jueves, abril 09, 2009

Otro poema de Silvina*

CAMA
En dormitorios que no veré más
que fueron los testigos de mis viajes;
en dormitorios hondos como bosques
y que están dedicados al asombro,
en los que se desplazan con un tren
para llevarnos a un lugar cualquiera;
en los barcos anclados al adiós
con un ojo de buey que encuadra el sol;
en los que persistieron con rumores
de chicharras, con lunas delictuosas;
en los otros que son meros pasillos
que nos adjudicaron en la infancia;
en los secretos, que el amor concede;
en aquellos que son sólo una playa
con las mesas de luz hechas de arena;
en aquellos que son una azotea
o entre los abanicos de las palmas
un pedazo de tierra de un domingo
tuve una cama que no olvidaré

Su cabecera fue a veces de bronce,
de madera, de pecho o de follajes,
de papeles de diario o de cemento.
Su colchón fue de pasto o de baldosas,
de tigre o de león embalsamado,
de lana o de mosaico o de plumas,
de arena suave o de algún cuerpo humano.

Cama en la oscuridad, supuesto río,
que lleva a las regiones subterráneas
del sueño, del silencio o del reposo.
Horizontal como el desierto fuiste
como el fondo del mar y silenciosa…
En ti escuché los ruidos más remotos
que llegan de los puertos y del campo.
En ti supe morir estando viva;
vivir cuando creí que estaba muerta.
Asesiné, olvidé y amé sin tregua,
bajo tus baldaquines invisibles.
Un infinito perro no sería
más constante que tú, a través del tiempo.
*Poeta y narradora argentina. El poema que se transcribe está incluido en el libro Lo amargo por dulce (1962).

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