Paco Urondo: Fragmentos del largo poema Adolescer (1965-1967)
(…)
VII
(…)
Hay
quienes han profesado
la
adolescencia y han muerto, y hay
quienes
la profesan y siguen
viviendo,
agonizando
de
una juventud ridícula: payadores
que
pasean por las mismas calles que uno
ha
besado para poder
gritar
de indignación, pero nada más
que
gritar cuando el sonido
no
arrastra la rabia
ni
la decae; se desentiende
de
la furia, levanta los hombros
y
se aleja. Hay quienes crecen
de
golpe, se agrandan y su corazón
es
débil, como las aguas
traicionadas
de este país sin inocencia, y sigue
adolesciendo
hasta
el día de la muerte. Esta
tierra
que pisamos, sufre
por
un tamaño, por su edad
que
le han impuesto sin que nadie
atinara
a defenderla. Las muertes
prematuras,
las eternas
juventudes,
la madurez compulsiva,
destituyen
el destino, ablandan
la
sangre ofuscada y temerosa.
(…)
(…)”Nuestra
base
de operaciones debe ser la audacia
y
el terror –amenaza Sarmiento a los chupandinos--: el miedo
es
una enfermedad endémica
en
este pueblo”
(…)
Cuánta
larva, cuánta lombriz
está
devorando
nuestro
cadáver. Sólo hay desdicha y esa
propiedad
de apropiarse –-el pobre es odioso
aun al amigo, pero muchos son
los que aman
al rico—que
siempre
acecha
a todo corazón traidor
que
rendirse no quisiera, que mmuere,
de impaciencia por andar degollando a esos
palafreneros
que
sacan a los presidentes de un brazo (…)
Caminaba
por esas mismas calles. Los he visto: eran
traidores,
eran débiles. De tanto adolescer (…)
*Véase Obra poética, Adriana Hidalgo Editora.
Etiquetas: Paco Urondo
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