Picasso: "Las señoritas de Avignon" |
Me aferré a otras niñas ajenas que eran
mÃ,
no sé qué de mÃ,
un algo, una idea de un algo que nunca se concreta
me alisé, me suspendà huérfana de época
a destiempo siempre fanática de error
y no querer definir.
El animal de la noche domesticó mi desconcierto
y mientras, crecer entre paredes altas al sur
sin poder ningún recuerdo,
3, 5 o cualquier número impar de fotos imperfectas el
único hacia atrás,
escueta memoria y desmedida densidad de olvido
de mÃ, de él, de ellos, de todo lo que sà y lo que no en su
grandeza era.
Me refugié en la silueta espejada
--el sexo fue después—
para forzar la traducción del adiós, de cada puerta que se
cierra.
Desde antes de mà hasta cualquier hoy
deambula una mujer
incierta.
no sé qué de mÃ,
un algo, una idea de un algo que nunca se concreta
me alisé, me suspendà huérfana de época
a destiempo siempre fanática de error
y no querer definir.
El animal de la noche domesticó mi desconcierto
y mientras, crecer entre paredes altas al sur
sin poder ningún recuerdo,
3, 5 o cualquier número impar de fotos imperfectas el
único hacia atrás,
escueta memoria y desmedida densidad de olvido
de mÃ, de él, de ellos, de todo lo que sà y lo que no en su
grandeza era.
Me refugié en la silueta espejada
--el sexo fue después—
para forzar la traducción del adiós, de cada puerta que se
cierra.
Desde antes de mà hasta cualquier hoy
deambula una mujer
incierta.
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Estar ajeno no es estar de otro
sino vacÃo de cuanta lluvia hubo...
G. González Paz
Nada late.
el otro mira, dispara un entusiasmo que no estalla.
Tan liso está el verbo
tanto sé hoy que
ni relato ni explicar.
Horas enteras
de silencio placé,
en cada lengua sugerir
partir debo.
Puedo seguir estando como un gesto,
siempre me voy
no sé estar cuando me quedo.
*Andrea Gutiérrez (Buenos Aires, 1960). Publicó: Huéspedes de la noche (1986), Vas a preguntar por la memoria (1989), Un poco de crimen (1994), Niñas ajenas (1997).
sino vacÃo de cuanta lluvia hubo...
G. González Paz
Nada late.
el otro mira, dispara un entusiasmo que no estalla.
Tan liso está el verbo
tanto sé hoy que
ni relato ni explicar.
Horas enteras
de silencio placé,
en cada lengua sugerir
partir debo.
Puedo seguir estando como un gesto,
siempre me voy
no sé estar cuando me quedo.
*Andrea Gutiérrez (Buenos Aires, 1960). Publicó: Huéspedes de la noche (1986), Vas a preguntar por la memoria (1989), Un poco de crimen (1994), Niñas ajenas (1997).
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