miércoles, febrero 13, 2013

Yoanda Pantin: Los años de infancia (pier paolo pasolini)

Aquí no hablamos de ángeles 
aquí hablamos de pequeñas venganzas 

y de pequeños triunfos 
sobre la voluntad 

Todo ángel es terrible 
como terribles son 

nuestras acciones cotidianas 
templando el vacío 

o la desesperanza 
Estamos solos ante el Gran Sacrificio 
después de haber viajado a través de un desierto 
pleno de fantasmas cuyas presencias avivaban 

los leños de la carne 
Criaturas, auscultábamos el silencio 
cuando caía la nieve sobre el amor adolescente 
año tras año 

Nuestros corazones brillaban como animales desollados 
sordos a la sangre o al ruego 
porque ellos eran la sangre y el ruego 
La interioridad es un amasijo de órganos 

no el templo de una esencia sagrada 

Se trata de algo tan antiguo y tan profundo 
como el odio a sí mismo o la autocompasión 
Yazgo sobre ti totalmente vencido 
Recuerda, por favor, cómo reconoce el amo a su esclavo 

y cómo el esclavo desea 
ser reconocido 
Esto es el amor 

la entrañable voluntad de someterse 
de hacer daño 

Tú reconociste en mí al padre que abandona 
yo reconocí la frente de un niño sin nadie 

Pero tú también sabías 
lo que había padecido todos estos años 

los años de infancia 

contra el pecho el legado materno 

nuestra única herencia de parias 
Distrajimos el miedo como si no supiéramos 
nada el uno del otro 

cuando yo había tocado tus entrañas 

porque el alma respira 
en la respiración del cuerpo 
que ahora me niegas 
No te engañes, no me abandones 

te lo suplico 
en un próximo abril 




Nouvelle


A veces parecía indiferencia 
Ese andar por la casa, distante. 


Nosotros conocíamos el habla 
Y el lenguaje también de las miradas: calla. 


Hasta que una voz nos llamaba: 
“Vengan la cena está servida”. 


Entonces nuestra madre nos saludaba 
Como si nos reconociera 


Y en la mesa ya sentados sonreía 
Para que no pensáramos que la habíamos perdido


*YOLANDA PANTIN (Venezuela, 1954). Poeta, dramaturga y escritora de literatura infantil. Lleva publicados los siguientes libros:  Casa o lobo (1981), Correo del corazón (1985), Poemas del escritor (1989), El cielo de París (1989), La canción fría (1989) y Los bajos sentimientos (1993).  Sus relatos para niños son: Ratón y Vampiro se conocen (1991) y Ratón y Vampiro en el castillo (1994); su única obra de teatro hasta el presente es La otredad y el vampiro (1994); Paya (1990) es un libro de memorias en prosa.

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