriba;

 

él tiene prioridad sobre el sacerdote,

y solo es el segundo después del Faraón.

 

8

 

So we reveal our status

with twin-horns, disk, erect serpent,

 

though these or the double-plume or lotus

are, you now tell us, trivial

 

intellectual adornment;

poets are useless,

 

more than that,

we, authentic relic,

 

bearers of the secret wisdom,

living remnant

 

of the inner band

of the sanctuaries’ initiate,

 

are not only ‘non-utilitarian’,

we are ‘pathetic’:

 

this is the new heresy;

but if you do not even understand what words say,

 

how can you expect to pass judgement

on what words conceal?

 

yet the ancient rubrics reveal that

we are back at the beginning:

 

you have a long way to go,

walk carefully, speak politely

 

to those who have done their worm-cycle,

for gods have been smashed before

 

and idols and their secret is stored

in man’s every speech,

 

in the trivial or

the real dream; insignia

 

in the heron’s crest,

the asp’s back,

 

enigmas, rubrics promise as before,

protection for the scribe;

 

he takes precedence of the priest,

stands second only to the Pharoa

 

versiones: Silvia Camerotto

 

 41

 

Sirio:

¿qué misterio es este?

eres semilla,

grano junto a la arena,

plantado en el surco

negro como el plomo.

Sirio:

¿qué misterio es este?

te has ahogado

en el río;

los riachuelos de la primavera

empujan las compuertas del agua.

Sirio:

¿qué misterio es este?

donde el calor quiebra y agrieta

el desierto de arena,

tú eres una neblina

de nieve: blancas, diminutas flores.

 

41

sirius:

What mystery is this?

you are seed,

corn near the sand,

enclosed in black-lead,

ploughed land.

Sirius:

what mystery is this?

you are drowned

in the river;

the spring freshets

push open the water-gates.

Sirius:

what mystery is this?

Where heat breaks and cracks

the sand-waste,

you are a mist

of snow: white, little flowers.

 

 

43

Pero no caen las murallas,

no entiendo por qué;

hay un ssss-silbido,

una nueva dimensión,

desconocida, del relámpago;

estamos indefensos,

polvo y pólvora anegan los pulmones,

nuestros cuerpos chocan

al cruzar las puertas desgoznadas,

ceden los dinteles

formando un aspa;

caminamos sin descanso

bajo un aire leve

que se espesa en niebla cegadora,

entonces nos apartamos

sin demora, porque ni del aire

podemos fiarnos,

denso donde habría de ser fino

y tenue

donde las alas se separan y abren,

y el éter

pesa más que el suelo,

y el suelo se comba

como en un naufragio;

no conocemos reglas

por las que guiarnos,

somos navegantes, exploradores

de lo desconocido,

lo no registrado;

carecemos de mapa;

quizá arribemos a puerto,

a cielo.

 

43

Still the walls do not fall,

I do not know why;

there is zrr-hiss,

lightning in a not-known,

unregistered dimension;

we are powerless,

dust and powder fill our lungs

our bodies blunder

through doors twisted on hinges,

and the lintels slant

cross-wise;

we walk continually

on thin air

that thickens to a blind fog,

then step swiftly aside,

for even the air

is independable,

thick where it should be fine

and tenuous

where wings separate and open,

and the ether

is heavier than the floor,

and the floor sags

like a ship floundering;

we know no rule

of procedure,

we are voyagers, discoverers

of the not-known,

the unrecorded;

we have no map;

possibly we will reach haven,

heaven.

 

Versiones: otros traductores.

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* H D. (Hilda Doolittle), Bethlehem, Pennsylvania, 1886 – Zurich, 1961