Graciela Paz: Lisboa antigua
1
Escribe para
mí una letra
un renglón de
perfume sin registro
una
palabra insoportable
escribe su
silencio en alto
en
telas de metal
en
bastidores
con uñas
de marfil y pajaritos
muertos en
combate
escribe para
mi una carta
un naipe
furioso
envenenado
una maldita
transparencia que
se
pierde
se confunde
con otra y no llega
o llega para
otras que no entienden
ni una forma
en el lomo de los sobres que
tiran
con las sobras al río
sin
embargo
primitiva
razón, la luna
hace
de brillo lo que toca.
2
Y habrían de
venir
éstas
desvestidas de
algo no desnudas
apenas
cubiertas por un roce
invisible
temblor
violeta
sin lustre de
jardín
sin opulencia
humildes
como el cuerpo
solo
en el día
primero de la muerte.
3
Planear salir
de alto
bendito
el hueso
lo que
cubre de fuerza este peligro
la
energía en la hoja impertinente
astuta y
suave
irse de viaje
con la tierra.
4
Azul
marino el pelo
madurado
ahora bajo los
tilos
blanco
de vejez
inaudita ese trapecio
en
un cielo sin red
inmaculado
entre
dudosas lluvias hechas
por
otras aguas
hilo ebrio en
el aire que se une
se
junta con los juncos
se
acomoda
al breve sueño de
quien salta
en
cuerpo y alma
por encima del
justo entendimiento
enternecido
por absurdo
y duradero oro
falso
verla como
viera
ese volar de
ella en su mirada
herida en
lentitud por intemperie
por puntos del
paisaje
entrando a
pique
mar adentro.
5
Al fin vino
de
Lisboa me dijo
amaneciendo
en viscosa
dulzura el alba
con el noble
espíritu
abierto de las tramas
casi buena
es
decir
inevitable
esa angustia
pequeña en la garganta
testimonio perdido mi palabra.
* Estos poemas
están incluidos en la primera parte del nuevo libro de esta poeta
argentina (1950): Lisboa antigua (Ed. Catálogos), que ya
se encuentra en todas las librerías del país.
1 Comments:
PRECIOSO
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