viernes, agosto 11, 2017

Paco Urondo: Fragmentos del largo poema Adolescer (1965-1967)


(…)

VII
(…)
Hay quienes han profesado
la adolescencia y han muerto, y hay
quienes la profesan y siguen
viviendo, agonizando
de una juventud ridícula: payadores
que pasean por las mismas calles que uno
ha besado para poder
gritar de indignación, pero nada más
que gritar cuando el sonido
no arrastra la rabia
ni la decae; se desentiende
de la furia, levanta los hombros
y se aleja. Hay quienes crecen
de golpe, se agrandan y su corazón
es débil, como las aguas
traicionadas de este país sin inocencia, y sigue
adolesciendo
hasta el día de la muerte. Esta
tierra que pisamos, sufre
por un tamaño, por su edad
que le han impuesto sin que nadie
atinara a defenderla. Las muertes
prematuras, las eternas
juventudes, la madurez compulsiva,
destituyen el destino, ablandan
la sangre ofuscada y temerosa.

(…)

(…)”Nuestra
base de operaciones debe ser la audacia
y el terror –amenaza Sarmiento a los chupandinos--: el miedo
es una enfermedad endémica
en este pueblo”


(…)

Cuánta larva, cuánta lombriz
está devorando
nuestro cadáver.  Sólo hay desdicha y esa
propiedad de apropiarse –-el pobre es odioso
aun al amigo, pero muchos son los que aman
al rico—que siempre
acecha a todo corazón traidor
que rendirse no quisiera, que mmuere,
de  impaciencia por andar degollando a esos palafreneros
que sacan a los presidentes de un brazo (…)


Caminaba por esas mismas calles. Los he visto: eran
traidores, eran débiles. De tanto adolescer (…)


*Véase Obra poética, Adriana Hidalgo Editora.






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