Hilda Doolittle: Nosotros, compañeros en la llama...
13
La Presencia era un espectro azul,
un rayo azul extremo,
extraño como el radio, como la sanación;
mi antiguo yo, envuelto en torno a mí,
era un sudario (solo de mí hablo,
aunque mis compañeros me rodeasen
en este misterio);
¿os sorprende que seamos orgullosos
y distantes,
impasibles a vuestro bien y mal?
por sorpresa encontrado y por sorpresa afrontado,
el peligro nos señala;
a través de símbolos secretos
nos reconocemos,
a pesar de que, distantes y en silencio,
nos crucemos por la acera
o en el rellano de la escalera;
a pesar de no cruzar una palabra,
nos mostramos sigiloso aprecio;
incluso en un saludo fugaz
o sin mediar sonido alguno entre nosotros,
conocemos nuestro Nombre,
nosotros, los iniciados sin nombre,
nacidos de una misma madre,
compañeros
en la llama
* Del libro Trilogía, traduc. Natalia Carbajosa.
La Presencia era un espectro azul,
un rayo azul extremo,
extraño como el radio, como la sanación;
mi antiguo yo, envuelto en torno a mí,
era un sudario (solo de mí hablo,
aunque mis compañeros me rodeasen
en este misterio);
¿os sorprende que seamos orgullosos
y distantes,
impasibles a vuestro bien y mal?
por sorpresa encontrado y por sorpresa afrontado,
el peligro nos señala;
a través de símbolos secretos
nos reconocemos,
a pesar de que, distantes y en silencio,
nos crucemos por la acera
o en el rellano de la escalera;
a pesar de no cruzar una palabra,
nos mostramos sigiloso aprecio;
incluso en un saludo fugaz
o sin mediar sonido alguno entre nosotros,
conocemos nuestro Nombre,
nosotros, los iniciados sin nombre,
nacidos de una misma madre,
compañeros
en la llama
* Del libro Trilogía, traduc. Natalia Carbajosa.
Etiquetas: Hilda Doolittle (H:D:), Poetas, Poetas norteamericanos
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home