Jacobo Rauskin: Malvinas de Mario Sampaolesi, una cifra de poesía, de memoria colectiva, de esperanza
Por Jacobo Rauskin*
"A poco más de veinte años de la Guerra en las Islas Malvinas, Mario Sampaolesi da a conocer un libro que, desde el simple y contundente nombre –Malvinas- es una cifra de poesía, de memoria colectiva, de esperanza. Escrito en una prosa poemática que hace del fragmento un trozo que irradia luz propia, este largo y unitario poema nos trae a la memoria la más reciente guerra colonial librada en América. Texto literario digno de su contexto histórico, Malvinas echa mano a todos los recursos de un libro que aspira a cubrir las unidades de tiempo con las tres temporalidades atribuidas por la preceptiva tradicional a los géneros. Al drama, el presente de las representaciones; a la novela, el pasado, los recuerdos; y a la poesía, ese futuro que también llamamos esperanza y es un estallido verbal que se proyecta lejos de nosotros. El libro, articulado sobre fragmentos, se abre en cualquier página y en todas nos remite a la denuncia del horror de la guerra y al reconocimiento del carácter profundamente inocente de un joven soldado que es arrastrado a una gesta donde lo que brilla es la ausencia de sentido épico. Este trozo ilustra lo que afirmamos:
Los suboficiales dicen que después de matar al enemigo ellos le comen el corazón, mi corazón argentino late todavía, los pedazos rotos de mi corazón serán masticados por los ghurkas, tragados hasta el estómago británico de los ghurkas, la sangre de mi corazón celeste y blanco se mezclará con la de ellos, así nuestros pasados con su carga de dolor y de secreto convergerán en cada pulsación, en cada latido.
Quien habla es el no-héroe, es uno que se imagina muerto y devorado por el enemigo en un canibalismo ritual, atávico. Y en su discurso convergen las tres temporalidades con las formas de la emoción que corresponden al drama, a la novela y a la poesía, todo en unas cuantas líneas ejemplificadoras de las virtudes de este libro.
A menudo, cuando hablamos de la poesía de nuestro tiempo, recordamos un verso del poema que Mallarmé dedicó a la tumba de Poe y sostenemos que el poeta purifica las palabras de la tribu. Sin duda, es así, pero de tanto purificar palabras, olvidamos que catarsis es purificación por la vía de la purga de los miedos. Purificar al hombre de sus miedos era la función que los antiguos asignaban a la poesía. Malvinas, escrita en una prosa tallada como una gema, nos acerca a la catarsis clásica tanto como a la purificación de las palabras."
* Jacobo Rauskin, Premio Nacional de Literatura de Paraguay.
"A poco más de veinte años de la Guerra en las Islas Malvinas, Mario Sampaolesi da a conocer un libro que, desde el simple y contundente nombre –Malvinas- es una cifra de poesía, de memoria colectiva, de esperanza. Escrito en una prosa poemática que hace del fragmento un trozo que irradia luz propia, este largo y unitario poema nos trae a la memoria la más reciente guerra colonial librada en América. Texto literario digno de su contexto histórico, Malvinas echa mano a todos los recursos de un libro que aspira a cubrir las unidades de tiempo con las tres temporalidades atribuidas por la preceptiva tradicional a los géneros. Al drama, el presente de las representaciones; a la novela, el pasado, los recuerdos; y a la poesía, ese futuro que también llamamos esperanza y es un estallido verbal que se proyecta lejos de nosotros. El libro, articulado sobre fragmentos, se abre en cualquier página y en todas nos remite a la denuncia del horror de la guerra y al reconocimiento del carácter profundamente inocente de un joven soldado que es arrastrado a una gesta donde lo que brilla es la ausencia de sentido épico. Este trozo ilustra lo que afirmamos:
Los suboficiales dicen que después de matar al enemigo ellos le comen el corazón, mi corazón argentino late todavía, los pedazos rotos de mi corazón serán masticados por los ghurkas, tragados hasta el estómago británico de los ghurkas, la sangre de mi corazón celeste y blanco se mezclará con la de ellos, así nuestros pasados con su carga de dolor y de secreto convergerán en cada pulsación, en cada latido.
Quien habla es el no-héroe, es uno que se imagina muerto y devorado por el enemigo en un canibalismo ritual, atávico. Y en su discurso convergen las tres temporalidades con las formas de la emoción que corresponden al drama, a la novela y a la poesía, todo en unas cuantas líneas ejemplificadoras de las virtudes de este libro.
A menudo, cuando hablamos de la poesía de nuestro tiempo, recordamos un verso del poema que Mallarmé dedicó a la tumba de Poe y sostenemos que el poeta purifica las palabras de la tribu. Sin duda, es así, pero de tanto purificar palabras, olvidamos que catarsis es purificación por la vía de la purga de los miedos. Purificar al hombre de sus miedos era la función que los antiguos asignaban a la poesía. Malvinas, escrita en una prosa tallada como una gema, nos acerca a la catarsis clásica tanto como a la purificación de las palabras."
* Jacobo Rauskin, Premio Nacional de Literatura de Paraguay.
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