Martín Rodríguez: estoy completo, sé lo que me falta...
Sardá
Si no existiese: todos seríamos viejos.
Viejos sin esperanza.
Sin esperar las generaciones nuevas.
Los que llegan.
Los que traen noticias.
Los mudos, los albinos.
Las palmas de una mano lisa.
Los que no tocó el sol.
Párpados sin abrirse.
Si no existiese,
adónde irían las gallinas?
O todos los que ponemos huevos.
Principio
Yo creí al principio, desde el principio,
en el origen, que a los chicos
los hacen los padres.
Y supe más tarde,
que mi verdad son las cigüeñas,
ellas traen a los chicos,
ellas solas,
¿y los padres qué hacen?
Los padres sueñan, sueñan.
las cigüeñas
arrasan los cielos
cruzan las nubes,
pelean a picotazos a la cría,
mientras los padres sueñan.
Si
La enfermera quiere amamantar
La enfermera está loca
La enfermera tieneuna pasión pública que la vacía,
La enfermera sabe que esa criatura fue abandonada,
dejada en la cuna flotando
en el agua, sin nombre,
la enfermera hace suya esa sangre
la sangre es pública
la sangre puede saquearse
La enfermera está sacada: su sangre
en la punta de la aguja,
en los labios,
repite el nombre que quiere ponerle,
lo escribe en un azulejo,
flota,
La enfermera flota en un jardín
de flores arrancadas,
La enfermera recogió todas las flores
y se las puso en el pecho,
mientras se le hacía agua la boca.
Puñal
Estoy completo, sé lo que me falta. Me miro las manos.
Y no tienen callos. No tocaron cosechas.
Me falta una tierra con el talón rojo.
Me falta una tierra sin árbol, sin cosecha, sin gajo.
Me falta una iglesia agraria, humilde,
caminar a ciegas con el puñal
hundido, para que el chorro de sangre
libere la criatura.
Me falta el puñal del corte clavado en el ombligo.
Un jardín talado.
Me falta cortar todas las flores.
Olerlas, y que me huelan hasta hallar al niño que las huele
por primera vez.
Si no existiese: todos seríamos viejos.
Viejos sin esperanza.
Sin esperar las generaciones nuevas.
Los que llegan.
Los que traen noticias.
Los mudos, los albinos.
Las palmas de una mano lisa.
Los que no tocó el sol.
Párpados sin abrirse.
Si no existiese,
adónde irían las gallinas?
O todos los que ponemos huevos.
Principio
Yo creí al principio, desde el principio,
en el origen, que a los chicos
los hacen los padres.
Y supe más tarde,
que mi verdad son las cigüeñas,
ellas traen a los chicos,
ellas solas,
¿y los padres qué hacen?
Los padres sueñan, sueñan.
las cigüeñas
arrasan los cielos
cruzan las nubes,
pelean a picotazos a la cría,
mientras los padres sueñan.
Si
La enfermera quiere amamantar
La enfermera está loca
La enfermera tieneuna pasión pública que la vacía,
La enfermera sabe que esa criatura fue abandonada,
dejada en la cuna flotando
en el agua, sin nombre,
la enfermera hace suya esa sangre
la sangre es pública
la sangre puede saquearse
La enfermera está sacada: su sangre
en la punta de la aguja,
en los labios,
repite el nombre que quiere ponerle,
lo escribe en un azulejo,
flota,
La enfermera flota en un jardín
de flores arrancadas,
La enfermera recogió todas las flores
y se las puso en el pecho,
mientras se le hacía agua la boca.
Puñal
Estoy completo, sé lo que me falta. Me miro las manos.
Y no tienen callos. No tocaron cosechas.
Me falta una tierra con el talón rojo.
Me falta una tierra sin árbol, sin cosecha, sin gajo.
Me falta una iglesia agraria, humilde,
caminar a ciegas con el puñal
hundido, para que el chorro de sangre
libere la criatura.
Me falta el puñal del corte clavado en el ombligo.
Un jardín talado.
Me falta cortar todas las flores.
Olerlas, y que me huelan hasta hallar al niño que las huele
por primera vez.
*Martín Rodríguez (Buenos Aires, 1978). Tiene diversos libros publicados, entre ellos Maternidad Sardá (primer premio Fondo de las Artes, 2003), libro al que pertenecen los poemas que se transcriben.
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