lunes, noviembre 23, 2009

Delmira: Yo soy el cisne errante de los sangrientos rastros

Ceguera
Me abismo en una rara ceguera luminosa,
un astro, casi un alma, me ha velado la Vida.
¿Se ha prendido en mí como brillante mariposa,
o en su disco de luz he quedado prendida?
No sé…
Rara ceguera que me borras el mundo,
estrella, casi alma, con que asciendo o me hundo.

¡Dame tu luz y vélame eternamente el mundo!

Nocturno
Engarzado en la noche el lago de tu alma,
diríase una tela de cristal y de calma
tramada por las grandes arañas del desvelo.

Nata de agua lustral en vaso de alabastros;
espejo de pureza que abrillantas los astros
y reflejas la cima de la Vida en un cielo…
Yo soy el cisne errante de los sangrientos rastros,
voy manchando los lagos y remontando el vuelo.

Lo inefable
Yo muero extrañamente... No me mata la Vida,
no me mata la Muerte, no me mata el Amor;
muero de un pensamiento mudo como una herida
¿No habéis sentido nunca el extraño dolor.

de un pensamiento inmenso que se arraiga en la vida
devorando alma y carne, y no alcanza a dar flor?
¿Nunca llevasteis dentro una estrella dormida
que os abrasaba enteros y no daba un fulgor?

Cumbre de los Martirios…! Llevar eternamente,
desgarradora y árida, la trágica simiente
clavada en las entrañas como un diente feroz…!

Pero arrancarla un día en una flor que abriera
milagrosa, inviolable… Ah, más grande no fuera
tener entre las manos la cabeza de Dios!

Un alma
Bajo los grandes cielos
afelpados de sombras o dorados de soles
arropada en el manto
pálido y torrencial de mi melancolía,
con una astral indiferencia miro
pasar las intemperies…

Ceños
de los reconcentrados horizontes;
aletazos de fuego del relámpago;
deshielos de las nubes;
fantásticos tropeles
desmelenados de los huracanes;
pórticos esmaltados de los iris
abiertos a las fúlgidas bonanzas:
¡Pasad!... Yo miro indiferente y fija.
¡Indiferente y fija como un astro!



*Delmira Agustini (Montevideo, Uruguay, 1887- 1914). En 1907 edita El libro blanco, al que siguen Cantos de la mañana (1910) Los cálices vacíos (1913), y El rosario de Eros (1924).
*Estos poemas están incluidos en el libro Poesías completas, Losada,1962.

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