Ted Hughes: Poemas con animales
Los siguientes poemas han sido extractados de la revista Hablar de
poesía: http://hablardepoesia.com.ar/numero-31/capturar-animales/
(Traducción de Diego Alfaro Palma y Alejandro Crotto)
Los
caballos
Subí
a través del bosque en la hora oscura antes del alba.
Un
aire amenazante, una quietud de hielo;
ni
una hoja, ni un pájaro:
un
mundo hecho de escarcha. Llegué a lo alto del bosque
donde
creaba al respirar figuras retorcidas en la luz de hierro.
Pero
drenaban ya la oscuridad los valles
y
luego –ennegreciendo los vestigios grises– en la linde
del
claro se abrió el cielo. Y vi entonces los caballos.
Enormes
en la espesa niebla –diez en total–
quietos
como menhires. Respiraban inmóviles,
sus
crines lacias, sus precisos cascos angulados,
sin
hacer ningún ruido.
Pasé
a su lado. Ninguno resopló ni giró la cabeza.
Fragmentos
grises, silenciosos
de
un silencioso mundo gris.
Y
arriba en la ladera me detuve a escuchar el vacío.
Y
el lamento de un pájaro mostró su filo en el silencio.
De
a poco era posible percibir detalles. Luego
brotó
naranja, rojo el rojo sol
en
silencio, y rompiendo desde el centro una rasgada nube,
sacudió
el fondo abierto, hizo ver el azul
y
los grandes planetas suspendidos.
Yo
volví,
tropezando
en la fiebre de mi sueño, hacia el bosque
desde
las cimas encendidas,
a
donde estaban los caballos. Ahí seguían,
ahora
humeando y brillantes en la luz,
sus
lacias crines pétreas, sus cascos delicados
conmoviéndose
en el deshielo mientras todo alrededor
fulguraba
en los fuegos de la escarcha. Pero seguían en silencio.
Ninguno
hizo un sonido,
con
sus cabezas suspendidas, sin apuro, igual que el horizonte,
muy
arriba del valle, bajo los altos rayos rojos.
En
las calles ruidosas, a través de los años, las personas,
ojalá
pueda siempre recordar este sitio solitario
entre
los rayos y las nubes rojas, donde escuché los pájaros,
donde
escuché durar los horizontes.
The Horses //I climbed through woods in the
hour-before-dawn dark./ Evil air, a frost-making stillness,// Not a leaf, not a
bird-/ A world cast in frost. I came out above the wood// Where my breath left
tortuous statues in the iron light./But the valleys were draining the
darkness// Till the moorline -blackening dregs of the brightening grey-/ Halved
the sky ahead. And I saw the horses:// Huge in the dense grey ten together/
Megalith-still. They breathed, making no move,// With draped manes and tilted
hind-hooves,/ Making no sound.// I passed: not one snorted or jerked its head./
Grey silent fragments// Of a grey still world.// I listened in emptiness on the
moor-ridge./ The curlews tear turned its edge on the silence./ Slowly detail
leafed from the darkness. Then the sun/ Orange, red, red erupted// Silently,
and splitting to its core tore and flung cloud,/ Shook the gulf open, showed
blue,/ And the big planets hanging/ I turned// Stumbling in a fever of a dream,
down towards/ The dark woods, from the kindling tops,// And came the horses./
There, still they stood,/ But now steaming, and glistening under the flow of
light,/ Their draped stone manes, their tilted hind-hooves// Stirring under a
thaw while all around them/ The frost showed its fires. But still they made no
sound./ Not one snorted or stamped,// Their hung heads patient as the
horizons,/ High over valleys, in the red levelling rays// In din of the crowded
streets, going among the years, the faces,/ May I still meet my memory in so
lonely a place// Between the streams and the red clouds, hearing curlews,/
Hearing the horizons endure.
El
oso
En
el abierto, vasto, dormido ojo de la montaña,
el
oso es un destello en la pupila,
listo
para despertar
y
enfocar al instante.
El
oso está pegando
el
principio al final
con
pegamento de hueso humano
en
su sueño.
El
oso está cavando
en
su sueño
a
través del muro del universo
con
el fémur de un hombre.
El
oso es un pozo
demasiado
profundo para brillar,
donde
tu grito
está
siendo digerido.
El
oso es un río
donde
la gente al agacharse a beber
se
ve a sí misma muerta.
El
oso duerme
en
un reino de muros.
En
una red de ríos.
Es
el balsero
al
mundo de los muertos.
Su
precio es todo.
The
Bear // In the huge, wide-open, sleeping eye of the mountain/ The bear is the
gleam in the pupil/ Ready to awake/ And instantly focus.// The bear is glueing/
Beginning to end/ With glue from people’s bones/ In his sleep.// The bear is
digging/ In his sleep/ Through the wall of the universe/ With a man’s femur.//
The bear is a well/ Too deep to glitter/ When your shout/ Is being digested.//
The bear is a river/ Where people bending to drink/ See their dead selves.//
The bear sleeps/ In a kingdom of walls./ In a web of rivers.// He is the
ferryman/ To dead land.// His price is everything.
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Etiquetas: Ted Hughes
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