José Martí: Odio el mar
Odio el mar, sólo hermoso
cuando gime
Del barco domador bajo la
hendente
Quilla, y como fantástico
demonio,
De un manto negro colosal
tapado,
Encórvase a los vientos de la
noche
Ante el sublime vencedor que
pasa:—
Y a la luz de los astros,
encerrada
En globos de cristales, sobre
el puente
Vuelve un hombre impasible la
hoja a un libro.—
Odio el mar: vasto y llano,
igual y frío
No cual la selva hojosa echa
sus ramas
Como sus brazos, a apretar al
triste
Que herido viene de los
hombres duros
Y del bien de la vida
desconfía;
No cual honrado luchador, en
suelo
Firme y pecho seguro, al
hombre aguarda
Sino en traidora arena y
movediza,
Cual serpiente letal. —También
los mares,
El sol también, también
Naturaleza
Para mover al hombre a las
virtudes,
Franca ha de ser, y ha de
vivir honrada.
Sin palmeras, sin flores, me
parece
Siempre una tenebrosa alma
desierta.
Que yo voy muerto, es
claro: a nadie importa
Y ni siquiera a mí: pero por
bella,
Ígnea, varia, inmortal, amo la
vida.
Lo que me duele no es vivir:
me duele
Vivir sin hacer bien. Mis
penas amo,
Mis penas, mis escudos de
nobleza.
No a la próvida vida haré
culpable
De mi propio infortunio, ni el
ajeno
Goce envenenaré con mis
dolores.
Buena es la tierra, la
existencia es santa.
Y en el mismo dolor, razones
nuevas
Se hallan para vivir, y goce
sumo,
Claro como una aurora y
penetrante.
Mueran de un tiempo y de una
vez los necios
Que porque el llanto de sus
ojos surge
Más grande y más hermoso que
los mares.
Odio el mar, muerto enorme,
triste muerto
De torpes y glotonas criaturas
Odiosas habitado: se parecen
A los ojos del pez que de
harto expira
Los del gañán de amor que en brazos
tiembla
De la horrible mujer
libidinosa:—
Vilo, y lo dije: —algunos son
cobardes,
Y lo que ven y lo que sienten
callan:
Yo no: si hallo un infame al
paso mío,
Dígole en lengua clara: ahí va
un infame,
Y no, como hace el mar,
escondo el pecho.
Ni mi sagrado verso nimio
guardo
Para tejer rosarios a las
damas
Y máscaras de honor a los
ladrones:
Odio el mar, que sin cólera
soporta
Sobre su lomo complaciente, el
buque
Que entre música y flor trae a
un tirano.
----------------------------------------------------------
En el verso número 16
Carlos Javier Morales trae:
Firme y pecho seguro, al hombre
aguarda
En el verso número
20:
Para mover el hombre a las virtudes,
En el verso número 39
Carlos Javier Morales trae estos dos versos:
Lo imaginan más grande y más hermoso
Que el cielo azul y los repletos mares!—
Etiquetas: José Martí
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home