Miguel Ángel Bustos: Filmpoema (o cortometraje del crecimiento de un poema)
Preliminar
(1)
Comenzados
en 1960, interrumpidos por espacio de casi seis años, reanudo estos escritos
con el único objeto de dar una guía,(2) un poema-guía que ayude en el sendero
de tinieblas que lleva al infierno verbal.
Quiero
que este libro sea como el agua que para correr se manifiesta. El agua no
explica absolutamente nada. Es tema, forma y contenido en sí misma. Humedece,
sumerge incorpora a su cuerpo ilimitado objeto y sujeto. Es decir, se ahoga y
ahoga a otro.
Un
poema es agua. Por el río de la saliva sube, alza la memoria, la visión, la
epifanía de los Cielos. Escribo con el agua intemporal de los hombres.
(1) Nota manuscrita adosada al cuerpo del trabajo.
(2) "Pues hallo incompleto el acercarse al poema sin un
conocimiento de la Patria Eidética de la cual es natural dicho poema. El pragma
verbal es el poema realizado (tinta o lápiz y realidad son materias primas para la formación
corporal del poema). Pero si nos hundimos, vivimos el verbo, llegamos
inevitablemente al espacio esencial en donde puro, virgen, innato, espera el
poema." (Cita del autor.)
Filmpoema
II
¿Qué
es la imagen sino el movimiento "siempre andando", agua de un mar a
otro mar, átomo de la palabra?
Nuestras
palabras las tallamos en el taller, el material lo conseguimos sin saber cómo,
en la calle, sufriendo, riendo; taller y material pueden estar contenidos y
maduros en un minuto o cinco años.
Todo
depende de velocidad, peso y ritmo.
Ahora
bien, una imagen nos roza el ojo izquierdo y ce polvorienta en la lengua
-AGRIA; duerme en la lengua, la tragamos. Necesario fue que casi la olvidáramos
para que se fundiera en aquella palabra que nos dolió tanto. Sube la palabra
sin polvo, unida a algo elástico y vivo. Este fluir construyendo, esta
imaginería, este fenómeno, se podría realizar ante los ojos de la gente como yo
me lo realizo ante mis propios ojos. Si nos hiciéramos instrumentos del
fenómeno poético y dibujáramos sobre un película lo que nos sucede cuando
escribimos, no explicáramos; tendríamos que ser mudos en cuanto a explicación
se refiere; como una pluma choca contra la frente, cae, nos desborda la boca,
se hunde lejos y ya no es pluma nada, es nieve, hombro, axila suave, piel con
piel, y vuelve hecha a la boca, cae en las manos: darle años, hacer eterno este
pan junto al mar.
Lograríamos
de esta forma tal vez, "dibujar" el fenómeno poético, capturaríamos
quizá llevándolo adentro nuestro, a nuestros ojos a que mire con nosotros cómo
se hace un poema, al público esa novia.
Tenemos
que saber que, imaginar par que lo imaginen simultáneamente con nosotros, no es
desarrollar ni operar. El agua cuando se hace ola no habla ni explica nada,
salta. Y el mar tal vez nos está demostrando cosas y nosotros lo comprendemos.
Así tiene que ser dado este filmpoema. Lograr que nuestro ojo asaltante suba a
la pantalla y comience a escribir su poema.
Y
la gente entienda todo lo que trae la palabra agua –sangre- piedra-niño-
desnuda- sombra. Y siga, ¿ves aquella línea que se duerme, ves?, aquella esfera
que cae, las piedras, las espaldas cansadas.
Hasta
que comience a sentir la esfera, la espalda, la sangre, la piedra. Y sepa por
qué esta línea arrebató la esfera y la engulló con un tono bajo de guitarra.
Comenzará a construir dibujando con nosotros el poema. ¿Para qué, entonces, la
palabra que no sea poema, la palabra que explique, si ya se está dando puro y
desnudo el poema con su imagen “hablando” en imágenes?
Escribo
sobre medios técnicos en la poesía. Los nuevos planos que tiene que explorar.
Los nuevos espacios de dolor. Los nuevos colores.
(…)
*Véase: Miguel Ángel Bustos:
Prosa 1960-1976. Ediciones del CCC,
Buenos Aires.
Etiquetas: Miguel Angel Bustos
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