sábado, enero 31, 2009

Pasolini IV: Marxista

¿Cómo me hice marxista?
Y bien... iba entre las florecillas primaverales, blancas y celestes,
que nacen justo después de las prímulas,
-y un poco antes de que las acacias se cubran de flores,
perfumadas como la carne humana, que se descompone en el calor sublime
de la más bella estación-
y escribía en las orillas de las pequeñas lagunas
que a lo lejos, en el país de mi madre, como uno de esos nombres
intraducibles se las llama "fonde",
con los hijos de los campesinos que se bañaban inocentemente
(porque permanecían impasibles ante su vida
mientras yo los imaginaba conscientes de lo que eran)
escribía los poemas de "El ruiseñor de la Iglesia Católica".
Era en el '43: en el '45 todo fue diferente.
Esos hijos de campesinos, ya más grandes,
se pusieron un pañuelo rojo en el cuello y marcharon
hacia la capital del distrito, con sus puertas
y sus palacetes venecianos.
Y es así cómo supe que eran jornaleros,
y que había también patrones.
Me puse del lado de los jornaleros, y leí a Marx.

(Fragmento del largo poema Poeta de las cenizas, hallado entre los papeles íntimos de Pasolini, tiempo después de su asesinato. Traducción: Arturo Carrera, Diario de Poesía).

2 comentarios:

Boya dijo...

Hermoso, Pier Paolo, un genio.

Blog del amasijo dijo...

Sí, los textos de pasolini me resultan siempre conmovedores, qué fuerza tienen, y que bellos son. Un abrazo