lunes, julio 30, 2007

Susana Chevasco, in memoriam


Había nacido en 1941 en Buenos Aires. Y tuve el privilegio de conocerla y de ser su amiga, allá por los años setenta. Compartimos, junto con Roberto Cignoni, Silvia Sabo y Beatriz Ventura, el taller de poesía que dictaba por ese entonces el escritor Juan Carlos Martini Real. Además de llevarla siempre en mi corazón, conservo un ejemplar de su primer libro Versión de mambrú, que alcanzó a publicar en 1983. De este libro, reproduzco a continuación, y en forma de homenaje, además de uno de sus poemas, las palabras que Martini Real escribió en la contratapa.

"La poesía de Susana Chevasco insinúa una dolorosa lucha contra lo siniestro. Da cuenta del mismo: lo desplaza, lo impugna, actúa como catalizador. En Versión de mambrú se articula y desarticula una mecánica del fragmentismo, en donde sentir, pensar, obrar y expresarse procuran anudar una inquietante identidad de la producción poética. Un sitio en donde el lenguaje resalta su explosiva libertad de tajear la vida establecida, por un mundo mejor, siempre perfectible, aun a costa de llevar hasta la marginalidad la asfixia de sobreponer una determinada poesía (de creer en ella, de consumir y revolucionar sus despojos), primero como automatismo vivencial, luego como lucidez de una experiencia estrictamente escritural."

MALLARME

peligro de los signos
acrisolados monzones
la hoja en blanco
sonidos antagónicos del asesino
poeta recurrente al mar
recurrente
la zarza consume los ojos
y así crece la sombra
cristalizada del mundo

esos rencores
tan parecidos
a la duda
podrida en un cajón
¿y tus versos puros?
corazón visitado por pasiones
como corrupción furtiva
gladiador espectral de soles
y la nave única
que hace
brechas en otra galaxia dormida

VERSIÓN DE MAMBRÚ

en qué quedó calesita
mil vueltas
papá chupetín
infancia invisible
de inagotable muselina
sobreviven crujidos de diluvios
espantada nena fotografía sepia
espejo para trás
1941 nacimiento
gestos de guerra
siglos duran
sin saber
la nena comiendo piedad piojosa
de humanidad violentada
acaso sollozos de continentes lejanos
escenario de escombros
pero sí bicicleta y chocolate
oh ciudades carcomidas
donde un vaho
traga gestos de fango
memoria de helado y vainilla
siestas dispersas
nena canela
en documentos de certeza
rincón ignorante por
imperceptibles horrores
ante gorriones de barrio
ruedan
arcas de lamentos
maleficios de lluvias
por desenfrenado aliento
toro derrumbado
en nubes vencidas
matanza en el saqueo de los huesos
ambigua vida nena
hechizos la muerte
por antiguos esqueletos
no conocen jaulas
desnudas de luna
sino delantal almidón
comiendo
fervorosamente
ángeles implacables
a pesar
de llantos mortales
mamá caricia de pájaro sopa

2 comentarios:

beatriz dijo...

Con María del Carmen, compartimos años de un taller muy intenso con Juan Carlos Martini Real.
Entrábamos muy al fondo de la escritura, a veces demasiado diría, pero como lo hacíamos en conjunto comenzamos a conocernos también muy ¨hacia adentro¨ - y se nos iban pegando imágenes y palabras, más allá de que reconocíamos de que hondura o superficie esas palabras venían. De Susana tengo todavía una gran cantidad de poemas en borrador, y cada tanto me siento a leerlos. Hay algo siempre emergente y vivo en ellos (como cuando uno mira una imagen y una imagen aparentemente similar donde se han implementado sutiles cambios - omisiones, agregados, aumentos, disminuciones. Y cierta ferocidad angelical - me salta ¨deseos de niñas en zoológicos¨.
Pienso que si la poesía no lleva al asombro, a lo que hay dentro del frasco de la letra, o es sólo letra o no es poesía.
Beatriz Ventura

Blog del amasijo dijo...

Gracias por tu comentario, querida Beatriz, qué gran emoción encontrarte! un gran abrazo!