jueves, julio 28, 2016

Cantar de los Cantares: fragmento

Cantar de los Cantares: Marc Chagall
Capítulo 1

La esposa y las hijas de Jerusalén

1:1 Cantar de los cantares, el cual es de Salomón.

1:2 ¡Oh, si él me besara con besos de su boca!
 Porque mejores son tus amores que el vino.

1:3 A más del olor de tus suaves ungüentos,
Tu nombre es como ungüento derramado;
Por eso las doncellas te aman.

1:4 Atráeme; en pos de ti correremos.
El rey me ha metido en sus cámaras;
Nos gozaremos y alegraremos en ti;
Nos acordaremos de tus amores más que del vino;
Con razón te aman.

1:5 Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable
Como las tiendas de Cedar,
Como las cortinas de Salomón.

1:6 No reparéis en que soy morena,
Porque el sol me miró.
Los hijos de mi madre se airaron contra mí;
Me pusieron a guardar las viñas;
Y mi viña, que era mía, no guardé.

1:7 Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma,
Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía;
Pues, ¿por qué había de estar yo como errante
Junto a los rebaños de tus compañeros?

1:8 Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres,
Ve, sigue las huellas del rebaño,
Y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.

La esposa y el esposo
1:9 A yegua de los carros de Faraón
Te he comparado, amiga mía.

1:10 Hermosas son tus mejillas entre los pendientes,
Tu cuello entre los collares.

1:11 Zarcillos de oro te haremos,
Tachonados de plata.

1:12 Mientras el rey estaba en su reclinatorio,
Mi nardo dio su olor.

1:13 Mi amado es para mí un manojito de mirra,
Que reposa entre mis pechos.

1:14 Racimo de flores de alheña en las viñas de En-gadi
Es para mí mi amado.
1:15 He aquí que tú eres hermosa, amiga mía;
He aquí que eres bella; tus ojos son como palomas.

1:16 He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce;
Nuestro lecho es de flores.

1:17 Las vigas de nuestra casa son de cedro,
Y de ciprés los artesonados.


Capítulo 2

2:1 Yo soy la rosa de Sarón,
Y el lirio de los valles.

2:2 Como el lirio entre los espinos,
Así es mi amiga entre las doncellas.

2:3 Como el manzano entre los árboles silvestres,
Así es mi amado entre los jóvenes;
Bajo la sombra del deseado me senté,
Y su fruto fue dulce a mi paladar.

2:4 Me llevó a la casa del banquete,
Y su bandera sobre mí fue amor.

2:5 Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas;
Porque estoy enferma de amor.

2:6 Su izquierda esté debajo de mi cabeza,
Y su derecha me abrace.

2:7 Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén,
Por los corzos y por las ciervas del campo,
Que no despertéis ni hagáis velar al amor,
Hasta que quiera.

2:8 ¡La voz de mi amado! He aquí él viene
Saltando sobre los montes,
Brincando sobre los collados.

2:9 Mi amado es semejante al corzo,
O al cervatillo.
Helo aquí, está tras nuestra pared,
Mirando por las ventanas,
Atisbando por las celosías.

2:10 Mi amado habló, y me dijo:
Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
2:11 Porque he aquí que ha pasado el invierno,
Se ha mudado, la lluvia se fue;

2:12 Se han mostrado las flores en la tierra,
El tiempo de la canción ha venido,
Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola.

2:13 La higuera ha echado sus higos,
Y las vides en cierne dieron olor;
Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.

2:14 Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes,
Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz;
Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.

2:15 Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas;
Porque nuestras viñas están en cierne.
2:16 Mi amado es mío, y yo suya;
Él apacienta entre lirios.

2:17 Hasta que apunte el día, y huyan las sombras,
Vuélvete, amado mío; sé semejante al corzo, o como el cervatillo
sobre los montes de Beter.

 


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