Leonor García Hernando: Del libro El cansancio de los materiales
ingratos
los objetos cayeron por la escalera, desentendidos de
los objetos cayeron por la escalera, desentendidos de
todo cuidado.
La arenilla de las cosas rotas, como líneas de cocaína en
La arenilla de las cosas rotas, como líneas de cocaína en
los
escalones,
invitan a la fiesta inversa del desastre.
La puerta del balcón está abierta
y el frío colma los platos sucios olvidados sobre el mantel
invitan a la fiesta inversa del desastre.
La puerta del balcón está abierta
y el frío colma los platos sucios olvidados sobre el mantel
¿recuerdas cómo
oscurecía mi frente
bajo el sombrero de ala rota
o el dolor esa aguada esparcida en la noche donde
o el dolor esa aguada esparcida en la noche donde
un
animal bebe apartado
porque su sed es de ese brillo de agua rara en la oscuridad
porque su sed es de ese brillo de agua rara en la oscuridad
la
sospecha de que las cosas empiezan a
empeorar
es lo único que duerme sobre mi hombro
tranquila Leonor
los vidrios ya están rotos al fondo de la escalera
y asomada al barral
ves los destellos insignificantes de lo que tuvo un orden
tranquila Leonor
los vidrios ya están rotos al fondo de la escalera
y asomada al barral
ves los destellos insignificantes de lo que tuvo un orden
de
belleza y utilidad.
Rabiosos insectos corren por los tabiques porque el
Rabiosos insectos corren por los tabiques porque el
ruido
de lo que estallaba los quitó de la armonía
tranquila Leonor
serena como el criminal en el momento de quitar el
tranquila Leonor
serena como el criminal en el momento de quitar el
cuchillo
de entre los cubiertos
porque en tu mano los objetos pierden su inocencia
y en tu vida los sucesos se ordenan con crueldad
porque en tu mano los objetos pierden su inocencia
y en tu vida los sucesos se ordenan con crueldad
¿recuerdas la corrida en la
media, a lo largo del
muslo
como una vena expuesta
al sombrío perfume del tiempo que perdías contemplando
al sombrío perfume del tiempo que perdías contemplando
actores
de teleteatro en las tardes inmensas como otra
patagonia
en las sienes
eterno femenino
de fastidiados mechones humedecidos en la comisura
eterno femenino
de fastidiados mechones humedecidos en la comisura
de
la boca
no pidas otro lugar que este descanso en lo alto de la
no pidas otro lugar que este descanso en lo alto de la
escalera
donde verás el derrumbe de las construcciones;
como ocurre a esta altura de la vida
embebido en acetona el algodón con el que vas a quitarte
donde verás el derrumbe de las construcciones;
como ocurre a esta altura de la vida
embebido en acetona el algodón con el que vas a quitarte
el
esmalte de los ojos.
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