miércoles, septiembre 26, 2018

Luis Bacigalupo: Poemas





De máxima simpleza

Espacio; caída y densidad
si puedes, hazme,      
házmelo llegar.

En tal sentido.

Poco sucedió antes de verte.
Tu lengua ocupaba mi tiempo
delicuescente.

De la densidad si puedes
hazme.
A gusto:
¡Olías demasiado bien!



Por el estilo

Aguas. Montañas.
Te habías elevado. Yo me elevaba.
Huesos en las aguas, en las montañas.

Era como una resistencia al efecto
de una declinante sonoridad.

Lejos, tan lejos de allí
¿te dejarás morir?

Bajan las aguas.
Signos de signos de nada.

Te habías elevado. Yo me elevaba.

Mas nadie pensaría hoy en dormir
sin antes repasar sus dientes.

Signos en la piedra de agua.
Montañas.

Estamos tocados por ese cadáver
cuya expresión no es sino la del desdén.

De las montañas bajan las aguas.
Te habías elevado. Yo me elevaba.

Como murió mi padre me dejaré morir.
Mas nadie pensaría hoy en dormir
sin antes repasar sus dientes.

En la espiral del tiempo primordial
todo es pasible de aligerarse.
Al tres le sigue el dos, en ese orden.

¿Prosigues hierático en el eco?
Yo me elevaba, porque tú te habías elevado.

La piedra comienza a agusanarse
en las montañas, bajo las aguas,
mientras las aves sobrevuelan en círculo
ese oscilante campo sin centro.

Porque nos habíamos elevado
la medida de nuestra danza bastaba
para que el cielo se extendiese,
(sobre las aguas 
                      en las montañas)
como el dos se extiende sobre el tres.

En ese orden, no pensaría hoy en morir
sin antes repasar mis dientes.


*Luis Bacigalupo (Buenos Aires, 1958). Poeta, narrador y editor. Ha publicado en poesía Trogloditas (1987), Yo escribía un poemita (1988), El relumbrón de la claraboya (1989), Madagascar (1989), Las purpurinas (1989), El océano (1992), Elíptica del espíritu (1995) y Mixtión (2014); en narrativa, la novela Los excomulgados, precedida por La deuda (2000), etcétera.
** Los poemas que se transcriben  fueron extractados del Blog “La biblioteca de Marcelo Leites”.


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domingo, septiembre 23, 2018

María Rosa Maldonado: poemas de su libro Acúfenos*







selección por mansedumbre

antes de que los perros existieran

en el interminable invierno
de la última era glacial

mientras el oso deambulaba de noche
a lo largo de los fiordos congelados de islandia
con los ojos perdidos
en las montañas lilas del cáucaso lunar
entre el mar imbrium y el mar serenitatis

y nosotros dormíamos de cara a las estrellas
junto a los caribús y los bisontes

un lobo
con un nivel más bajo de pavor en su cuerpo
dejó que su hambre lo acercara
hasta ese hueso
sostenido por la mano de un hombre



*

en cuanto a la cosa en si

en cuanto a la cosa en si
la hormiga la transporta
sin susto
asida con la boca

camina ligera   ligera   sobre la ciénaga del ser
entre la nada y otra vez la nada
a recoger muestras del dios
y hacer con ellas su comida

desconoce su propia oscuridad
pero habla en lenguas
de mayor antigüedad que el arameo

no necesita llegar a la luna:   forma parte de ella

su corazón —largo tubo dorsal por donde fluye la hemolinfa—
es más sabio que el tractatus de wittgenstein


*María Rosa Maldonado, Acúfenos, editado en Zindo & Gafuri Ediciones, Buenos Aires, 2017
Poemas copiados  del Blog  de Les Llobes: “Animaliz-arte: María Rosa Maldonado”.



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viernes, septiembre 21, 2018

Susana Villalba: La bestia ser*


Monólogos entre el perro, el árbol y la piedra






EL ÁRBOL

siento el mundo
como una diferencia
alrededor

no conocí más que ser
árbol

como a una rama del sol
me pulsa el fuego

pero también estoy
en los pájaros

amanece cuando cantan
la luz como una forma
de la felicidad

son suaves
sueltos
son

un modo de no estar
donde están

como las formas van
y vienen

como dios
soy la memoria
de lo que no perdí
pero debo encontrar

desbordo
sin poder ir detrás
de lo que ofrezco

me adorno hasta parecer
una navidad

es la fiesta de comer
y beber de mí
éste es mi cuerpo
lo que me pasa
es el mundo
voraz como una plaga
veloz como el verano

el universo se alejaba
del universo

me arrojó
como un ancla
a ningún fondo

soy el hueso
del viento
(…)

* Se trata del último libro editado por la autora (hilos Editora 2018). 

**Fragmento del primer monólogo de: “El árbol”

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BREVE  DESCANSO

lunes, septiembre 17, 2018

Ciclo de poesía:La noche del sol


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martes, septiembre 11, 2018

Leviatán; Presentación de Nimia y Alcanfor


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domingo, septiembre 09, 2018

Paul Celan: Habla tú también










Habla tú también,
habla como el último,
di tu palabra.

Habla --
No separes el No del Sí.
Da a tu palabra también el sentido:
dale las sombras.

Dale bastantes sombras,
dale tantas
como sepas repartirlas en torno a ti entre
medianoche y mediodía y medianoche.

Mira alrededor:
ve, cómo lo viviente deviene entorno.
¡Con la muerte! ¡Lo viviente!
Verdad habla quien sombras habla.

Pero ahora se contrae el lugar donde estás.
¿Adónde ahora, despojado de sombras, adónde?
Sube. Tantea en lo alto.

¡Delgado te vuelves, desconocido, fino!
Fino: un hilo,

del cual quiere descender la estrella:
para nadar debajo, debajo,
donde ella se ve nadar: en el oleaje
de errantes palabras.

*Poema del libro De umbral en umbral, extractado de Paul Celan: Muerte en fuga y otros poemas, Ed. Último Reino, 1989. Traducción: Rogelio Bazán.

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miércoles, septiembre 05, 2018

Nazim Hikmet: "Mi mujer me acompañó hasta Brest





Mi mujer me acompañó hasta Brest,
bajó del tren y permaneció en el andén,
fue haciéndose cada vez más pequeña
hasta que se convirtió en un grano de trigo en el azul infinito,
después ya no pude ver nada más que los raíles.

Luego, cuando llamó desde Polonia, no pude responder.
No pude preguntar: «¿Dónde estás, amada mía, dónde?»
«¡Ven conmigo!», dijo, pero no pude ir junto a ella,
el tren circulaba como si nunca fuera a detenerse
y me ahogaba la tristeza.

Luego, la nieve comenzó a disolverse sobre la tierra arenosa
y de repente me di cuenta de que mi mujer estaba mirándome
y me preguntaba: «¿me has olvidado?, ¿me has olvidado?»,
la primavera caminaba por el cielo con los pies descalzos y embarrados.

Luego, las estrellas bajaron a posarse en los postes de telégrafo,
la oscuridad se abatió sobre el tren como si fuera lluvia,
mi mujer permanecía al pie de los postes de telégrafo,
su corazón latía tac tac como si estuviese en mis brazos,
los postes se acercaban y pasaban, pero ella no se movía del sitio,
el tren circulaba como si nunca fuera a detenerse
y me ahogaba la tristeza.

Luego, de repente, me di cuenta de que hace años, hace muchos años
que vivo en este tren
-pero todavía no sé cómo y por qué lo he comprendido-
y cantando con la misma fuerza y con la misma esperanza
sigo alejándome de la ciudad y de las mujeres amadas
y su nostalgia es como una herida abierta,
mientras me acerco a algún lugar, a algún lugar.

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( Traducción:Fernando García Burillo )

** *Nazım Hikmet Ran (Salónica, 1901-Moscú, 3 de junio de 1963). Poeta y dramaturgo turco, considerado en Occidente el poeta más importante en lengua turca del siglo XX. Sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas. Largamente exiliado de su país de origen a causa de su militancia comunista, murió en 1963 como ciudadano polaco.

*** Gracias Celina Feuerstein


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Libro recomendado: Pier Paolo Pasolini


* Foto:  Catalina Boccardo 

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