lunes, diciembre 14, 2020

Francisco Madariaga: Una acuarela móvil

 


Una acuarela móvil

a Roberto Borja

 

Campaña subtropical y acuática del norte de Corrientes,

con primitivo gauchillaje, hombres de a caballo o de

canoas, poetas anónimos y en estado natural, bárbaros

de la belleza de la intemperie y de las más ardiente

bondad, que son los primeros que influyeron en mí.

 

Llanura gateada, celeste, colorada, verde y amarilla,

que se vive probando en sangre contra las condiciones

de la nada, entre un reverberar de ondas solares y

lunares,

con sangrías flotantes de degollaciones, en esterales,

de antiguos guerreros criollos o de bandidajes.

 

Una región aislada, recargada de lagunas con arenas

de oro anaranjado y de grandes ríos-esteros, circulares

o alargados como frutos tropicales, que se estrangulan

de su propia belleza autonómica, y duermen –detenidos

o movilmente- una lujosa anacronía de todos los

olores y colores; planos bajos de antiquísimos mares

retirados, con las orillas cargadas de palmeras celestes,

coloradas, verdes, penetrando o saliendo de las aguas.

 

Tierras morenas-claritas o rojas-rubias como las dos

clases de lechos, de cabellos y de piel de las primitivas

hadas contrabandistas de tesoros para el amor, que

por allí peinaban sus cabellos.


* Francisco Madariaga, poeta argentino.