lunes, enero 12, 2009

El blog de Alberto Blanco

Si querés, podés visitar el blog del poeta y artista plástico Alberto Blanco: ¿la dirección?: está abajo de la foto.
No te vas a arrepentir.
http://albertoblancoformaycolor.blogspot.com/

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy un estudiante de medicina, formo parte de una agrupación política estudiantil llamada "Vanguardia", leí los artículos de Paco Urondo en este blog.

Solamente quería agradecerte el material y dejarte este poema de Paco que encontré en la página www.literatura.org como agradecimiento:

La pura verdad
Si ustedes lo permiten,
prefiero seguir viviendo.
Después de todo y de pensarlo bien, no tengo
motivos para quejarme o protestar:
siempre he vivido en la gloria: nada
importante me ha faltado.
Es cierto que nunca quise imposibles; enamorado
de las cosas de este mundo con inconsciencia y dolor
y miedo y apremio.
Muy de cerca he conocido la imperdonable alegría; tuve
sueños espantosos y buenos amores, ligeros y culpables.
Me averguenza verme cubierto de pretensiones; una gallina torpe,
melancólica, débil, poco interesante,
un abanico de plumas que el viento desprecia,
caminito que el tiempo ha borrado.
Los impulsos mordieron mi juventud y ahora, sin
darme cuenta, voy iniciando
una madurez equilibrada, capaz de enloquecer a
cualquiera o aburrir de golpe.
Mis errores han sido olvidados definitivamente; mi
memoria ha muerto y se queja
con otros dioses varados en el sueño y los malos sentimientos.
El perecedero, el sucio, el futuro, supo acobardarme,
pero lo he derrotado
para siempre; sé que futuro y memoria se vengarán algun día.
Pasaré desapercibido, con falsa humildad, como la
Cenicienta, aunque algunos
me recuerden con cariño o descubran mi zapatito
y también vayan muriendo.
No descarto la posibilidad
de la fama y del dinero; las bajas pasiones y la inclemencia.
La crueldad no me asusta y siempre viví deslumbrado
por el puro alcohol, el libro bien escrito, la carne perfecta.
Suelo confiar en mis fuerzas y en mi salud
y en mi destino y en la buena suerte:
sé que llegaré a ver la revolución, el salto temido
y acariciado, golpeando a la puerta de nuestra desidia.
Estoy seguro de llegar a vivir en el corazón de una palabra;
compartir este calor, esta fatalidad que quieta no
sirve y se corrompe.
Puedo hablar y escuchar la luz
y el color de la piel amada y enemiga y cercana.
Tocar el sueño y la impureza,
nacer con cada temblor gastado en la huida
Tropiezos heridos de muerte;
esperanza y dolor y cansancio y ganas.
Estar hablando, sostener
esta victoria, este puño; saludar, despedirme
Sin jactancias puedo decir
que la vida es lo mejor que conozco.

Blog del amasijo dijo...

Guillermo, me alegro de que el material de Paco Urondo que subí a este blog te haya sido de utilidad. Me costó bastante conseguirlo y, sobre todo, tipiarlo. Pero bueno, una de las cosas que me propuse cuando creé este blog es dar a conocer, a través de él --y dentro de mis humildes posibilidades-- aquellos textos que considero importantes y que no se encuentren fácilmente.
Un gran abrazo, y gracias por el hermoso poema de Urondo!