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Percanta
      que me amurasteen lo mejor de mi vida,
 dejándome el alma herida
 y espina en el corazón,
 sabiendo que te quería,
 que vos eras mi alegría
 y mi sueño abrasador,
 para mí ya no hay consuelo
 y por eso me encurdelo
 pa' olvidarme de tu amor.
 
 
De
      noche, cuando rne acuestono puedo cerrar la puerta,
 porque dejándola abierta
 me hago ilusión que volvés.
 Siempre llevo bizcochitos
 pa´ tomar con matecitos
 como si estuvieras vos,
 y si vieras la catrera
 cómo se pone cabrera
 cuando no nos ve a los dos.
 
 Cuando estoy en mi cotorro
 lo veo desarreglado,
 todo triste, abandonado,
 me dan ganas de llorar.
 Me detengo largo rato
 campaneando tu retrato
 pa´ poderme consolar.
 
 Ya no hay en el bulín
 aquellos lindos frasquitos,
 adornados con moñitos
 todos del mismo color.
 El espejo está empañado
 y parece que ha llorado
 por la ausencia de tu amor.
 
 La guitarra en el ropero
 todavía está colgada:
 nadie en ella toca nada
 ni hace sus cuerdas vibrar.
 Y la lámpara del cuarto
 también tu ausencia ha sentido
 porque su luz no ha querido
 mi noche triste alumbrar.
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 * Letra de tango: Pascual Contursi; música: Samuel Castriota.
Etiquetas: Poetas
     
     
    
    
  
  
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