viernes, noviembre 13, 2009

Seamus Heaney*: La voz poética

“El poeta necesita superar su ego para llegar a tener una voz que sea algo más que su autobiografía. En el campo del lenguaje poético, cuando esto ocurre, sonido y sentido
se elevan desde el lenguaje poético, como una marea que sube y hacen que la expresión individual sea arrastrada por una corriente mucho más profunda y poderosa de lo que el individuo podría prever.
(…) Según Robert Frost existe una cadencia original que denominó el sonido del sentido y que, según él, es condición previa de cualquier poesía: las melodías de los poemas individuales tienen que recrear ese sonido si quieren que las escuchemos como algo dado inevitable. Es como si el poema fuese un paseante solitario que se añade a la procesión del lenguaje, hasta que camina siguiendo el ritmo común de ese paso nada forzado y general. (…)
Eliot también estaba interesado en la idea de que la poesía contuviese niveles de energía más profundos y arcaicos que los proporcionados por el sentido explícito o por el estímulo rítmico inmediato. (…) La imaginación auditiva es el sentido de la sílaba y del ritmo, que penetra a mucho mayor profundidad que los niveles del pensamiento y del sentimiento, dando fuerza a todas las palabras, hundiéndose en lo más primitivo y olvidado (…), fundiendo las mentalidades más antiguas y civilizadas.
Yeats habla de escribir para el oído, como hicieron los antiguos, pero le preocupa menos hablar del tono y de las dificultades del lenguaje poético que evocar la expresión impersonal, personificante como de máscara, en que, según él, consiste la poesía. (…)”.
*Poeta inglés. Fragmento extractado de su libro De la emoción a las palabras.