sábado, noviembre 16, 2019

César Vallejo: Enrique Pezzoni III



Fragmentos de la lectura acerca de la obra del poeta  peruano  César Vallejo realizada por el profesor Enrique Pezzoni,  titular de la Cátedra  Teoría Literaria de la Carrera de Letras, de junio de 1987. III

Clausura del sujeto en el mundo
Entonces, y recapitulando en los textos de Vallejo nos encontramos con la clausura del sujeto en el mundo, en la vastedad del mundo que es un espacio de proyección y de absorción, el sujeto se proyecta hacia el mundo, pero se reabsorbe, vuelve a sí continuamente. En este espacio abundan las situaciones dialógicas, siempre se está dialogando con otr, que puede ser él mismo, o bien un interlocutor misterioso.
También existe una desjerarquización de todas las pautas argumentativas: el sujeto discute continuamente esa situación de encierro y de imposibilidad de sí en unos poemas que parecen argumentativos pero que trabajan con .la contradicción, con la contaminación, el Absurdo en definitiva. Se trabaja con el absurso como única forma posible de argumentación
Decir que los poemas de Vallejo tienen un fuerte aire argumewntativo refiere a que se crean situaciones dialógicas, de preguntas, se podría afirmar de intercambio de opiniones, pero que no concluyen en nada. Por ejemplo, del libro Trilce el poema LXXIII

Ha triunfado otro ay. La verdad está allí.
Y quien tal actúa ¿no va a saber
amaestrar excelentes dijitígrados
para el ratón ¿Sí ... No ... ?

Ha triunfado otro ay y contra nadie.
Oh exósmosis de agua químicamente pura.
Ah míos australes. Oh nuestros divinos.
                                    Tengo pues derecho
a estar verde y contento y peligroso, y a ser
el cincel, miedo del bloque basto y vasto;
a meter la pata y a la risa.

Absurdo, sólo tú eres puro.
Absurdo, este exceso sólo ante ti se
suda de dorado placer.
Este resulta un caso extremo. La pregunta al final de la primera estrofa, oscila entre retórica y no retórica. Las respuestas más disparen coinciden: Sí y No. El poema sigue con afirmaciones rotundas (“Tengo pues derecho/ a estar verde…). El poema concluye con una especie de exaltación de sí, instal ado en el absurdo. El absurdo así considerado resulta como un plus de ser, un ser demás que no puede reducirse a ninguna fórmula,
Estos poemas trabajan además con elementos simbícos, como el de la cifra, el guarismo, el número, ya señalado en el mismo título del Libtro TRILCE. El tres que es la cifra impar, el guarismo que ocupa el lugar de elemento simbólico representativo de ese sujeto que es lo impar, lo inasible.
El guarismo se presenta en  en casi todos los poemas de Trilce y en algunos de sus textos en prosa, donde se ha señalado su supuesta relación con la magia y la simbología numérica pre colombina. Lo cierto es que aquí la cifra está jugando con lo par y lo impar, el sujeto es lo impar.
El absurdo es la exaltación de lo impar. Es el excedente –experimentado con angustia y otras veces como un exceso glorioso. Hay u7n movimiento de odio y de amor hacia lo absurdo.
Vusco volvvver de golpe el golpe.
Sus dos hojas anchas, su válvula
que se abre en suculenta recepción
de multiplicando a multiplicador,
su condición excelente para el placer,
todo avía verdad.

      Busco volver de golpe el golpe.
A su halago, enveto bolivarianas fragosidades
a treintidós cables y sus múltiples,
se arrequintan pelo por pelo
soberanos belfos, los dos tomos de la Obra,
y no vivo entonces ausencia,
                                                            ni al tacto.

      Fallo bolver de golpe el golpe.
No ensillaremos jamás el toroso Vaveo
de egoísmo y de aquel ludir mortal
de sábana,
desque la mujer esta
            ¡cuánto pesa de general!

      Y hembra es el alma de la ausente.
Y hembra es el alma mía.

La contaminación de los significantes es continua en los textos de Vallejo…El poeta trabaja sobre tofo visualmente, gráficamente, por ejemplo con bes y ves. Aquí aparece el volvvver contrapuesto al  busco/vusco, que es juego visual porque en la lengua oral no existe diferencia entre v y b.
“Enveto” parece tener relación con “envetar un toro” –dominar, contener-. A los treindós cables inmediatamente le sigue otra cifra cuya significación no es precisa y puede tomarse como un acertijo.
Por lo que puede interpretarse la unión sexual es volver de golpe el golpe.
“Fallo volver de golpe el golpe”: es decir el anhelo se vuelve fracaso.


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