Casi un epígrafe
(..) Un hombre vive asediado por su propia mentira, pensó, que cuando aún no ha cambiado de máscara y está por hacerlo, o el retrato terminado y la cara real contemplándose por primera vez, en ese breve lapso de confrontación se siente el tipo anónimo, indiferenciado o sin identidad a la mano. (...) El hecho de obtener dos copias, una para la amante, a la que se la impusiera con cierto narcisismo, y otra no sabía con destino a quién cuando ya ha muerto la madre, estaba indicando que su mujer (...), ocupaba un lugar en el orden establecido de la vida." (...)
Etiquetas: Armonía Somers
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