Soledad Castresana: en algunos lugares/las cosas son simples
y el cerdo se hizo carne
hay que hervir la grasa
durante cinco horas
revolviendo en círculos
sobre el tablón
separar lo que se come
del sebo
de los nervios
de los huesos
la carne no asume
su condición
resiste
todavía entibia la hoja
el que corta
no piensa
siente cómo se enfría
un parpadeo
y el filo desconoce
en la mano
se mezclan la sangre
del hombre y del cerdo
las mujeres no piensan
meten en la picadora
exprimen
empujan
manipulan lo sólido
no hablan
ablandan
y el mate pasa
de mano ensangrentada
a boca sin manchas
de mano engrasada
a boca sin dientes
y la picadora da vértigo
si un dedo cayera
lo blanco sería rosado
el dedo chicharrón
el chasquido de la máquina
las vísceras se hinchan
en las gallinas
los chimangos y los perros
el embudo encauza el instinto
las mujeres rellenan
las tripas
recobran su erección
una mano oscura
se hunde y mezcla
la grasa la sangre
la carne de cabeza
hay que revolver
en círculos
durante cinco horas
para derretir
el hombre que revuelve
no piensa
mira las burbujas
y fuma
en algunos lugares
las cosas son simples
la carne se corta
* Soledad Castresana (La Pampa, 1979). Poeta, licenciada en Letras. Hace diez años que vive en la ciudad de Buenos Aires. Publicó el libro Carneada (Alción, 2007), al que pertenece el poema que se transcribe.
hay que hervir la grasa
durante cinco horas
revolviendo en círculos
sobre el tablón
separar lo que se come
del sebo
de los nervios
de los huesos
la carne no asume
su condición
resiste
todavía entibia la hoja
el que corta
no piensa
siente cómo se enfría
un parpadeo
y el filo desconoce
en la mano
se mezclan la sangre
del hombre y del cerdo
las mujeres no piensan
meten en la picadora
exprimen
empujan
manipulan lo sólido
no hablan
ablandan
y el mate pasa
de mano ensangrentada
a boca sin manchas
de mano engrasada
a boca sin dientes
y la picadora da vértigo
si un dedo cayera
lo blanco sería rosado
el dedo chicharrón
el chasquido de la máquina
las vísceras se hinchan
en las gallinas
los chimangos y los perros
el embudo encauza el instinto
las mujeres rellenan
las tripas
recobran su erección
una mano oscura
se hunde y mezcla
la grasa la sangre
la carne de cabeza
hay que revolver
en círculos
durante cinco horas
para derretir
el hombre que revuelve
no piensa
mira las burbujas
y fuma
en algunos lugares
las cosas son simples
la carne se corta
* Soledad Castresana (La Pampa, 1979). Poeta, licenciada en Letras. Hace diez años que vive en la ciudad de Buenos Aires. Publicó el libro Carneada (Alción, 2007), al que pertenece el poema que se transcribe.
Etiquetas: Poetas
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