jueves, septiembre 27, 2012

E.M. Cioran: Apostasía de los órganos...

La enfermedad, carne que se emancipa, que se rebela y quiere dejar de servir, es la apostasía de los órganos; cada uno de ellos se propone hacer rancho aparte, cada uno de ellos, al cesar, brusca o gradualmente, de prestarse al juego, de colaborar con los demás, se lanza a la aventura y al capricho. (...)

Cuando están sanos (los órganos), los desconocemos; lo que nos los revela, nos hace comprender su importancia y su fragilidad, así como nuestra dependencia de ellos, es la enfermedad. (...) esa imposibilidad del olvido, en la que se expresa el drama de tener un cuerpo, llena el espacio de nuestras vigilias. (...)

Si bien en la salud los órganos son discretos, en la enfermedad, impacientes por llamar la atención, entran en competencia para ver cuál atrae más nuestra atención. (...)

Se las ha llamado las "ideas fijas de los órganos". En efecto, recuerdan a órganos presas de obsesión, imposibilitados de sustraerse a ella, entregados a trastornos orientados, previsibles, sometidos a una pesadilla metódica, tan monótona como una obsesión. (...)

Mientras gozamos de buena salud no existimos. Más exactamente: no sabemos que existimos.

*Fragmento de "Sobre la enfermedad", artículo incluido en el libro La caída en el tiempo, de E.M. Cioran, Tusquets Editores. Traducción: Carlos Manzano.