jueves, septiembre 02, 2010

Joseph Brodsky: Ab Ovo


En última instancia, debería haber un idioma
donde la palabra “huevo” se redujese a una O.
Los que más se aproximan a eso son los italianos
con su uova. Por algo, Alighieri creía que era
el más saludable de los alimentos, compartiendo
esa preferencia con tenores y sopranos,
cuyos torsos como peras encarnan la esencia de la “ópera”.
Lo mismo podría decirse de los poetas alemanes
-esos auténticos románticos- que empezaban cada verso
como quien se sienta a desayunar, o de los matemáticos,
igual de arrogantes, empollando su infinito
tan prolijamente dispuesto, cuyos ceros inmaculados
nunca romperán el cascarón.

*Del libro Canción de Cuna y otro poemas (Ed. Huesos de Jibia, 2009). Traduc.: Daniela Camozzi y Walter Cassara.