Djuna Barnes: dos poemas
Transfiguración
Cava el profeta con manos de hierro
las arenas movedizas del desierto.
El insecto retorna a su estado de larva;
vuelve a ser semilla la rosa trepadora.
A la garganta vacía de Moisés, como humo
regresan todas sus palabras.
El cuchillo de Caín deshace la estocada;
del polvo se levanta Abel.
Pilatos no encuentra su lengua;
Está desnudo el árbol del que Judas colgó.
Lucifer brama desde la tierra;
Abajo cae Cristo en su muerte.
La costilla se pliega a la espalda de Adán,
una criatura llora en su costado.
La extensión del Edén es verde y espesa;
El bosque estalla, sin bestias a la vista.
Con sed furiosa, el sol encadenado
alimenta hasta el principio el último día .
Suicidio
Cadáver A
La trajeron adentro, una pequeña crisálida
hecha trizas,
con un cuerpito golpeado como
una luna con miedo;
y todas sus sutiles sinfonías
una runa crepuscular.
Cadáver B
Apurados le dieron unos empujones de aquí
y de allá.
Su cuerpo abreviado por el shock
como un gato de urbe.
Ella yacía lánguida como un jarrito
de cerveza que se quedó sin espuma.
*Djuna Barnes (EE.UU,
1892-1982). Traducciones al castellano: Sandra Toro (véase el blog El Placard).
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