Álvaro de Campos*: Ambiente**
Ninguna época transmite a otra su sensibilidad; le
transmite solamente la inteligencia que tuvo de esa sensibilidad. Por la
emoción somos nosotros; por la inteligencia somos ajenos. La
inteligencia nos dispersa; por eso es a través de lo que nos dispersa
que sobrevivimos. Cada época entrega a las siguientes sólo aquello que
no fue.
Un dios, en el sentido pagano, esto es,
verdadero, no es más que la inteligencia que un ente tiene de sí mismo,
pues esa inteligencia que tiene de sí mismo es la forma impersonal, y
por eso ideal, de lo que es. Formando de nosotros un concepto
intelectual, hacemos un dios de nosotros mismos. Muy pocos, sin embargo,
forman de sí mismos un concepto intelectual, porque la inteligencia es
esencialmente objetiva. Aun entre los grandes genios son raros los que
existieron para sí mismos con plena objetividad.
Vivir
es pertenecer a otro. Morir es pertenecer a otro. Vivir y morir son la
misma cosa. Pero vivir es pertenecer a otro desde afuera, y morir es
pertenecer a otro desde adentro. Las dos cosas se asemejan, pero la vida
es el lado de afuera de la muerte. Por eso la vida es la vida y la
muerte la muerte, pues el lado de afuera es siempre más verdadero que el
lado de adentro, tanto es así que el lado de afuera es el que se ve.
Toda
emoción verdadera es mentira en la inteligencia, pues no se da en ella.
Toda emoción verdadera tiene, por lo tanto, una expresión falsa.
Expresarse es decir lo que no se siente.
Los
caballos de la caballería son los que forman la caballería. Sin las
monturas, los caballeros serían peones. Es el lugar el que hace la
localidad. Estar es ser.
Fingir es conocerse.
*Alvaro de Campos, uno de los heterónimos de Fernando Pessoa.
*Véase Fernando Pessoa. Críticas, ensayos, artículos y entrevistas.
2 Comments:
gracias. hermoso tu blog. grande este señor P. mi saludo
Te agradezco tus palabras..., y la visita. Un gran abrazo!
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