viernes, julio 13, 2012

Clarice Lispector: No soltar los caballos...




Como en todo, también al escribir tengo una especie de temor de ir demasiado lejos. ¿Qué será eso? ¿Por qué? Me detengo, como si retuviera las riendas de un caballo que podría galopar y llevarme Dios sabe dónde. Me re­servo. ¿Por qué y para qué? ¿Para qué cosa estoy eco­nomizándome? Ya tuve clara conciencia de eso cuando una vez escribí: "es necesario no tener miedo de crear". ¿Por qué el miedo? ¿Miedo de conocer los límites de mi capacidad? ¿O miedo del aprendiz de hechicero, que no sabía cómo detenerse? Quién sabe, así como una mujer que se reserva intacta para entregarse un día al amor, así tal vez yo quiera morir toda entera para que Dios me tenga toda.

Traducción: Juan García Gayó

3 comentarios:

Caléndula dijo...

Qué escritora, es puro dolor.

Escribió un día que su madre estaba enferma antes de que ella naciera; de sífilis. Se la habían contagiado ¨los soldados rusos que la violaron, en Ucrania, durante los desmanes posteriores a la guerra civil bolchevique¨. Y que, por ¨una superstición muy difundida¨, por la cual se creía que tener un hijo curaba la enfermedad de una mujer, fue concebida deliberadamente para eso: ¨para curar a su madre¨. Sin embargo su nacimiento no curó a esa madre, que muere cuando Clarice tiene 9 años.

http://revueltasdelpensamiento.blogspot.com.ar/2011/04/su-libro-habia-caido-en-manos-de-sofia.html

Blog del amasijo dijo...

gracias por tu visita y por tu exceloente comentario...

Blog del amasijo dijo...

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