Graciela Cros: Ojo seco
Ojo seco
Algunas
personas
no
producen lágrimas suficientes
para
conservar el ojo húmedo
y
confortable.
Sensación
de picazón,
de
arenilla, de quemazón
o
de rasguño,
son
los síntomas habituales.
Sorprende
saber
que
el mucho lagrimear
puede
ser signo de
un
ojo seco.
El
exceso de lágrimas
sería
una respuesta.
Así
en lo desértico del ojo
se
enmascaran la enfermedad,
el
hueso roto, la arteria endurecida,
la
ceniza final.
Sin
aritmética ni astucia
las
lágrimas corren
y
el parpadeo hace
que
las superficies
se
vuelvan lisas, claras.
Sin
eso no sería posible
una
buena visión.
Cuando
hay exceso de lágrimas
nos
enseñan a corregir
la
situación.
Lo
común es creer
que
eso se halla afuera.
Lo
común es buscar
al
cuerpo extraño
para
desalojarlo.
Lo
común es pretender
que
haya un vuelco,
algo,
digamos, grande
y
más allá de todo cálculo.
* Graciela Cros (Carlos Casares, Prov. de Buenos Aires). Reside en San Carlos de Bariloche. Publicó: En Poesía: Poemas con bicho raro y cornisas" ,1968); Pares Partes (1985); Flor Azteca , 1991); Decimos (1992); La escena imperfecta (1996); Urca (1999); Cordelia en Guatemala (2001); Libro de Boock ( 2004); La cuna de Newton (2007); Hacer la de Elvis, ( 2009); Mansilla (2010) y la nueva edición de Cordelia en Guatemala Bariloche, 2013). En España, Madrid, Amargord Ediciones publica Cantos de la gaviota cocinera- Antología personal, (2013), en 2017, Pampa de Huenuleo. En narrativa publicó la novela Muere más tarde (2004), Primer Premio de la Secretaría de Cultura de la Nación por la Región Patagónica, además de tres volúmenes de cuentos de autoría compartida.En 2003 editó el disco compacto "Cordelia en Guatemala / Poemas leidos por su autora".
Etiquetas: Graciela Cros, Graciela Cross
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home