jueves, diciembre 12, 2013

Alicia Gallegos: El cansancio de los hijos

Reproducimos a continuación la nota de Alicia Gallegos, publicada en su blog "Desterrados del  Paraíso", acerca del libro El cansancio de los hijos, de la poeta María Macheroni.



.... Y ya que sabemos además que tampoco existen paraísos futuros, no hay más remedio, entonces, que ser el paraíso. Roberto Juarroz, domingo, 15 de septiembre de 2013

"EL CANSANCIO DE LOS HIJOS" MARIA MASCHERONIHILOS EDITORA .Bs As 

           
                                            
                                "Pensar intensidades en lugar de ( y antes que) cualidades y cantidades  ;profundidades en lugar de longitudes y latitudes; movimientos de individuación en lugar de especies y géneros ; y mil pequeños sujetos larvarios , mil pequeños yos [moi ] disueltos, mil pasividades y hormigueos allí donde ayer reinaba el sujeto soberano. "  Michel Foucault. Entre Filosofía y Literatura.          
               
          María Mascheroni nació en Buenos Aires, en 1958. Además de poeta es orfebre; como poeta viene trabajando con las palabras hace tiempo: en 1997 publicó La inevitable curva en Botella al Mar  y luego vinieron  tres libros más, algunos de ellos publicados en Editorial tsé-tsé. Ya en la Inevitable curva desarrolló un trabajo que convirtió a ese libro en un pieza muy particular.  El cansancio de los hijos  es su quinto libro.
             ¿De qué hablamos cuando hablamos de un libro de poesía? ¿De los poemas como piezas que conforman una totalidad? ¿De esa totalidad? ¿De la eficacia del verso? ¿De la máquina y cada uno de sus engranajes? ¿De lo que mueve en nuestro pensamiento? ¿De lo que arma o rompe en nuestro sentir? ¿De una pieza de joyería , de un pectoral egipcio armado con bellas piedras preciosas? ¿De un elixir o de un veneno mortal compuesto con ingredientes secretos ? ¿De un sueño?             
           A mí, particularmente, este libro me remite a piezas de joyería, pero no de las  pequeñas, como podría ser una piedra preciosa tallada y engarzada en un anillo, sino piezas grandes y complejas. No lo pensaría como una Corona Real porque lo estaría relacionando con el Poder y  la mente. Al Cansancio de los hijos lo veo como un Pectoral Egipcio, esos que usaban los faraones . Perfectas piedras preciosas, de distintos colores (los poemas) conforman una pieza única (el libro) que se apoya nada menos que en el pecho, sobre el corazón. Joya, no elixir, ni maquinaria.                  
             Quienes leemos poesía  sabemos que la dificultad mayor que enfrenta un poeta  es constituir al poema como objeto independiente y a su vez como parte de un Todo. Pocos lo consiguen , y pocos son los libros que resisten una lectura ordenada del principio al fín.                   
          Lectura ordenada ésta que nos mantenga en vilo , en estado de alerta, que podamos suspender y retomar y que a su vez se desarrolle como lectura del poema ,cuando nos instalamos en cada uno de ellos, en su intensidad y perfección. O lectura del Todo, cuando recorremos la historia que se va desencadenando.   

               Podemos,  como nos dice  Barthes, acceder al texto  por diferentes entradas; en este libro Mascheroni nos enfrenta a un mundo que podemos considerar  individual cuando nos ubicamos como hijos ojos ante un  padre pájaro . Ojos desvelados buscando una revelación en una realidad aparentemente inmóvil . A medida que vamos leyendo, lo inminente deja de ser y sucede entonces el pasaje. Atención, todo "pasaje" puede ser imperceptible o brutal (ya lo sabemos) , eso depende del territorio poema y del viajero lector , reconocerlo es cuestión de haberlo transitado antes, de haber madurado en ciertas cuestiones relacionadas a la lectura, los textos y sus intensidades.                  
            ¿Podríamos insertar el concepto de madurez en el de intensidad?  Crecemos en intensidad cuando dejamos de ser uno (yo) con uno (otro), para convertirnos en unos (nosotros) con unos (ellos) y entonces  los hijos ramas del padre árbol, somos todos: "... la historia es la partida de un hombre...".                          
       Seres sociales, paisito atravesado y arrasado por terribles partidas: Perón, el Che Guevara , Néstor, los Desaparecidos, los héroes de Malvinas y muchos otros . Yo  leo esos nombres y es posible que me equivoque, porque no están  escritos..., puede ser que ni aparezcan siquiera como fantasmas...
 


"es como no haber aprendido nada
encolumnados de este modo en las desapariciones
violentos y vedados vástagos crecen por doquier  
dejan su semilla aún entre las piedras y la arena  
y cómo tratar tanta insolencia y bravura    

es la narración que no termina
sin maestros en esta historia de hijos cansados

sólo un pequeñísimo pájaro en lugar del paso próximo  
extinto      cantando para sí  
como los nuestros "                                     

                                  Nos han dejado huérfanos- carentes de padre tantas veces....                
 
                Miguel Casado señala en El curso de la edad: “Leer es elegir cualquiera de esos múltiples itinerarios posibles y construir en el recorrido un discurso paralelo, un doble del texto, que sólo será una opción entre otras. No se produce con ello un sentido, sino un plural del texto. Cada lector fabrica el suyo de la misma manera, y el terreno en que se mueve quizá sea siempre subjetivo.... Puesto que no hay dueños del sentido ni texto que se despliegue en una única d ".                                                                 
                    Dijo María: "si algo nos iguala, es eso, ser hijos". Y claro, hay Padre y hay Hermanos y hay Cansancio, pero:

 

el sol vuelve a ponerse sobre las inteligencias
 
otra vez es verano
y avanzamos hacia el producto numeroso de la tierra "       


 *Alicia Gallegos, después de la primer lectura, julio 2013 (en el blog cinco minutos antes del tornado)