martes, noviembre 26, 2013

Antonio Gamoneda: la ebriedad de la melancolía





Alguien ha entrado en la memoria blanca, en la inmovilidad del corazón.

Veo una luz debajo de la niebla y la dulzura del error me hace cerrar los ojos.

Es la ebriedad de la melancolía; como acercar el rostro a una rosa enferma, indecisa entre el perfume y la muerte.

***

Hablan los manantiales en la noche, hablan en los imanes del silencio.

Siento la suavidad de las palabras olvidadas.

***


Hay un anciano ante una senda vacía. Nadie regresa de la ciudad lejana; sólo el viento sobre las últimas huellas.

Yo soy la senda y el anciano, soy la ciudad y el viento.




*Del Libro del frío, Siruela, Madrid, 1992.
**Cortesía: Jonio González.