martes, febrero 27, 2018
domingo, febrero 25, 2018
Elena Anníbali: Un poema*
tuve rabia y no pude dormir
tuve tristeza y no pude dormir
ni fumar, ni hablar entre dientes
pero el monte, esa noche, vino a mí
como un lagarto negro
me habló con su lengua de pájaros y neblina
me dijo: levantá tu corazón y andate
me dijo: levantá tu casa y andate
me dijo: levantá tu hijo, tus perros domésticos
tus papeles y andate
no te quiere el pez, ché, el río se pone sucio,
vienen
las lluvias y la flor se pudre, la naranja se
pone
amarga, el sirirí se esconde como si viera
al zorro que lo come
lo único que queda, el crespín, triste como
vos, ché
triste cantando para vos
y yo le dije que había una ceniza espesa
trabándome la sangre
ceniza de muertos, le dije, que no podía
caminar, andar, trocar el dolor en marcha
la rabia en marcha
le dije no, andate vos, lagarto negro, hermano
monte mío, le dije, y miré y vi
mi lengua hablando a quién
mis ojos mirando qué
mis pies sobre cuál tierra, cuál lugar
no estaba yo o nada estaba
apareció, entonces, una codorniz pequeñita y
suave
un ave de ojos negros y mística, un ángel ave
se acurrucó a mis pies, me dictó los salmos de
reconciliación
y mi corazón seco como un palo, empezó a echar
flores de durazno
grandes flores de durazno y azahar rompían mis
costillas
y yo verdecía, y ah!... me elevaba, pues,
frutalmente,
yo tocaba al mismísimo señor de los montes y de
los cielos
me tocó con sus manos de mamita el ave de fuego
cantando volví a mi casa, cantando
levanté los árboles talados, aparté las hierbas
malas
di pan a mi hijo a quien ya le asomaban
dientes, di
agua buena, clara
monte suspiró, una electrizante bandada de
pájaros
me saludaba
la hondura de la mañana era todo gloria y
regocijo
* Elena Anníbali, poeta argentina (Córdoba).
** El poema que se transcribe está incluido en su libro Curva de remanso (Ed. Caballo Negro).
Etiquetas: Elena Anníbali
viernes, febrero 23, 2018
Laura Klein: Seminario de filosofía: EL "PROBLEMA DEL OTRO"
SEMINARIO DE FILOSOFÍA 2018
EL “PROBLEMA DEL OTRO”
Laura Klein
En una modernidad orgullosa de que el Otro se haya convertido en un problema a considerar, y en una cultura cuya aspiración ética es respetar al diferente como a un igual, es importante discernir entre ciertas nociones de diferencia y el concepto de alteridad.
Nos adentraremos, siguiendo esta pista, en la distinción que realiza Suely Rolnik entre nuestra capacidad de percibir y nuestra capacidad de tener sensaciones, y qué consecuencias entraña hoy respecto de la vulnerabilidad al Otro. Para captar este planteo, focalizado en el paraíso del consumo neoliberal, consideramos vital remontarnos al joven Marx, al texto en el cual pone de manifiesto cómo se articula el engranaje que engendra la verosímil sintonía entre individuo y ciudadano. Apariencia armónica que deja de serlo a la luz de distintas versiones de la diferencia en relación a la alteridad. En términos de Bergson, se trata de no confundir las diferencias de grado con las de naturaleza, lo cual genera la mayor parte de los falsos problemas, tanto en la filosofía como en la vida. Para Levinas, el Rostro excede la imagen que tenemos de él –en otros términos: encerrar al otro en su diferencia significa despojarlo de su alteridad. De acuerdo con Blanchot, comprenderlo todo sería desconocer la esencia del conocimiento, porque “la totalidad no coincide con la medida de lo que hay que comprender”.
¿Qué papel juegan tiempo y devenir en esta problemática?
Abordaremos estas cuestiones en los siguientes textos: “Geopolítica del rufián” de Suely Rolnik, La cuestión judía de Karl Marx, “La percepción del cambio”, en El pensamiento y lo moviente de Henri Bergson, fragmentos de Totalidad e infinito de Emmanuel Levinas y “Conocimiento de lo desconocido”, en La conversación infinita de Maurice Blanchot.
Horarios: Martes de 14 a 16 hs (frecuencia semanal). Inicio: 20 de marzo
Sábado de 15 a 18 hs (1º y 3º sábado de cada mes). Inicio: 17 de marzo
Informes: lauraklein747@gmail. com
Etiquetas: Laura Klein
jueves, febrero 22, 2018
viernes, febrero 16, 2018
José Emilio Pacheco: La víspera
Gracias Alfredo Luna
A
fuerza de explotar a los esclavos
y
robarse dinero público,
hubo
auge en los negocios. Así los ricos
se
volvieron más ricos, mientras los pobres
redoblaban
su hambre y su miseria. La ciudad
desbordó
sus antiguos límites, perdió sus rasgos
originales,
fue construida
según
los lineamientos del imperio. También el habla
se
corrompió con los hablantes. Y el lujo
entró
como la hiedra en muchas partes.
Combatieron
el tedio con la droga.
Nos
legaron imágenes de sus actos sexuales
como
extraño presentimiento
de
su fragilidad. Y entre robos
y
asesinatos por dondequiera, el terror
extendió
su dominio. Miedo en la alcoba
y
pánico en la calle. Furias y penas.
Sobre
todo odio
proliferante.
Porque el bien camina
pero
el Mal corre (y no se sacia nunca).
Todo
esto sucedió en Pompeya, la víspera
del
estallido del Vesubio.
José
Emilio Pacheco. Poeta y narrador mexicano (1939-2014).
Etiquetas: José Emilio Pacheco
jueves, febrero 15, 2018
Transpolar 2018
Transpolar en la noche de las librerías! Vuelve a la calle Corrientes con todo! Leen Maria Del Carmen Colombo, Graciela Perosio, Virginia Feinmann, Valeria Cervero, Blanca Lema y Adriana Romano. Curaduría: Fernando Caniza. Será el 10 de marzo, a las 20, en librería Aquilea, avda. Corrientes 2008, esquina Ayacucho. CABA. Argentina. Falta bastante pero vayan agendando y nos vemos!
martes, febrero 13, 2018
Diego Roel: Shibólet*
Estos
poemas fueron extractados de http://www.opcitpoesia.com
Anábasis
A Jotaele Andrade
Soledad, otra vez
estás arriba y abajo, delante de mi cuerpo,
en el centro exacto de mi sangre.
Escucha la música que viene del pasado:
la bala se abrió como una flor en mi cabeza,
la bala hizo tres nidos en mi frente.
Me quebraron los ojos y los huesos.
Ya la órbita del sueño vierte el veneno
en toda palabra, en toda forma.
Ya la reja del lenguaje hunde su cuña,
clausura las vías del aliento.
Soledad, otra vez
estás arriba y abajo.
Escucha la música que viene del pasado.
Recuerda:
la corriente que enlazó a dos almas
vence a la muerte y permanece.
Grieta del tiempo
Pero, ¿cómo vivíamos aquí,
en esta casa carcomida por el salitre de las
olas,
en este suelo donde lo perdido
repite su nombre y se repliega?
¿Cómo podíamos vivir aquí?
Ahora sobre mi cara desova el tiempo:
mi vida se desgarra, pierde peso y
consistencia.
El país es un animal que ya no encuentra su
alimento.
¿Cómo podíamos vivir aquí?
Jardín
Los muertos mendigan un haz de luz.
Ya nadie advierte
la lenta combustión de lo real.
¿Alguien ve las piedras blancas,
la rueda del sol sobre los tallos?
¿Alguien observa las estrías del sueño?
¿Alguien aparta los velos del aire y reconoce
lo que construye el rojo con el verde?
Es necesario que el cielo invierta su raíz.
El
anillo del sol
No te adelantes.
Derriba el eje que te mantiene en equilibrio.
Párate aquí dentro, delante del círculo.
No te adelantes.
No abras, todavía, la boca:
busca el sonido que entre la palabra y el deseo
resplandece.
Hay que saber combinar materiales diversos.
Hay que hundir la lengua en esa zona
donde la Nada incuba el primer signo.
Un grano de arena sostiene al mundo.
Eternidad
Me quedo para siempre en lo que fuga.
El viento levanta
el último tallo de la sombra.
En la cintura llevo un cuchillo, balas de
plomo:
mi voz es una herida en la mejilla de la tarde.
Me quedo en lo que fuga,
abro los brazos hasta alcanzar
esa palabra que entibió la muerte.
Palabras
de sangre animal
Entonces
estaba yo
juntando mis partes todavía.
¿Escuchas la charla de la nieve?
Caían los últimos cordones de la lluvia:
mi rodilla izquierda rozaba el horizonte,
mi rodilla derecha era otro pliegue del abismo.
¿Escuchas el remo del sol,
la pezuña de Dios sobre los cuerpos?
Ya baja la mano del verdugo,
ya el oxígeno cierra su círculo y eleva
tiendas y navíos.
Yo estaba juntando mis partes todavía.
*
Selección de Valeria Cervero del libro Shibólet. Griselda García Editora, 2018.
**Nota
del autor.
En
marzo de este año releí Reja de lenguaje, de Paul Celan. En ese libro, el poeta
rumano enfrenta al lector con un límite que parece infranqueable. ¿Es posible
corregir, subvertir, anular el lenguaje de los asesinos? Rimbaud hablaba de
reinventar el amor. Celan va más allá, redobla la apuesta. Nos pide que
reinventemos todo: el amor, la vida, el lenguaje. Después de leer el poema
“Tenebrae”, recordé a Yannis Ritsos y su homenaje a Cavafis. Se me ocurrió
hacer algo parecido, escribir doce poemas para Paul Celan. Los escribí de un
tirón, en un par de semanas. En mayo agregué siete poemas a la serie, y en
septiembre, otros cinco. La palabra hebrea shibólet,
que significa “espiga”, es hoy sinónimo de contraseña. Releer a Celan fue como
pronunciar un santo y seña: una puerta se abrió en mi memoria.
*** Diego Roel (Prov. Buenos Aires, 1980). Tiene varios libros de poesía editados.
Etiquetas: Diego Roel
viernes, febrero 09, 2018
Verónica Chiaravalli: El cuaderno de música. María del Carmen Colombo
Contra todos los males, música
Nadie escucha la música de Magdalena. La oyen, sí, porque resulta imposible no oírla y porque ella se esfuerza por hacer que el sonido traspase muros e indiferencia: aporrea el piano con furia hasta que a su madre, siempre distante, le duele la cabeza, o se concentra en que el "Vals del minuto" logre asordinar la discusión política de ese grupo de militantes, que para eso la convocó.
La historia de Magdalena, de niña a mujer, escandida en tres movimientos ("Primeras notas, primeros acordes", "Pequeño concierto", "La primavera") es la sutil materia que trabaja María del Carmen Colombo en El cuaderno de música (Cienvolando). El librito intimista evoca, con una prosa cercana a la poesía, la solitaria niñez de la pequeña Magdalena en un caserón venido a menos del barrio de La Boca, iluminada siempre por la música y por la proteica presencia del piano, que es compañero fiel, refugio seguro, talismán y tabla de salvación cuando los afectos naufragan.
La música, también -aunque en una declinación entre satírica y funesta- inspira la acción de Mendelssohn en el tejado (Impedimenta), célebre novela que el escritor checo Jirí Weil escribió en el transcurso de quince años e innumerables penurias, y fue publicada originalmente en 1960, un año después de su muerte.
Todo comienza con un episodio tragicómico: Julius Schlesinger, mediocre burócrata del nazismo en la Praga ocupada y a merced del siniestro Reinhard Heydrich, recibe la orden de bajar de la terraza del Rudolfinum, decorada con estatuas que rinden homenaje a los grandes compositores, la escultura que representa a Mendelssohn, por tratarse de un músico judío. Temeroso de las alturas e ignorante del aspecto que pudiera tener Mendelssohn (y de cualquier otra cuestión que rozara siquiera el mundo del arte), Schlesinger manda a dos ayudantes a que identifiquen la efigie y la quiten del lugar. Pero las estatuas no llevan inscriptos los nombres de los músicos y el burócrata empieza a inquietarse. No cumplir la orden puede costarle la vida, pero pedir ayuda en una misión tan simple sería una imperdonable muestra de inoperancia. Se le ocurre entonces la idea salvadora. En un curso sobre "ciencia racial" le habían enseñado que las narices más grandes eran las de los judíos, así que envió nuevamente a la terraza a sus hombres, en busca de la estatua de nariz más prominente. Con pocas luces y una regla salieron ambos, que pronto y hartos de medir narices, decidieron resolver la cosa a ojo. La nariz más grande, concluyeron, era sin dudas la del tipo de la boina, y pusieron manos a la obra. Horror sintió Schlesinger cuando descubrió que le habían echado la soga al cuello nada menos que a la estatua de Richard Wagner.
El cuaderno de música. María del Carmen Colombo, Cienvolando
Mendelssohn en el tejado. Jiri Weil, Impedimenta
Por: Verónica Chiaravalli
miércoles, febrero 07, 2018
martes, febrero 06, 2018
Mil Federicos
El Domingo 18 de Febrero regresa la obra "MIL FEDERICOS", de Mariana Mazover.
En su Tercera Temporada llega al teatro El Extranjero y se re-significa en el marco de la Argentina actual.
AGRADECEMOS SU DIFUSION!
REGRESA !
MIL FEDERICOS
De Mariana Mazover
3ra. TEMPORADA
Re-estreno
18 de Febrero 21 hs.
Funciones: Domingos a las 21.