César Bandin Ron: Prometo ser feliz...
En la divina luz
En la divina luz de la
conciencia
mi alma se mece sobre un éxtasis
calmo.
Soy parte del Dios de la naturaleza;
abro mis brazos, los ojos
cerrados,
el oído atento… Una legión
de santos poetas ha tomado el
poder,
su bandera proclama: Poesía y
virtud.
Prometo
ser feliz
Prometo ser feliz, apenas pueda…,
en lo que me resta de esta vida
o en algún
otro tiempo en el que retorne
como flamenco,
monja de clausura o crisantemo.
Lo prometo,
no puede ser que no le encuentre
la vuelta. Sí,
tarde o temprano seré feliz;
aunque la idea,
debo decirlo, así como me atrae
me aterra.
La
mañana es tan linda
La mañana es tan linda
que dan ganas de cantar, pero yo
soy tan tan malo cantando…
Mejor camino, me digo, y voy,
abstraído,
bajo los árboles en flor, muy despacio;
miro el frente de las casas,
miro a la gente
con mi mejor mirada. Acá estoy,
soy yo,
César Bandin Ron, caminando encantado
por una soleada calle de
Palermo, a plena
conciencia y satisfacción ante
la vida.
La
poesía es…
La poesía es
una presunción,
una jactancia;
es remar hasta
el centro del lago,
y quedarse ahí,
sin saber bien
por qué
o para qué.
Vivo solo
Vivo solo.
Quiero decir:
solo,
en mí.
Cada vez
más cerca,
cada vez
más lejos.
Mientras...
el ruido crece,
el silencio crece.
(No comprendo
hacia dónde va todo.)
En lo indiscernible,
sombrío
peno por los otros,
peno por mí.
*César Bandin Ron: Del libro Poesía y virtud.
Quiero decir:
solo,
en mí.
Cada vez
más cerca,
cada vez
más lejos.
Mientras...
el ruido crece,
el silencio crece.
(No comprendo
hacia dónde va todo.)
En lo indiscernible,
sombrío
peno por los otros,
peno por mí.
*César Bandin Ron: Del libro Poesía y virtud.
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