Lelé Santilli*: Antes que la palabra...
Antes
que la palabra encrucijada
tuviera
otro sentido,
era
seguro el sitio del camino
por
donde me iba, entraba al pueblo.
Un
portón con un galpón al fondo
pudo
ser escenario adecuado
para
un hombre mayor con deseo
en
su valija,
casi
tanto como la hija de mi padre
que
no fueran mis hermanas,
una
mosquita
muerta
viva.
Retenido
en un rincón -hay olor
a
aceite, a grasa de motores
mezclada
con la tierra- se revela
en
un punto
como
esa luz acrisolada, cegadora
en
donde pone el ojo
la
criatura. Recuerdo
encubridor
o encrucijada o nudo
al
que regresan mis pasos
desandándose
sobre
la propia huella, inadecuada.
Así,
la sombra que se engrosa como mujer
niña
del ojo
del
amo o sanguijuela. Cuerpo sombrío,
que
no dará a la luz partes salientes
ni
hijos
ni
sacará de sí la fuerza necesaria
para
parirse, ni irá a París, ni será
para
nadie.
A
la par de su padre como una sombra
y
de su madre como la otra
no
nombrada. Encrucijada
y
todas las versiones
de
una misma, que no puede partir
la
diferencia.
*Lelé Santilli: Nació en
Armstrong, prov. de Santa Fe. Publicó el libro de poesía Seda terrestre (1992,
Bajo La Luna. Rosario). Vivió en Buenos Aires, donde coordinó talleres de
escritura. Ha escrito teatro y relatos. Vivió en San Francisco de California, Estados
Unidos, reside actualmente en Santa Fe, Argentina.
*El poema que se transcribe
pertenece al libro Seda terrestre.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home