Macedonio Fernández: Fragmento de: "Soliloquio literario"*
No sabría decir
todavía, qué es más asombrosamente infinito, menudo, prolijo, si lo que se
puede saber o lo que se puede ignorar. A los setenta años de tomar mates todos
los días, no encuentro la solución que mi garganta me pide para el sorbo
perfecto de tisana de yerba; no sé si me falta una algo diferente yerba, una
colocación más apretada o floja de ella, una bombilla más corta o larga o estrecha,
una temperatura más o menos caliente, una dirección dentro de la boca del sorbo
salido de la bombilla, un sorbo más grande o más pequeño, o casi quemante,
etcétera. Lo único que me falta, es haber nacido sabiendo todo esto,
congénitamente.
Que se pueda saber
la edad de un árbol nacido hace miles de años, y que se pueda ignorar una cosa
tan íntima, cotidiana, inmediata, como cuál es el sorbo de mate que una
garganta que se usa hace setenta años hallaría satisfactorio del todo: ¿qué es
más asombroso? Pero en materia de conocimiento es una vacuidad hablar de
asombros de que algo sucede o se niegue a suceder. Porque, ¿qué derecho tenemos
a haber supuesto en un caso dado que algo era más difícil de acontecer y ser
sabido, de acontecer y ser ignorado, que otro algo?
Lo mismo se puede
morir de esto que de cáncer. Pero perdería ostentosidad la medicina si tuviera
que decir en el certificado de fallecimiento que la persona ha muerto porque
proyectaba mal sobre el fondo de la garganta el sorbo del mate amargo que usaba
todas las mañanas.
· *Soliloquio literario (Textos Selectos, Macedonio
Fernández, página 285, editorial Corregidor, ISBN: 978-950-05-1181-0)
Etiquetas: Macedonio
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