GUILLERMO SAAVEDRA La luz al final del túnel
y fracasar en toga leguleya,
este cateto es una zarigüeya
cacareando en los medios al desgaire.
del sebáceo y radial González Oro;
masculló con Hadad, se hizo trompeta
solista repitiendo como un loro
el Otro sea de izquierda o kirchnerista.
Afianza su afición regurgitando
en radios y en canales entreguistas.
Ed Feinmann es un flan con botulismo.
veníamos muy bien, pero estos días
están pasando cosas... el mocoso
del dólar descosido. Ni mi tía
Ya casi no desculo si es un caso
de gente que me acusa porque acaso
me caso con el Fondo aunque es costoso.
y cascos a los locos que protestan
por cosas que ahora trae la resaca!
¡Veníamos tan bien, era una fiesta!
que están pasando... Tipo… no sé... cosas...
corriendo como rata por las vías
en procura de un baño, porque el reo
no retiene ni un pedo en estos días.
Sturzenegger o Paco Cabrera
–no hay un solo integrante que le dure
en su equipo de bestias camorreras–,
su imagen ya se arrastra por el suelo,
en el Fondo, Lagarde está muy rara…
¡y en vez de brotes verdes, hay pañuelos!
el peor cagador se caga encima.
no sexo femenino sino emblema
de la empresa que, con serena flema,
dirige desde siempre haciendo roncha.
por miles de infracciones y tramoyas
–guiadas por la gula y por la usura
y no por no poder parar la olla–,
y nunca perdonó tal agasajo:
se vengó del boicot con gran ahínco
zampando tarifazos a destajo.
para este cuis con concha del infierno.
otra termita hambrienta y sobradora
macerada en el Newman, un canuto
capaz de reinventar la aspiradora.
la levanta con pala y nos empala
desde cargos diversos. Ni su hermana
se salva si este pícaro se embala.
del curro impune halló la panacea:
tira el centro que él mismo cabecea,
total... ¡Laurita Alonso lo perdona!
diciendo: “¡Giles, otra vez los cago!”.
de toda intelección, soy un vacío
sin límites, ni freno. Yo padezco
de incomprensión dolosa. Hay un frío
tan profundo y perfecto en mi cerebro
que ni una salamandra lo calienta.
De vez en cuando intento y solo enhebro
alguna frase flaca y purulenta.
Él me dice: “No pienses, Gabrielita.
No digas nada que, si alguno escarba,
descubrirá que sos de baquelita”.
Yo sigo siendo un feto con calzones.
–su sangre alberga un solo Leucocito–,
actúa como un tero polisémico:
allá pone sus huevos y aquí el grito.
Fue rojo cuando serlo era tendencia,
guerrillas cultivó ya trasnochadas,
y luego celebró con diligencia
del Turco, las innúmeras trastadas.
se divorció. Probó ser kirchnerista.
No le cupo la dieta en absoluto,
volvió a mutar en laucha cambiemita.
saltando entre rastrojos con changuito.
conocido desde hace muchos años
por su empeño en mandarnos a los caños,
cada día se esmera un poco más.
al calor de la ingesta menemista.
Fue asesor, consultor, contrabandista,
no es cv lo que ostenta, es un prontuario.
convirtiendo en casino el país entero,
mientras manda su guita al extranjero,
él se arrastra ante el Fondo y en el fango.
hoy se supo que vive en un baldío.
ustedes con su lógica globerta.
Durante doce años se quejaron
y ahora callan, más mudos que una puerta.
¿Esperan que el gurú de la alegría
les vuelva a inflar los globos con basura?
¿Insisten en comprar ese tranvía,
persisten en pensar contra natura?
¿Qué harán el día en que este circo explote
y se los lleve puestos como a todos?
¿Van a correr ansiosos a los botes
empujando a los pobres con los codos?
¿Son garcas o tarados? Ambas cosas:
fascismo que supura y no reposa.
que quepa descubrir, es evidente:
nos dejarán en bolas nuevamente,
con más desolación y más pobreza.
cagándose de hambre, muerta en vida,
sin médicos, sin techo y sin comida;
y estas lacras triunfantes, sonrientes…
capaces de hacer frente a este aguacero?
¿Actuarán, cegetistas complacientes,
congresales y líderes rosqueros?
con hechos, con palabras, con conciencia.
Cuando expele su voz, se hace evidente:
es un débil mental calafateado
por la técnica estéril de un mercado
que transforma lo estúpido en vehemente.
Quiso ser periodista. No ha podido,
Desde allí trapichea longanizas
con su cara de culo mal zurcido.
Se dedica a pinchar conversaciones
telefónicas, íntimas, ajenas.
No le pidan que exponga reflexiones,
su cerebro es un páramo de arena.
Ni siquiera una pauta lo ennoblece:
se la paga Cambiemos y con creces.
en esta banda rancia y cadenera,
el triste rol de lubricar zonceras
y suavizar el fuego echando leña.
los hilos del ingrávido Maurizio.
En todo caso ofende su artificio
de estar mojando siempre alguna oreja.
Anónima, su estirpe y su calaña:
allí donde hay un charco está su caña
pescando en aguas siempre fraudulentas.
le encajaron olímpica banana.
si “Aca” es en el norte igual a “Mierda”.
De un padre deleznable es la resaca,
no hay curro ni tajada que él se pierda.
del Turco impronunciable fue soldado,
diezmó como PROficuo diputado
y funge de Ministro de Trabajo.
dispone de su tropa a los insultos,
trafica, aprieta, humilla y nepotea
llevándose un vueltito en el tumulto.
No hay caja que él no vea como ubre:
mañana ordeñará la de insalubres.
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