Héctor Viel Témperley*
CREO QUE LA MUERTE ES ALGO
Creo que la muerte es algo
que se puede pensar
hasta sin cerebro.
Uno pasa por delante
de algunas casas
y las oye pedir muerte.
Qué destino
el de esos nuevos frentes
de casas de departamentos.
Yo he escuchado a sus materiales
pedir muerte,
volver a ser lo que eran
antes, en cualquier parte.
Me lo piden a mí
que oigo pensar su muerte
cuando paso a su lado
y oyen pensar la mía.
VOY
Voy
como una botella
flotando en el mar,
con la cabeza fuera del agua.
Sin brazos,
fresco,
besado verde
por todos lados.
EL ÁRBOL
No hice un río en la tierra
ni he sudado
al sol lo necesario.
No he cavado, no he roturado, no he plantado
un solo árbol.
No lo he visto crecer desde mi pala,
no lo he visto nacer como hembra joven
llenando de ojos verdes
y húmedos
todo el viento.
No lo puedo mirar
como costilla mía,
mi puño en el hondón
que me deja en el pecho.
No puedo pedir sombra para mí, todavía.
*Héctor Viel Témperley (Buenos Aires, 1933-1987). Publicó Poemas con caballos (1956), El nadador (1967), Humanae vitae mía (1969), Plaza batallón 40 (1971), Febrero72-Febrero 73 (1973), Carta de marear (1976), Legión Extranjera (1978), Crawl (1982), Hospital Británico (1986). Los poemas que se transcriben fueron extractados del libro Obra completa (Ediciones del Dock-2004).
Creo que la muerte es algo
que se puede pensar
hasta sin cerebro.
Uno pasa por delante
de algunas casas
y las oye pedir muerte.
Qué destino
el de esos nuevos frentes
de casas de departamentos.
Yo he escuchado a sus materiales
pedir muerte,
volver a ser lo que eran
antes, en cualquier parte.
Me lo piden a mí
que oigo pensar su muerte
cuando paso a su lado
y oyen pensar la mía.
VOY
Voy
como una botella
flotando en el mar,
con la cabeza fuera del agua.
Sin brazos,
fresco,
besado verde
por todos lados.
EL ÁRBOL
No hice un río en la tierra
ni he sudado
al sol lo necesario.
No he cavado, no he roturado, no he plantado
un solo árbol.
No lo he visto crecer desde mi pala,
no lo he visto nacer como hembra joven
llenando de ojos verdes
y húmedos
todo el viento.
No lo puedo mirar
como costilla mía,
mi puño en el hondón
que me deja en el pecho.
No puedo pedir sombra para mí, todavía.
*Héctor Viel Témperley (Buenos Aires, 1933-1987). Publicó Poemas con caballos (1956), El nadador (1967), Humanae vitae mía (1969), Plaza batallón 40 (1971), Febrero72-Febrero 73 (1973), Carta de marear (1976), Legión Extranjera (1978), Crawl (1982), Hospital Británico (1986). Los poemas que se transcriben fueron extractados del libro Obra completa (Ediciones del Dock-2004).
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